Opinión de Silvia García, directora de EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León. Opinión de Silvia García, directora de EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León.
Mucho había tardado Carlos Pollán en sacar a relucir el ideario de Vox desde su atalaya como presidente de las Cortes de Castilla y León, revestido hasta ahora de una fingida institucionalidad. En el ocaso de la legislatura, finalmente el velo ha caído y el político leonés ha firmado una declaración de intenciones digna de un candidato a las próximas autonómicas.
Su discurso en la celebración del 42º Estatuto de Autonomía ha puesto de manifiesto la contradicción que encierra la concurrencia de partidos como Vox a los comicios autonómicos.
Dice Pollán que no es “nada partidario” del Estado de las Autonomías, pero ahí lo tenemos presidiendo las Cortes de Castilla y León. Vox, ese partido en el que no hay baronías regionales, aboga por la supresión del estado autonómico y sí, es el mismo que hasta hace dos días estuvo embarcado en una coalición de gobierno con el PP para vicepresidir la Junta y dirigir tres consejerías clave. La pregunta es: entonces, ¿a qué ha venido Vox a Castilla y León?
La posición del partido de Abascal recuerda a aquella otra de Ciudadanos sobre las diputaciones provinciales, que quería aniquilar, pero en cuyos gobiernos llegado el momento no dudaron en entrar, ocupando vicepresidencias y hasta en una presidencia, la de Zamora. Una de tantas incoherencias que más tarde, claro, pagaron en las urnas.
El discurso politizado de Pollán, desprovisto de la debida imparcialidad que implica la representación del cargo, indignó tanto al resto de grupos como irritados se declaran en Vox por el boicot que practican los partidos independentistas en el Congreso, donde los de Abascal denuncian que catalanes y vascos se introducen como caballos de Troya en las cámaras con el único objetivo de destruir España desde sus escaños.
Ahora bien: si Vox reniega del Estado de las Autonomías desde la tribuna del parlamento de Castilla y León que preside; si obliga al Partido Popular a darle cabida en un gobierno de coalición a cambio de los votos de investidura para dos años después abandonarlo abruptamente y desestabilizarlo, ¿podrían explicar al electorado a qué han venido a Castilla y León y con qué objetivo? No vayamos a pensar que están aquí para vivir de la política que, eso sí, tiempo hubo en el discurso del Estatuto para que Pollán anunciara una comisión con PP y PSOE para poner sueldo a todos los procuradores -por supuesto también para los suyos-. Eso que no falte.
elespanol – Castilla y León