Un estudio pone de relieve que, al reclasificar los intervalos diagnósticos actuales según edad, sexo y etnia, un 48,5% de los diagnosticados con hipotiroidismo subclínico quedarían fuera.
Más información: Hipotiroidismo: estos son los alimentos que debes tomar (y los que no) si sufres este trastorno Un estudio pone de relieve que, al reclasificar los intervalos diagnósticos actuales según edad, sexo y etnia, un 48,5% de los diagnosticados con hipotiroidismo subclínico quedarían fuera.
Más información: Hipotiroidismo: estos son los alimentos que debes tomar (y los que no) si sufres este trastorno
Casi la mitad de personas diagnosticadas (y, presumiblemente) tratadas por hipotiroidismo subclínico —sin síntomas claros— tendría una tiroides perfectamente funcional, concluye un estudio publicado este lunes en Annals of Internal Medicine.
Los autores, de la Primera Universidad Médica de Shandong, China, han hecho una reclasificación de las enfermedades tiroideas según sexo, edad y etnia basándose en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EEUU, una serie de entrevistas anuales de salud que se inició en la década de los 60.
Posteriormente, compararon los resultados con una muestra de bases de datos de pacientes mayores de 18 años procedentes de 49 hospitales chinos, y midieron las diferencias de los resultados obtenidos respecto a las prevalencias estimadas de la enfermedad.
El cambio más pronunciado que observaron fue la determinación de niveles altos de TSH (hormona estimulante de la tiroides), el principal indicador de la función tiroidea, según la edad.
También observaron que las mujeres tenían niveles más altos de T4 (la hormona tiroidea propiamente dicha) de lo esperado y que la población blanca tenía mayores niveles de TSH.
Utilizando los nuevos intervalos específicos para edad, sexo y etnia, reclasificaron como normales los niveles del 48,5% de la población que anteriormente figuraba como hipotiroidismo subclínico. Este reposicionamiento afectaba especialmente a las mujeres y a la población blanca.
El sobrediagnóstico no afectaba únicamente a esta condición. El 31,2% de las personas con hipertiroidismo subclínico también entraba dentro de los límites de lo normal con los nuevos intervalos de los investigadores, y de nuevo este cambio afectaba más a las mujeres, si bien esta vez el mayor impacto en términos étnicos se observaba en personas negras y latinas.
Este hallazgo se mantuvo al comparar los resultados de la cohorte estadounidense con las muestras obtenidas de las bases de datos chinas, lo que invita a los investigadores a pensar que los límites de la enfermedad tiroidea deben redefinirse.
La sombra del sobrediagnóstico acecha desde hace tiempo en la medicina. La idea en que se basa es que, cuanto antes se detecte una patología o condición problemática, mejor se podrá tratar, minimizando sus consecuencias.
Pero muchas veces esto no está tan claro y se teme que los efectos negativos del tratamiento precoz (en forma de efectos secundarios de la terapia y preocupaciones innecesarias por la salud) superen a los posibles beneficios.
«Los síntomas del hipotiroidismo son muy generales: astenia, fatiga, cansancio, caída del cabello, intolerancia al frío, pérdida de peso…», enumera el médico de familia José Manuel Cucalón, miembro del grupo de Endocrinología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Esto se debe a que todas las células del cuerpo humano tienen receptores para las hormonas tiroideas y «estas ejercen sus acciones en todos los órganos del cuerpo, como regular la temperatura o el metabolismo de lípidos y proteínas».
El 2% de las mujeres y el 0,2% de los hombres en España tienen formas clínicas de hipotiroidismo, el llamado primario, que tiene que ser tratado. La forma subclínica, sin embargo, está mucho más extendida, pudiendo afectar hasta al 14% de la población.
«Este solamente se descubre en el laboratorio, ya que no tiene manifestación clínica», apunta Cucalón. «Es muy frecuente de diagnosticar porque la TSH es muy variable y en ella influye el peso, el sexo, el tabaco o la dieta, entre otras cosas».
Esta variabilidad puede dar lugar a un sobrediagnóstico, opina el especialista. «Entre el 80% y el 90% de los casos no deberían ser tratados porque no van a evolucionar a formas primarias», advierte.
Un fármaco de margen estrecho
El tratamiento habitual consiste en el consumo diario de levotiroxina, una hormona tiroidea sintética que tiene el mismo efecto que la producida de forma natural. En 2022 se dispensaron en las farmacias españolas 8,7 millones de envases de este fármaco, siendo uno de los 20 más consumidos.
No está muy claro el beneficio que ofrece el fármaco en variantes subclínicas. No hay estudios que hayan mostrado una reducción de la mortalidad y otros no han observado diferencias en comparación con un placebo.
«Es una hormona con un rango terapéutico muy estrecho y se ve interferida por muchas cosas, como otros tratamientos», apunta Cucalón. «Es importante avisar a los pacientes que sean muy cuidadosos y tengan una buena adherencia, porque pueden darse complicaciones por intoxicación«.
Entre otros efectos no deseados de la levotiroxina se encuentra el nerviosismo y las palpitaciones, dolor de cabeza o debilidad muscular, incluso fiebre, temblores o diarrea.
En opinión de este médico, el sobrediagnóstico en España no sería tan elevado como el advertido por los investigadores chinos. «Hay que tener en cuenta que la prevalencia allí es superior al 20%, en España afinamos más el diagnóstico«.
Aunque mujeres y personas de más edad pueden tener niveles aumentados de TSH, Cucalón señala que solo se deberían pensar en tratar aquellas variantes subclínicas cuando superan los 10 mU/l (el niveles normal sería hasta 5 mU/l) y se determina la presencia de anticuerpos antitiroideos, ya que «tienden a progresar a variantes primarias», que son —en los países desarrollados— principalmente de origen autoinmune.
«Son dos pruebas habituales en el campo de la patología tiroidea, por lo que una vez determinada la TSH puede clasificarse el riesgo potencial midiendo la presencia de anticuerpos», subraya.
elespanol – Salud