Del corsé al quirófano: cómo ha evolucionado el tratamiento moderno de la escoliosis

La escoliosis es un problema frecuente que no suele tener graves consecuencias en sus formas más leves. Sin embargo, cuando la curvatura progresa puede llegar a requerir cirugía. La escoliosis es un problema frecuente que no suele tener graves consecuencias en sus formas más leves. Sin embargo, cuando la curvatura progresa puede llegar a requerir cirugía.  

España. Esta desviación de la columna, aunque pueda pasar desapercibida en sus etapas iniciales, a la larga puede tener un impacto significativo en la vida de quienes la padecen.

Sus causas son variadas, aunque la genética juega un papel fundamental y por ello es común encontrar varios casos dentro de la misma familia. El crecimiento también tiene una influencia muy relevante y es por ello por lo que se detecta con mayor frecuencia en niños y adolescentes, ya que el crecimiento de la columna es más acelerado durante la pubertad.

El diagnóstico de la escoliosis comienza con un examen físico. “Los principales signos son la presencia de una asimetría de cintura, la elevación de un hombro, la percepción de una pelvis más marcada o la presencia de una giba en un lado cuando el paciente se inclina hacia adelante”, explica el doctor David Farrington, traumatólogo especialista en cirugía ortopédica pediátrica del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla y el Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón. Esto último se denomina “prueba de Adams” y permite evaluar la simetría de la columna para detectar posibles anomalías.

Aunque en sus formas más leves el impacto de la escoliosis es fundamentalmente estético, ya que no es una patología que cause dolor, cuando se alcanzan bastantes grados de deformidad -por encima de los 30-35º-, “existe un riesgo real de que la escoliosis siga progresando si no se trata”, afirma el facultativo.

El tratamiento conservador, “para curvas entre los 20º y los 45-50º, suele recomendarse el uso de corsés si el paciente aún está creciendo, y el seguimiento periódico si el paciente ya ha alcanzado la madurez ósea”, cuenta el doctor Farrington. En los casos más extremos, cuando la curvatura de la columna supera los 45º, “en general se recomienda el tratamiento quirúrgico dado el alto riesgo de progresión”.

El doctor Farrington se enfrenta a casos de escoliosis cada día en su consulta. Algunos, de gran complejidad, como el que relata en el podcastLetra de Médico, dado que las cirugías para tratar las escoliosis más graves son tan delicadas como necesarias. Cuando un paciente supera ciertos grados de deformidad, esta “puede tener impacto sobre la función cardiopulmonar, con un deterioro creciente de la misma a medida que la deformidad de la columna progresa”, asegura el traumatólogo.

Los últimos avances en cirugía

Cuando se indica cirugía, el procedimiento más común es la fusión raquídea posterior instrumentada. “En esta técnica se fusiona un tramo de columna mediante la colocación de una serie de implantes en las vértebras que permiten llevar la columna a la forma que queremos que tenga. Una vez corregida la deformidad se añade injerto óseo para que termine formando un bloque y no pueda perder la corrección”, detalla el doctor Farrington.

A la izquierda, una cirugía de columna realizada por el doctor Farrington. A la derecha, el doctor.

A la izquierda, una cirugía de columna realizada por el doctor Farrington. A la derecha, el doctor.

Como cualquier intervención quirúrgica, no está exenta de riesgos. Para el traumatólogo, hay dos momentos clave. El primero, la colocación de los implantes, pues son “unos tornillos que se sitúan muy próximos a la médula y a otras estructuras vitales”. El segundo instante es “durante las maniobras de corrección, ya que puede darse la circunstancia de que la médula no tolere dicha corrección y deje de transmitir las señales nerviosas desde la médula hasta las extremidades”.

Por ello, durante la intervención resulta esencial las figuras del anestesista y el neurofisiólogo. Este último se ocupa de la monitorización del paciente -mediante unas agujas subdermales que transmiten una corriente eléctrica se van activando periódicamente los músculos de las extremidades- para evitar que se produzca una lesión neurológica al manipular las zonas cercanas a la médula ósea. Por otra parte, también es fundamental el trabajo del anestesista, que debe ajustar la dosis precisa para que el cuerpo responda a los estímulos eléctricos correctamente mientras el paciente está dormido.

Cuando se enfrenta una cirugía de este tipo, admite el doctor Farrington, “te pasas dos o tres semanas dándole vueltas a la cabeza, teniendo en cuenta absolutamente todas las circunstancias que se pueden dar alrededor. Yo siempre digo que no solo tienes que tener el plan A perfectamente preparado, tienes que tener plan B y plan C, y si fracasa tienes que tener capacidad de solventar el problema que ha surgido”.

Tras la tensión vivida en el quirófano, el paciente se recupera habitualmente en unas tres semanas, mientras que “el retorno completo a la vida normal incluyendo cualquier tipo de deporte, incluso de contacto, suele estar en torno a los 6 meses”, determina el traumatólogo.

El doctor Farrington durante una cirugía.

El doctor Farrington durante una cirugía.

La cirugía tiene una alta tasa de éxito, pero el principal inconveniente es que “al fusionar un tramo de la columna esta porción deja de crecer y de tener movilidad”, señala el traumatólogo. Sin embargo, añade, “en los últimos 10 años se han desarrollado técnicas preservadoras del crecimiento y de no-fusión”, aunque aún no igualan los resultados de la cirugía convencional en cuanto a la corrección de la deformidad.

Además, desde hace años, este tipo de cirugías se realizan con métodos mínimamente invasivos. Más recientemente, comenta el doctor Farrington, “el tratamiento quirúrgico de la escoliosis se ha visto muy influido por las nuevas tecnologías con la introducción de la cirugía navegada (colocación de los implantes mediante sistemas de guiado similares a un GPS), la cirugía robótica (colocación de los implantes mediante un sistema robótico) y finalmente la aportación de la Inteligencia Artificial en la planificación quirúrgica”. La cirugía moderna de la escoliosis ya permite superar esta condición con grandes garantías para una recuperación definitiva.

 elespanol – Salud

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