Dolores De la Puerta, la sabia del intestino: «Las personas centenarias gozan de una mejor microbiota y no tienen estrés»

Cada vez sabemos más sobre la microbiota y sobre la importancia de mantenerla saludable: desde la protección frente a enfermedades hasta alargar la vida.
Más información: Francisco Rosero, endocrino: «La clave para tener una microbiota sana esté en estos alimentos». Cada vez sabemos más sobre la microbiota y sobre la importancia de mantenerla saludable: desde la protección frente a enfermedades hasta alargar la vida.
Más información: Francisco Rosero, endocrino: «La clave para tener una microbiota sana esté en estos alimentos».  

Hace tan solo unos años, el consumo de yogur y algún que otro alimento fermentado aislado era lo único que se recomendaba para mantener una microbiota saludable. Hoy en día sabemos que no es tan fácil, o mejor dicho, no es tan difícil: existen multitud de alimentos ricos en fibras de diversos tipos que pueden ser adecuados para mejorar y potenciar la microbiota del ser humano. Si bien es cierto que los alimentos fermentados siguen siendo los más conocidos en dicho aspecto, muchos alimentos frescos y de temporada también tendrían cabida en este aspecto.

De hecho, se está empezando a sugerir que las personas que llegan a sobrevivir cien años o más, los conocidos como centenarios o súper-centenarios cuando superan los ciento diez años, tendrían una microbiota diferente al individuo promedio. Al menos, así lo ha explicado recientemente la Dra. de la Puerta en el programa ‘Saber Vivir’, aunque esta experta en microbiota lleva años hablando sobre cómo relajar nuestra microbiota y mejorar su salud a largo plazo.

La Dra. de la Puerta, la cual en realidad se formó como cirujana plástica, empezó a indagar sobre el mundo de la microbiota hace ya más de veinte años. Recientemente ha estado en el conocido programa ‘Saber Vivir’ para hablar sobre la microbiota de las personas centenarias, e indagando sobre si estos microorganismos pueden ser clave en su extraordinaria longevidad:

«Así es, se ha visto que las personas centenarias tienen mejor microbiota, porque tienen una alimentación y un estilo de vida muy particular. Tienen esa alimentación completa, variada, rotacional, de temporada. Y tienen un estilo de vida sin estrés y activo. No son nada sedentarios»

Como comenta la experta en microbiota, mantener un nivel adecuado de actividad física parece ser una característica común en estas personas centenarias, algo que a su vez se reflejaría en su microbiota. Pero, además, la base de todo su estilo de vida sería su alimentación: alimentos de origen vegetal, como verduras y legumbres, lo que equivaldría a tomar mayor cantidad de fitonutrientes y fibra, como comentábamos en un inicio.

La fibra, según explican tanto la Dra. de la Puerta como Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y nutricionista, llegaría al intestino grueso o colon sin modificarse, pudiendo servir así de alimento para la microbiota intestinal. Recordemos, eso sí, que la fibra fermentable como la inulina o los betaglucanos sería la más adecuada, dado que es la que puede funcionar de sustrato para ciertos tipos de microorganismos intestinales, que en consecuencia acabarán fabricando los conocidos como ácidos grasos de cadena corta o AGCC (butirato, propionato y acetato).

Además, estas personas centenarias también parecen consumir más pescado azul, con un consumo de hasta tres porciones semanales. Recordemos que este tipo de pescado es rico en ácidos grasos omega-3, los cuales también se han relacionado no solo con una mejor salud de la microbiota, sino también con un menor riesgo cardiovascular en el ser humano.

Los ácidos grasos omega-3 poseen conocidos beneficios antioxidantes y antiinflamatorios. En este aspecto, los ácidos grasos omega-3 actúan de una forma más indirecta sobre la microbiota, dado que su actividad antiinflamatoria colaboraría en reducir el riesgo de sufrir permeabilidad intestinal, evitando así daños tanto en el mismo intestino grueso como en la microbiota de su interior.

Por su parte, algunos estudios sugieren que la suplementación externa con omega-3 colaboraría en aumentar algunas especies beneficiosas de la microbiota, como Lactobacillus y Bifidobacterium, a la par que reduciría los niveles de especies proinflamatorias, como Enterobacteriaceae y Desulfovibrio.

Actualmente se sigue investigando, cada vez de forma más extensa, sobre el impacto de la alimentación sobre la microbiota. Si bien es cierto que puede ser un factor clave en la longevidad de las personas centenarias, cabe destacar que es muy probable que tanto genética como estilo de vida y otros factores ambientales estén implicados en su larga esperanza de vida.

 elespanol – Salud

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