La continuidad del concierto sanitario de Muface que garantiza la asistencia a un millón y medio de funcionarios y familiares está asegurada hasta el año 2028 pero eso no quiere decir que la sensación de inquietud de los mutualistas se haya disipado. El tira y afloja entre las aseguradoras que se han mantenido en Muface, SegurCaixa Adeslas y Asisa, y la red de profesionales y centros privados que prestan la atención concertada a los mutualistas sobre las condiciones económicas del servicio ha generado una creciente inquietud en torno a la dotación de los cuadros médicos.El sindicato CSIF, que ya adelantó que fiscalizaría el desarrollo del nuevo concierto, ha solicitado formalmente a la dirección de Muface que haga públicos los cuadros médicos a disposición de los mutualistas para facilitarles su elección por la cobertura concertada o por el sistema nacional de salud, que deberá sustanciarse en el curso de este mes de mayo según el calendario definido por Muface.Noticia Relacionada estandar Si La crisis de Muface provocó la huida de más de 45.000 funcionarios hacia la sanidad pública Bruno Pérez La mutua abrirá un plazo entre mayo y junio para que los que quieran puedan volver a su aseguradora y para que los adscritos a DKV elijan su nueva opción de asistencia sanitariaDe fondo, admiten, la inquietud de que la salida de DKV traiga consigo una reducción del cuadro médico de Muface y deje a los cerca de 200.000 mutualistas que estaban adscritos a esa aseguradora sin los especialistas que han llevado sus dolencias o enfermedades durante los últimos años. «Exigimos que se garantice a los mutualistas de DKV que podrán acceder a la nómina de especialistas que les venían tratando», dicen desde CSIF.Malestar entre los profesionalesEl otro foco de incertidumbre está en la negociación de las aseguradoras con los centros privados y los profesionales. La mejora de primas del 41% aceptada por el Gobierno para renovar el concierto de Muface y los 1.300 millones extra que recibirán las aseguradoras alentaron la expectativa de una mejora de las condiciones económicas en que se presta el servicio a los mutualistas de Muface tanto entre el sector privado como entre los profesionales autónomos.La realidad no parece haber cubierto esas expectativas. Fuentes de la red sanitaria que presta la asistencia concertada a los mutualistas estima entre un 3,5% y un 6,5% la mejora económica planteada, lo que supone entre un euro extra por cada consulta de medicina general y unos 20 euros para cada consulta de especialidades. « Es una limosna y lo que va a acabar ocurriendo es que los médicos nos plantaremos ante tanto abuso», advierte Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel, una plataforma que defiende los intereses de 2.000 profesionales que trabajan con Muface y que ya ha impugnado la licitación del concierto por no garantizar una retribución digna a los profesionales.La patronal Aspe también reivindicó en un comunicado «ofrecer una remuneración justa a hospitales y clínicas » para garantizar la calidad de la asistencia médica en Muface. La continuidad del concierto sanitario de Muface que garantiza la asistencia a un millón y medio de funcionarios y familiares está asegurada hasta el año 2028 pero eso no quiere decir que la sensación de inquietud de los mutualistas se haya disipado. El tira y afloja entre las aseguradoras que se han mantenido en Muface, SegurCaixa Adeslas y Asisa, y la red de profesionales y centros privados que prestan la atención concertada a los mutualistas sobre las condiciones económicas del servicio ha generado una creciente inquietud en torno a la dotación de los cuadros médicos.El sindicato CSIF, que ya adelantó que fiscalizaría el desarrollo del nuevo concierto, ha solicitado formalmente a la dirección de Muface que haga públicos los cuadros médicos a disposición de los mutualistas para facilitarles su elección por la cobertura concertada o por el sistema nacional de salud, que deberá sustanciarse en el curso de este mes de mayo según el calendario definido por Muface.Noticia Relacionada estandar Si La crisis de Muface provocó la huida de más de 45.000 funcionarios hacia la sanidad pública Bruno Pérez La mutua abrirá un plazo entre mayo y junio para que los que quieran puedan volver a su aseguradora y para que los adscritos a DKV elijan su nueva opción de asistencia sanitariaDe fondo, admiten, la inquietud de que la salida de DKV traiga consigo una reducción del cuadro médico de Muface y deje a los cerca de 200.000 mutualistas que estaban adscritos a esa aseguradora sin los especialistas que han llevado sus dolencias o enfermedades durante los últimos años. «Exigimos que se garantice a los mutualistas de DKV que podrán acceder a la nómina de especialistas que les venían tratando», dicen desde CSIF.Malestar entre los profesionalesEl otro foco de incertidumbre está en la negociación de las aseguradoras con los centros privados y los profesionales. La mejora de primas del 41% aceptada por el Gobierno para renovar el concierto de Muface y los 1.300 millones extra que recibirán las aseguradoras alentaron la expectativa de una mejora de las condiciones económicas en que se presta el servicio a los mutualistas de Muface tanto entre el sector privado como entre los profesionales autónomos.La realidad no parece haber cubierto esas expectativas. Fuentes de la red sanitaria que presta la asistencia concertada a los mutualistas estima entre un 3,5% y un 6,5% la mejora económica planteada, lo que supone entre un euro extra por cada consulta de medicina general y unos 20 euros para cada consulta de especialidades. « Es una limosna y lo que va a acabar ocurriendo es que los médicos nos plantaremos ante tanto abuso», advierte Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel, una plataforma que defiende los intereses de 2.000 profesionales que trabajan con Muface y que ya ha impugnado la licitación del concierto por no garantizar una retribución digna a los profesionales.La patronal Aspe también reivindicó en un comunicado «ofrecer una remuneración justa a hospitales y clínicas » para garantizar la calidad de la asistencia médica en Muface.
La salida de DKV y las discrepancias entre las aseguradoras y los profesionales y centros privados en torno a las condiciones económicas para la prestación del servicio mantienen la incertidumbre
La continuidad del concierto sanitario de Muface que garantiza la asistencia a un millón y medio de funcionarios y familiares está asegurada hasta el año 2028 pero eso no quiere decir que la sensación de inquietud de los mutualistas se haya disipado. El tira … y afloja entre las aseguradoras que se han mantenido en Muface, SegurCaixa Adeslas y Asisa, y la red de profesionales y centros privados que prestan la atención concertada a los mutualistas sobre las condiciones económicas del servicio ha generado una creciente inquietud en torno a la dotación de los cuadros médicos.
El sindicato CSIF, que ya adelantó que fiscalizaría el desarrollo del nuevo concierto, ha solicitado formalmente a la dirección de Muface que haga públicos los cuadros médicos a disposición de los mutualistas para facilitarles su elección por la cobertura concertada o por el sistema nacional de salud, que deberá sustanciarse en el curso de este mes de mayo según el calendario definido por Muface.
De fondo, admiten, la inquietud de que la salida de DKV traiga consigo una reducción del cuadro médico de Muface y deje a los cerca de 200.000 mutualistas que estaban adscritos a esa aseguradora sin los especialistas que han llevado sus dolencias o enfermedades durante los últimos años. «Exigimos que se garantice a los mutualistas de DKV que podrán acceder a la nómina de especialistas que les venían tratando», dicen desde CSIF.
Malestar entre los profesionales
El otro foco de incertidumbre está en la negociación de las aseguradoras con los centros privados y los profesionales. La mejora de primas del 41% aceptada por el Gobierno para renovar el concierto de Muface y los 1.300 millones extra que recibirán las aseguradoras alentaron la expectativa de una mejora de las condiciones económicas en que se presta el servicio a los mutualistas de Muface tanto entre el sector privado como entre los profesionales autónomos.
La realidad no parece haber cubierto esas expectativas. Fuentes de la red sanitaria que presta la asistencia concertada a los mutualistas estima entre un 3,5% y un 6,5% la mejora económica planteada, lo que supone entre un euro extra por cada consulta de medicina general y unos 20 euros para cada consulta de especialidades.
«Es una limosna y lo que va a acabar ocurriendo es que los médicos nos plantaremos ante tanto abuso», advierte Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel, una plataforma que defiende los intereses de 2.000 profesionales que trabajan con Muface y que ya ha impugnado la licitación del concierto por no garantizar una retribución digna a los profesionales.
La patronal Aspe también reivindicó en un comunicado «ofrecer una remuneración justa a hospitales y clínicas» para garantizar la calidad de la asistencia médica en Muface.
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