El Banco de España se apresta a abandonar la condición de pepito grillo de la sostenibilidad del sistema público de pensiones que ha venido ejerciendo de manera activa y persistente desde hace al menos una década. Para el gobernador de la institución desde el pasado mes de septiembre, José Luis Escrivá, que se da la circunstancia que también es el autor intelectual de la reforma de las pensiones actualmente en vigor, hay organismos como la Airef que tienen una mayor capacidad técnica que el supervisor para analizar la cuestión de la sostenibilidad de las pensiones y que por tanto no procede que el Banco de España se implique en un debate en el que no cree que pueda aportar valor.«El Banco de España tiene que opinar cuando tenga un valor que aportar», recalcó ayer el gobernador, que justificó así la llamativa falta de referencias a la cuestión de las pensiones en el último informe anual del supervisor, el primero de su etapa de gobierno, presentado la semana pasada. Escrivá argumentó que ya hay muchas fundaciones e institutos de análisis emitiendo opiniones sobre cuestiones de actualidad de la política económica -insinuando, además, que lo hacen con escaso rigor científico- y que entiende que el Banco de España no puede operar en esa misma longitud de onda, y adelantó que respecto al debate de las pensiones «meteré el menor ruido posible».Noticia Relacionada estandar Si El Banco de España deja de mencionar el gasto en pensiones como amenaza en el primer informe anual de la era Escrivá Bruno PérezNo será el único campo en el que el Banco de España se va a inhibir. «El Banco de España debe evitar opinar de aquellos asuntos sobre los que no tenga un análisis profundo y sólido, basado en evidentes fuertes», anunció, en lo que asoma como un anticipo de una posición mucho menos activa como prescriptor de políticas públicas, un flanco que su predecesor, Pablo Hernández de Cos, puso especial esfuerzo en potenciar. En este sentido, el gobernador puso especial énfasis en anunciar que la institución no se pronunciará sobre ninguna cuestión que implique redistribución de rentas, entre las que se cuentan el salario mínimo, el ingreso mínimo vital o incluso cuestiones relacionadas con las pensiones sobre las que la institución se ha pronunciado repetidamente en los últimos años. «No es nuestro campo, el Banco de España no tiene legitimidad democrática para hacerlo , es una cuestión que corresponde al Parlamento. No hay ningún banco central del mundo que se pronuncie sobre estas cuestiones», dijo en lo que parece una crítica a la etapa anterior.Revolución internaEscrivá explicó desde este cambio de enfoque sobre la función de análisis económico que debe jugar el Banco de España la reforma acometida en la Dirección de Economía, que ha saltado al foco de la actualidad por la ruidosa salida de su actual responsable, Ángel Gavilán , y las medidas de reajuste anunciadas horas después de conocerse esa salida.El gobernador negó que la reducción de áreas del departamento y el anunciado traslado de parte de su personal hacia otras direcciones generales vaya a debilitar la que ha sido hasta la fecha la dirección estrella de la institución y juzgó que saldrá reforzada por la incorporación de nuevas áreas de estudio y hasta 35 investigadores con perfiles diferentes. «Si hay alguna persona cualificada en España para acometer esta reforma, esa soy yo », dijo apelando a su dilatada experiencia profesional. Escrivá dio detalles del despliegue del Banco de España en Barcelona, que en principio se hará a través del Centro de Implementación y Desarrollo Tecnológico que tendrá su sede en la sucursal de la ciudad condal y que, dijo, también tendrá respaldo desde la Dirección de Economía. «Empezaremos con 25 personas, veremos adónde nos lleva», señaló. El Banco de España se apresta a abandonar la condición de pepito grillo de la sostenibilidad del sistema público de pensiones que ha venido ejerciendo de manera activa y persistente desde hace al menos una década. Para el gobernador de la institución desde el pasado mes de septiembre, José Luis Escrivá, que se da la circunstancia que también es el autor intelectual de la reforma de las pensiones actualmente en vigor, hay organismos como la Airef que tienen una mayor capacidad técnica que el supervisor para analizar la cuestión de la sostenibilidad de las pensiones y que por tanto no procede que el Banco de España se implique en un debate en el que no cree que pueda aportar valor.«El Banco de España tiene que opinar cuando tenga un valor que aportar», recalcó ayer el gobernador, que justificó así la llamativa falta de referencias a la cuestión de las pensiones en el último informe anual del supervisor, el primero de su etapa de gobierno, presentado la semana pasada. Escrivá argumentó que ya hay muchas fundaciones e institutos de análisis emitiendo opiniones sobre cuestiones de actualidad de la política económica -insinuando, además, que lo hacen con escaso rigor científico- y que entiende que el Banco de España no puede operar en esa misma longitud de onda, y adelantó que respecto al debate de las pensiones «meteré el menor ruido posible».Noticia Relacionada estandar Si El Banco de España deja de mencionar el gasto en pensiones como amenaza en el primer informe anual de la era Escrivá Bruno PérezNo será el único campo en el que el Banco de España se va a inhibir. «El Banco de España debe evitar opinar de aquellos asuntos sobre los que no tenga un análisis profundo y sólido, basado en evidentes fuertes», anunció, en lo que asoma como un anticipo de una posición mucho menos activa como prescriptor de políticas públicas, un flanco que su predecesor, Pablo Hernández de Cos, puso especial esfuerzo en potenciar. En este sentido, el gobernador puso especial énfasis en anunciar que la institución no se pronunciará sobre ninguna cuestión que implique redistribución de rentas, entre las que se cuentan el salario mínimo, el ingreso mínimo vital o incluso cuestiones relacionadas con las pensiones sobre las que la institución se ha pronunciado repetidamente en los últimos años. «No es nuestro campo, el Banco de España no tiene legitimidad democrática para hacerlo , es una cuestión que corresponde al Parlamento. No hay ningún banco central del mundo que se pronuncie sobre estas cuestiones», dijo en lo que parece una crítica a la etapa anterior.Revolución internaEscrivá explicó desde este cambio de enfoque sobre la función de análisis económico que debe jugar el Banco de España la reforma acometida en la Dirección de Economía, que ha saltado al foco de la actualidad por la ruidosa salida de su actual responsable, Ángel Gavilán , y las medidas de reajuste anunciadas horas después de conocerse esa salida.El gobernador negó que la reducción de áreas del departamento y el anunciado traslado de parte de su personal hacia otras direcciones generales vaya a debilitar la que ha sido hasta la fecha la dirección estrella de la institución y juzgó que saldrá reforzada por la incorporación de nuevas áreas de estudio y hasta 35 investigadores con perfiles diferentes. «Si hay alguna persona cualificada en España para acometer esta reforma, esa soy yo », dijo apelando a su dilatada experiencia profesional. Escrivá dio detalles del despliegue del Banco de España en Barcelona, que en principio se hará a través del Centro de Implementación y Desarrollo Tecnológico que tendrá su sede en la sucursal de la ciudad condal y que, dijo, también tendrá respaldo desde la Dirección de Economía. «Empezaremos con 25 personas, veremos adónde nos lleva», señaló.
Avanza que el banco se inhibirá de opinar sobre políticas de redistribución de rentas, entre las que se cuentan el SMI o el ingreso mínimo vital
El Banco de España se apresta a abandonar la condición de pepito grillo de la sostenibilidad del sistema público de pensiones que ha venido ejerciendo de manera activa y persistente desde hace al menos una década. Para el gobernador de la institución desde el … pasado mes de septiembre, José Luis Escrivá, que se da la circunstancia que también es el autor intelectual de la reforma de las pensiones actualmente en vigor, hay organismos como la Airef que tienen una mayor capacidad técnica que el supervisor para analizar la cuestión de la sostenibilidad de las pensiones y que por tanto no procede que el Banco de España se implique en un debate en el que no cree que pueda aportar valor.
«El Banco de España tiene que opinar cuando tenga un valor que aportar», recalcó ayer el gobernador, que justificó así la llamativa falta de referencias a la cuestión de las pensiones en el último informe anual del supervisor, el primero de su etapa de gobierno, presentado la semana pasada. Escrivá argumentó que ya hay muchas fundaciones e institutos de análisis emitiendo opiniones sobre cuestiones de actualidad de la política económica -insinuando, además, que lo hacen con escaso rigor científico- y que entiende que el Banco de España no puede operar en esa misma longitud de onda, y adelantó que respecto al debate de las pensiones «meteré el menor ruido posible».
No será el único campo en el que el Banco de España se va a inhibir. «El Banco de España debe evitar opinar de aquellos asuntos sobre los que no tenga un análisis profundo y sólido, basado en evidentes fuertes», anunció, en lo que asoma como un anticipo de una posición mucho menos activa como prescriptor de políticas públicas, un flanco que su predecesor, Pablo Hernández de Cos, puso especial esfuerzo en potenciar.
En este sentido, el gobernador puso especial énfasis en anunciar que la institución no se pronunciará sobre ninguna cuestión que implique redistribución de rentas, entre las que se cuentan el salario mínimo, el ingreso mínimo vital o incluso cuestiones relacionadas con las pensiones sobre las que la institución se ha pronunciado repetidamente en los últimos años. «No es nuestro campo, el Banco de España no tiene legitimidad democrática para hacerlo, es una cuestión que corresponde al Parlamento. No hay ningún banco central del mundo que se pronuncie sobre estas cuestiones», dijo en lo que parece una crítica a la etapa anterior.
Revolución interna
Escrivá explicó desde este cambio de enfoque sobre la función de análisis económico que debe jugar el Banco de España la reforma acometida en la Dirección de Economía, que ha saltado al foco de la actualidad por la ruidosa salida de su actual responsable, Ángel Gavilán, y las medidas de reajuste anunciadas horas después de conocerse esa salida.
El gobernador negó que la reducción de áreas del departamento y el anunciado traslado de parte de su personal hacia otras direcciones generales vaya a debilitar la que ha sido hasta la fecha la dirección estrella de la institución y juzgó que saldrá reforzada por la incorporación de nuevas áreas de estudio y hasta 35 investigadores con perfiles diferentes.
«Si hay alguna persona cualificada en España para acometer esta reforma, esa soy yo», dijo apelando a su dilatada experiencia profesional. Escrivá dio detalles del despliegue del Banco de España en Barcelona, que en principio se hará a través del Centro de Implementación y Desarrollo Tecnológico que tendrá su sede en la sucursal de la ciudad condal y que, dijo, también tendrá respaldo desde la Dirección de Economía. «Empezaremos con 25 personas, veremos adónde nos lleva», señaló.
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