España sólo ha registrado 11 olas de calor en junio desde 1975: «La excepción se están convirtiendo en la nueva normalidad»

Cada vez es más frecuente que estos episodios tengan lugar en este mes, como demuestra que el 77% de ellos se hayan dado en los últimos 20 años.
Más información: Al menos 75 personas han muerto por calor en lo que va de junio, según el Carlos III: el tercero más mortal en 10 años Cada vez es más frecuente que estos episodios tengan lugar en este mes, como demuestra que el 77% de ellos se hayan dado en los últimos 20 años.
Más información: Al menos 75 personas han muerto por calor en lo que va de junio, según el Carlos III: el tercero más mortal en 10 años  

La combinación de una potentísima dorsal y la advección cálida del sur harán que los termómetros se disparen en prácticamente todo el territorio español a partir del próximo sábado. Se espera que a partir de este día comience la primera ola de calor del verano.

De producirse, sería la duodécima ola de calor en España que se inicia en junio desde 1975.

Para que se haga una idea de lo poco frecuente que es que se produzcan estos episodios en este mes, en los últimos 50 años ha habido un total de 75 olas de calor; es decir, que sólo el 14,6% de ellas han tenido comienzo en junio.

La más temprana fue precisamente la primera, que tuvo lugar entre el 11 y el 16 de junio de 1981. Con 38,7 ºC de temperatura máxima, se trata de la segunda ola de calor de junio (junto con la de 2022) en la que se registró el valor más alto.

La de 2019 es la que presenta la cifra más alta, con 38,8 ºC. No habría que descartar que la que comenzará este sábado se sitúe a la cabeza, pues en algunos puntos se podrían llegar a superar los 44 ºC de máxima.

En lo que sí que es probable que coincida con las anteriores es en la duración, ya que no suelen superar los siete días (la de este año se alargará, como mínimo, hasta el martes 1 de julio).

La excepción, eso sí, la marca la ola de calor que se registró en junio de 2019. Fue la segunda más importante de las registradas en la Península y Baleares, además de ser la más larga registrada hasta la fecha en nuestro país, con 26 días de duración.

Cada vez más frecuentes

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que este mes de junio se va a convertir en el más cálido desde 1975. Superará así a los junios más cálidos hasta la fecha, que eran los de 2003 y 2017. En ambos años precisamente se registraron olas de calor en este mes.

Los registros demuestran que cada vez es más frecuente que haya olas de calor que se inicien en junio. Y es que de las nueve que han comenzado en este mes, hasta siete de ellas han tenido lugar en el presente siglo.

Para Mar Gómez, meteoróloga de ElTiempo.es, esta nueva realidad es consecuencia «indudable» del «calentamiento global que estamos viviendo».

Otra muestra de que la Tierra se está calentando a «un ritmo sin precedentes» es que los ocho años más cálidos jamás registrados a nivel global han ocurrido desde 2016. «Todo apunta a que 2025 también marcará cifras récord», señala Gómez en conversación con EL ESPAÑOL.

También es «un indicio claro del desplazamiento del patrón térmico tradicional». El calor extremo llega antes y aparece con mayor frecuencia en lo que antes se consideraban estaciones de transición.

Las olas de calor en la Península tienden a concentrarse en periodos climatológicamente más cálidos, que coinciden sobre todo con la canícula, como se conoce al periodo más caluroso del año, sucede entre mediados de julio y finales de agosto.

Por meses, julio es el que más olas de calor registra en los últimos 50 años, con un total de 35; una decena más de las que tienen lugar en agosto.

Aunque este aumento térmico está afectando a todas las estaciones, el verano está siendo «la más afectada». No sólo porque son cada vez más cálidos, sino también porque suelen durar más.

El calor extremo «se adelanta y se retrasa, colonizando cada vez más semanas». Aun así, todavía sigue siendo extraño que se registre una ola de calor en septiembre.

Desde 1975 ha habido ‘sólo’ cuatro en este mes, y dos de ellas se produjeron en la década de los años 80. Aunque la que registró la temperatura máxima más alta, con 39 ºC, fue la última, que tuvo lugar en 2016.

Y más intensas

En este contexto, las olas de calor no sólo son cada vez más frecuentes y duraderas, sino que también son más intensas. A ello se le suma que el Mediterráneo presenta anomalías térmicas de más de 3 ºC en algunas zonas, por lo que actúa como una gran ‘caldera’ que favorece tanto las noches tropicales como los episodios de calor persistente.

«En el clima, lo que antes eran excepciones, hoy se están convirtiendo en la nueva normalidad«, sintetiza Gómez.

La meteoróloga asegura que una ola de calor temprana no garantiza que todo el verano vaya a ser más cálido de lo normal, puesto que «el comportamiento estacional depende de muchos factores atmosféricos y oceánicos».

Sí que es «una pista más» de que el clima mediterráneo que conocíamos se está transformando: «Los veranos cálidos y extremos están dejando de ser la excepción para convertirse en la norma».

El de este año, según los modelos estacionales, volverá a ser un verano más cálido de lo habitual en gran parte del sur de Europa, incluida España.

 elespanol – Salud

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