La banca contabiliza cero euros por el impuestazo de 2024: «El pago está en el limbo»

Las cuentas del primer trimestre de 2025 que han presentado los bancos en estas dos últimas semanas ponen en aprietos al Ministerio de Hacienda . No se publicita en los informes ni en las respuestas en público, pero lo cierto es que ningún banco ha contabilizado gasto alguno por el impuesto a la banca correspondiente a los resultados históricos de 2024. El apunte contable de todos es de cero euros ya que el sector reconoce que el pago está en el aire. El problema tiene su razón de ser en el diseño del propio impuesto y su corrección posterior, como desveló ABC en febrero. El sector , a través de las patronales AEB y CECA , dispone desde principios de año de informes jurídicos de asesores que abren la puerta a las entidades a no pagar el tributo en su primer año de vigencia.Noticia Relacionada estandar No La Asociación Española de Banca recurrirá el impuesto a la banca en cuanto se publique el modelo de liquidación María Jesús PérezEl resquicio regulatorio para esquivar el pago por los resultados de 2024 se les ha abierto por el rechazo del Congreso al famoso decreto ómnibus. Hacienda había aprovechado ese vehículo legal para corregir, apenas tres días después de su aprobación inicial, la imperfecta redacción original de la norma del impuesto, que como ya había advertido el BCE condenaba a las entidades a imputar como gastos en su contabilidad de 2024 tanto la factura del gravamen transitorio por los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2023 como la del nuevo impuesto por los obtenidos en 2024, lo que según el supervisor podría tener «consecuencias no deseadas para la solvencia y posición competitiva de las entidades».Para corregir esa disfunción Hacienda decidió modificar la fecha de devengo del impuesto -el momento en que nace la obligación jurídica de pagarlo para los contribuyentes- del primer día del ejercicio siguiente al del periodo impositivo (1 de enero de 2025) al último día del mes natural siguiente al del periodo impositivo (31 de enero de 2025). Y fue con ese calendario modificado con el que se entró en 2025, el primer año en que las entidades debían pagar el impuesto. El problema afloró cuando el 22 de enero el Congreso decidió no convalidar el decreto ómnibus, y por tanto la modificación introducida por Hacienda, y la fecha de devengo del impuesto volvió al primer día «del ejercicio siguiente al del periodo impositivo»: el 1 de enero, ya superado.Fuentes del sector financiero entienden que la consecuencia de ese baile de fechas es que el nacimiento en términos jurídicos de la obligación de declarar por los resultados de 2024 ya ha sido rebasado sin haberse activado y que, por tanto, no podrá reactivarse hasta el 1 de enero de 2026, y únicamente por los beneficios obtenidos en el ejercicio de 2025, lo que impediría a Hacienda sacar tajada de los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2024.Sirviéndose de esta explicación, los bancos españoles no han contabilizado en sus cuentas ningún apunte por el impuesto correspondiente a 2024. Fuentes financieras reconocen esta situación, que ha pasado desapercibida en los resultados del primer trimestre de 2025, cuando se esperaba que se registrara el montante de cada entidad. «El pago está en el limbo», afirman fuentes del sector. Otras fuentes añaden que el Ministerio de Hacienda todavía tiene que resolver el problema generado, y ver si es posible resolverlo. Si se soluciona, dicen que acabarán registrándolo en las cuentas y pagando. Pero la realidad es que, a día de hoy, no está contabilizado por parte de la banca .Las cuentas de los bancosEsta situación lleva a cierta confusión si solo se ven los informes financieros que han reportado los bancos en estas dos últimas semanas. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Unicaja… todos han informado en sus cuentas del primer trimestre de 2025 de la contabilización del impuesto a la banca. Pero la realidad es que el importe que registran no es el que corresponde al ejercicio 2024, como se podía prever, sino que corresponde al 2025 y que será a pagar en 2026. Todas las entidades periodifican ahora el impuesto, es decir, que lo dividen por trimestres. En el primer trimestre, el Santander ha reportado un impuesto de 87 millones; BBVA, 85 millones; Caixabank, 148 millones; Sabadell, 31 millones… Pero todos esos apuntes en las cuentas no son sobre los resultados de 2024 sino de 2025. Las dudas en el sector financiero son enormes respecto al pago del impuesto y, por lo pronto, han optado por no contabilizar ningún pago en sus cuentas. Hacienda, por su parte, sacó hace semanas a audiencia pública la orden para desarrollar los modelos de pago del tributo, que iban a ser recurridos por el sector bancario. En teoría, el pago correspondiente a los resultados de 2024 habría de hacerse este próximo mes de junio pero, por el momento, ese abono está más en el limbo que nunca. Las cuentas del primer trimestre de 2025 que han presentado los bancos en estas dos últimas semanas ponen en aprietos al Ministerio de Hacienda . No se publicita en los informes ni en las respuestas en público, pero lo cierto es que ningún banco ha contabilizado gasto alguno por el impuesto a la banca correspondiente a los resultados históricos de 2024. El apunte contable de todos es de cero euros ya que el sector reconoce que el pago está en el aire. El problema tiene su razón de ser en el diseño del propio impuesto y su corrección posterior, como desveló ABC en febrero. El sector , a través de las patronales AEB y CECA , dispone desde principios de año de informes jurídicos de asesores que abren la puerta a las entidades a no pagar el tributo en su primer año de vigencia.Noticia Relacionada estandar No La Asociación Española de Banca recurrirá el impuesto a la banca en cuanto se publique el modelo de liquidación María Jesús PérezEl resquicio regulatorio para esquivar el pago por los resultados de 2024 se les ha abierto por el rechazo del Congreso al famoso decreto ómnibus. Hacienda había aprovechado ese vehículo legal para corregir, apenas tres días después de su aprobación inicial, la imperfecta redacción original de la norma del impuesto, que como ya había advertido el BCE condenaba a las entidades a imputar como gastos en su contabilidad de 2024 tanto la factura del gravamen transitorio por los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2023 como la del nuevo impuesto por los obtenidos en 2024, lo que según el supervisor podría tener «consecuencias no deseadas para la solvencia y posición competitiva de las entidades».Para corregir esa disfunción Hacienda decidió modificar la fecha de devengo del impuesto -el momento en que nace la obligación jurídica de pagarlo para los contribuyentes- del primer día del ejercicio siguiente al del periodo impositivo (1 de enero de 2025) al último día del mes natural siguiente al del periodo impositivo (31 de enero de 2025). Y fue con ese calendario modificado con el que se entró en 2025, el primer año en que las entidades debían pagar el impuesto. El problema afloró cuando el 22 de enero el Congreso decidió no convalidar el decreto ómnibus, y por tanto la modificación introducida por Hacienda, y la fecha de devengo del impuesto volvió al primer día «del ejercicio siguiente al del periodo impositivo»: el 1 de enero, ya superado.Fuentes del sector financiero entienden que la consecuencia de ese baile de fechas es que el nacimiento en términos jurídicos de la obligación de declarar por los resultados de 2024 ya ha sido rebasado sin haberse activado y que, por tanto, no podrá reactivarse hasta el 1 de enero de 2026, y únicamente por los beneficios obtenidos en el ejercicio de 2025, lo que impediría a Hacienda sacar tajada de los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2024.Sirviéndose de esta explicación, los bancos españoles no han contabilizado en sus cuentas ningún apunte por el impuesto correspondiente a 2024. Fuentes financieras reconocen esta situación, que ha pasado desapercibida en los resultados del primer trimestre de 2025, cuando se esperaba que se registrara el montante de cada entidad. «El pago está en el limbo», afirman fuentes del sector. Otras fuentes añaden que el Ministerio de Hacienda todavía tiene que resolver el problema generado, y ver si es posible resolverlo. Si se soluciona, dicen que acabarán registrándolo en las cuentas y pagando. Pero la realidad es que, a día de hoy, no está contabilizado por parte de la banca .Las cuentas de los bancosEsta situación lleva a cierta confusión si solo se ven los informes financieros que han reportado los bancos en estas dos últimas semanas. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Unicaja… todos han informado en sus cuentas del primer trimestre de 2025 de la contabilización del impuesto a la banca. Pero la realidad es que el importe que registran no es el que corresponde al ejercicio 2024, como se podía prever, sino que corresponde al 2025 y que será a pagar en 2026. Todas las entidades periodifican ahora el impuesto, es decir, que lo dividen por trimestres. En el primer trimestre, el Santander ha reportado un impuesto de 87 millones; BBVA, 85 millones; Caixabank, 148 millones; Sabadell, 31 millones… Pero todos esos apuntes en las cuentas no son sobre los resultados de 2024 sino de 2025. Las dudas en el sector financiero son enormes respecto al pago del impuesto y, por lo pronto, han optado por no contabilizar ningún pago en sus cuentas. Hacienda, por su parte, sacó hace semanas a audiencia pública la orden para desarrollar los modelos de pago del tributo, que iban a ser recurridos por el sector bancario. En teoría, el pago correspondiente a los resultados de 2024 habría de hacerse este próximo mes de junio pero, por el momento, ese abono está más en el limbo que nunca.  

Las cuentas del primer trimestre de 2025 que han presentado los bancos en estas dos últimas semanas ponen en aprietos al Ministerio de Hacienda. No se publicita en los informes ni en las respuestas en público, pero lo cierto es que ningún banco ha … contabilizado gasto alguno por el impuesto a la banca correspondiente a los resultados históricos de 2024. El apunte contable de todos es de cero euros ya que el sector reconoce que el pago está en el aire.

El problema tiene su razón de ser en el diseño del propio impuesto y su corrección posterior, como desveló ABC en febrero. El sector, a través de las patronales AEB y CECA, dispone desde principios de año de informes jurídicos de asesores que abren la puerta a las entidades a no pagar el tributo en su primer año de vigencia.

El resquicio regulatorio para esquivar el pago por los resultados de 2024 se les ha abierto por el rechazo del Congreso al famoso decreto ómnibus. Hacienda había aprovechado ese vehículo legal para corregir, apenas tres días después de su aprobación inicial, la imperfecta redacción original de la norma del impuesto, que como ya había advertido el BCE condenaba a las entidades a imputar como gastos en su contabilidad de 2024 tanto la factura del gravamen transitorio por los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2023 como la del nuevo impuesto por los obtenidos en 2024, lo que según el supervisor podría tener «consecuencias no deseadas para la solvencia y posición competitiva de las entidades».

Para corregir esa disfunción Hacienda decidió modificar la fecha de devengo del impuesto -el momento en que nace la obligación jurídica de pagarlo para los contribuyentes- del primer día del ejercicio siguiente al del periodo impositivo (1 de enero de 2025) al último día del mes natural siguiente al del periodo impositivo (31 de enero de 2025). Y fue con ese calendario modificado con el que se entró en 2025, el primer año en que las entidades debían pagar el impuesto. El problema afloró cuando el 22 de enero el Congreso decidió no convalidar el decreto ómnibus, y por tanto la modificación introducida por Hacienda, y la fecha de devengo del impuesto volvió al primer día «del ejercicio siguiente al del periodo impositivo»: el 1 de enero, ya superado.

Fuentes del sector financiero entienden que la consecuencia de ese baile de fechas es que el nacimiento en términos jurídicos de la obligación de declarar por los resultados de 2024 ya ha sido rebasado sin haberse activado y que, por tanto, no podrá reactivarse hasta el 1 de enero de 2026, y únicamente por los beneficios obtenidos en el ejercicio de 2025, lo que impediría a Hacienda sacar tajada de los rendimientos por comisiones e intereses obtenidos en 2024.

Sirviéndose de esta explicación, los bancos españoles no han contabilizado en sus cuentas ningún apunte por el impuesto correspondiente a 2024. Fuentes financieras reconocen esta situación, que ha pasado desapercibida en los resultados del primer trimestre de 2025, cuando se esperaba que se registrara el montante de cada entidad.

«El pago está en el limbo», afirman fuentes del sector. Otras fuentes añaden que el Ministerio de Hacienda todavía tiene que resolver el problema generado, y ver si es posible resolverlo. Si se soluciona, dicen que acabarán registrándolo en las cuentas y pagando. Pero la realidad es que, a día de hoy, no está contabilizado por parte de la banca.

Las cuentas de los bancos

Esta situación lleva a cierta confusión si solo se ven los informes financieros que han reportado los bancos en estas dos últimas semanas. Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Unicaja… todos han informado en sus cuentas del primer trimestre de 2025 de la contabilización del impuesto a la banca. Pero la realidad es que el importe que registran no es el que corresponde al ejercicio 2024, como se podía prever, sino que corresponde al 2025 y que será a pagar en 2026.

Todas las entidades periodifican ahora el impuesto, es decir, que lo dividen por trimestres. En el primer trimestre, el Santander ha reportado un impuesto de 87 millones; BBVA, 85 millones; Caixabank, 148 millones; Sabadell, 31 millones… Pero todos esos apuntes en las cuentas no son sobre los resultados de 2024 sino de 2025.

Las dudas en el sector financiero son enormes respecto al pago del impuesto y, por lo pronto, han optado por no contabilizar ningún pago en sus cuentas. Hacienda, por su parte, sacó hace semanas a audiencia pública la orden para desarrollar los modelos de pago del tributo, que iban a ser recurridos por el sector bancario. En teoría, el pago correspondiente a los resultados de 2024 habría de hacerse este próximo mes de junio pero, por el momento, ese abono está más en el limbo que nunca.

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