La industria pide a la «aburrida» Europa menos burocracia: «Los cambios son gratis»

La primera jornada de la 40 reunión anual del Círculo de Economía ha sido escenario de un choque, cordial, con buenas maneras, pero choque al fin, entre industria y regulador, representados en esta caso por el CEO del grupo Renault, Luca de Meo , y la vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera. Entre uno y otro, Jeromin Zettelmeyer, director del Instituto Bruegel Si la sesión de la mañana ha venido marcado por el anuncio de «consulta pública» para escrutar, tratar de frenar más bien, la OPA del BBVA sobre el Sabadell, la sesión de la tarde se ha centrado en el futuro de la industria y cómo, en buena forma, Europa se pone trabas a sí misma. De fondo, amenazando una Europa empeñada en lograr unos ambiciosos objetivos de descarbonización que son a la vez un lastre para su futuro industrial, el gran salto adelante de China ejemplificado en las nuevas marcas de coches eléctricos y el desbarajuste arancelario impuesto por la administración Trump.Con su habitual tono directo, Luca de Meo de alguna manera jugaba en casa -llegó a ser miembro de la junta del Cercle durante el periodo en el que lideró Seat-. Ante Ribera, De Meo ha sido claro, recordando que la industria del automóvil -no ha podido evitar el tópico, con base, obviamente, de definirlo como «locomotora»-, no solo pide ayudas directas -imprescindibles para levantar las milmillonarias gigafactorías de baterías- sino un cambio de mentalidad de los distintos niveles administrativos. «Hay cosas que no cuestan dinero», ha señalado recordando como en Francia se tardan dos años de media, en España tres, en obtener los permisos para instalar un punto de recarga rápido. «Aquí tardamos años, en China te acuestas y a la mañana ya tienes la instalación», ha bromeado.«En Renault, el 25% de mis ingenieros se dedican a adoptar soluciones para responder a las regulaciones. Y si te dedicas a eso, no construyes , el mercado no te lo paga, esto es un hándicap para nosotros. Nuestra propuesta no es un rechazo a la regulación, sino al menos ordenarlas», ha apuntado De Meo ante el asentimiento de la comisaria Ribera.Noticia Relacionada ESPECIAL FIRA DE BARCELONA estandar No «El Salón del Automóvil es un bálsamo frente a los aranceles» Juan Carlos Valero Enrique Lacalle, presidente del AutomoilE Barcelona, repasa los nuevos retos que tiene por delante la industria del automóvil y la nueva movilidadEl líder de Renault se ha atrevido a ir más allá, apuntando por ejemplo la posibilidad de que los coches eléctricos puedan devolver la energía sobrante al sistema ejerciendo de factor estabilizador del sistema, algo ahora imposible precisamente por el tsunami regulatorio que ello implicaría, sin contar con la dispersión de operadores que hay en cada país. A su lado, Ribera, ideóloga del «apagón» nuclear en España y una semana después de que España se quedase a oscuras, arqueaba las cejas.La comisaria, en su intervención, reconocía que el exceso regulatorio es un lastre para una industria europea que, como toda la economía en su conjunto, necesita «predectibilidad». «Y nos llegaron a reprochar que Europa era aburrida», ha recordado Ribera en alusión a los meses de vértigo en los que la administración Trump trata de revertir todos los parámetros en los que se ha basado la estabilidad y el crecimiento económico mundial. Entre el Green Deal europeo y la amenaza china, entre el exceso regulatorio y el panorama arancelario, la industria europea levanta la mano. La primera jornada de la 40 reunión anual del Círculo de Economía ha sido escenario de un choque, cordial, con buenas maneras, pero choque al fin, entre industria y regulador, representados en esta caso por el CEO del grupo Renault, Luca de Meo , y la vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera. Entre uno y otro, Jeromin Zettelmeyer, director del Instituto Bruegel Si la sesión de la mañana ha venido marcado por el anuncio de «consulta pública» para escrutar, tratar de frenar más bien, la OPA del BBVA sobre el Sabadell, la sesión de la tarde se ha centrado en el futuro de la industria y cómo, en buena forma, Europa se pone trabas a sí misma. De fondo, amenazando una Europa empeñada en lograr unos ambiciosos objetivos de descarbonización que son a la vez un lastre para su futuro industrial, el gran salto adelante de China ejemplificado en las nuevas marcas de coches eléctricos y el desbarajuste arancelario impuesto por la administración Trump.Con su habitual tono directo, Luca de Meo de alguna manera jugaba en casa -llegó a ser miembro de la junta del Cercle durante el periodo en el que lideró Seat-. Ante Ribera, De Meo ha sido claro, recordando que la industria del automóvil -no ha podido evitar el tópico, con base, obviamente, de definirlo como «locomotora»-, no solo pide ayudas directas -imprescindibles para levantar las milmillonarias gigafactorías de baterías- sino un cambio de mentalidad de los distintos niveles administrativos. «Hay cosas que no cuestan dinero», ha señalado recordando como en Francia se tardan dos años de media, en España tres, en obtener los permisos para instalar un punto de recarga rápido. «Aquí tardamos años, en China te acuestas y a la mañana ya tienes la instalación», ha bromeado.«En Renault, el 25% de mis ingenieros se dedican a adoptar soluciones para responder a las regulaciones. Y si te dedicas a eso, no construyes , el mercado no te lo paga, esto es un hándicap para nosotros. Nuestra propuesta no es un rechazo a la regulación, sino al menos ordenarlas», ha apuntado De Meo ante el asentimiento de la comisaria Ribera.Noticia Relacionada ESPECIAL FIRA DE BARCELONA estandar No «El Salón del Automóvil es un bálsamo frente a los aranceles» Juan Carlos Valero Enrique Lacalle, presidente del AutomoilE Barcelona, repasa los nuevos retos que tiene por delante la industria del automóvil y la nueva movilidadEl líder de Renault se ha atrevido a ir más allá, apuntando por ejemplo la posibilidad de que los coches eléctricos puedan devolver la energía sobrante al sistema ejerciendo de factor estabilizador del sistema, algo ahora imposible precisamente por el tsunami regulatorio que ello implicaría, sin contar con la dispersión de operadores que hay en cada país. A su lado, Ribera, ideóloga del «apagón» nuclear en España y una semana después de que España se quedase a oscuras, arqueaba las cejas.La comisaria, en su intervención, reconocía que el exceso regulatorio es un lastre para una industria europea que, como toda la economía en su conjunto, necesita «predectibilidad». «Y nos llegaron a reprochar que Europa era aburrida», ha recordado Ribera en alusión a los meses de vértigo en los que la administración Trump trata de revertir todos los parámetros en los que se ha basado la estabilidad y el crecimiento económico mundial. Entre el Green Deal europeo y la amenaza china, entre el exceso regulatorio y el panorama arancelario, la industria europea levanta la mano.  

La primera jornada de la 40 reunión anual del Círculo de Economía ha sido escenario de un choque, cordial, con buenas maneras, pero choque al fin, entre industria y regulador, representados en esta caso por el CEO del grupo Renault, Luca de Meo, … y la vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera. Entre uno y otro, Jeromin Zettelmeyer, director del Instituto Bruegel

Si la sesión de la mañana ha venido marcado por el anuncio de «consulta pública» para escrutar, tratar de frenar más bien, la OPA del BBVA sobre el Sabadell, la sesión de la tarde se ha centrado en el futuro de la industria y cómo, en buena forma, Europa se pone trabas a sí misma. De fondo, amenazando una Europa empeñada en lograr unos ambiciosos objetivos de descarbonización que son a la vez un lastre para su futuro industrial, el gran salto adelante de China ejemplificado en las nuevas marcas de coches eléctricos y el desbarajuste arancelario impuesto por la administración Trump.

Con su habitual tono directo, Luca de Meo de alguna manera jugaba en casa -llegó a ser miembro de la junta del Cercle durante el periodo en el que lideró Seat-. Ante Ribera, De Meo ha sido claro, recordando que la industria del automóvil -no ha podido evitar el tópico, con base, obviamente, de definirlo como «locomotora»-, no solo pide ayudas directas -imprescindibles para levantar las milmillonarias gigafactorías de baterías- sino un cambio de mentalidad de los distintos niveles administrativos. «Hay cosas que no cuestan dinero», ha señalado recordando como en Francia se tardan dos años de media, en España tres, en obtener los permisos para instalar un punto de recarga rápido. «Aquí tardamos años, en China te acuestas y a la mañana ya tienes la instalación», ha bromeado.

«En Renault, el 25% de mis ingenieros se dedican a adoptar soluciones para responder a las regulaciones. Y si te dedicas a eso, no construyes, el mercado no te lo paga, esto es un hándicap para nosotros. Nuestra propuesta no es un rechazo a la regulación, sino al menos ordenarlas», ha apuntado De Meo ante el asentimiento de la comisaria Ribera.

El líder de Renault se ha atrevido a ir más allá, apuntando por ejemplo la posibilidad de que los coches eléctricos puedan devolver la energía sobrante al sistema ejerciendo de factor estabilizador del sistema, algo ahora imposible precisamente por el tsunami regulatorio que ello implicaría, sin contar con la dispersión de operadores que hay en cada país. A su lado, Ribera, ideóloga del «apagón» nuclear en España y una semana después de que España se quedase a oscuras, arqueaba las cejas.

La comisaria, en su intervención, reconocía que el exceso regulatorio es un lastre para una industria europea que, como toda la economía en su conjunto, necesita «predectibilidad». «Y nos llegaron a reprochar que Europa era aburrida», ha recordado Ribera en alusión a los meses de vértigo en los que la administración Trump trata de revertir todos los parámetros en los que se ha basado la estabilidad y el crecimiento económico mundial. Entre el Green Deal europeo y la amenaza china, entre el exceso regulatorio y el panorama arancelario, la industria europea levanta la mano.

ABC Premium

Límite de sesiones alcanzadas

  • El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.

Volver a intentarABC Premium

Has superado el límite de sesiones

  • Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.

Sigue navegando

Artículo solo para suscriptores

 RSS de noticias de economia

Noticias Relacionadas