Un reciente estudio estima que para 2050 habrá más de 350.000 casos de enfermedad de Parkinson en España, el octavo país más afectado del mundo.
Más información: Un paciente de párkinson vuelve a caminar gracias a un implante neuronal: «Ya no temo a las escaleras» Un reciente estudio estima que para 2050 habrá más de 350.000 casos de enfermedad de Parkinson en España, el octavo país más afectado del mundo.
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«Intento que conviva conmigo y con mi ambiente, pero no le voy a dar más de lo que corresponde». De este modo explicaba José Ángel de la Casa su convivencia con la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que ya había sufrido su padre y que le acompañaba desde 2007, en el documental Un Señor de la Casa, estrenado en 2017. Tras una década visibilizando la convivencia con el párkinson, el mítico comunicador, narrador de hitos deportivos en RTVE como el 12-1 de España contra Malta o el Oro de Fermín Cacho en Barcelona 1992, ha fallecido a los 74 años.
«No nos quedaba en la vida otra cosa que asumirlo», explicaba sobre el párkinson De la Casa, tras el aprendizaje de haberse enfrentado a la enfermedad de su padre. «Ya sabíamos que era de largo recorrido, y éramos conscientes de que nos íbamos a enfrentar a un factor que iba a determinar bastante mi vida, pero también la de los que están a nuestro alrededor». Este trastorno es la segunda causa principal de demencia tras el alzhéimer, pero los especialistas advierten que está en rápido auge en todo el mundo.
Una investigación publicada el pasado marzo en la revista The BMJ advertía que para 2050 habrá 25,2 millones de personas viviendo con párkinson en todo el mundo. Estos datos suponen un aumento de casos del 112% respecto a las cifras registradas en 2021, el último año del que hay registro, y se acompañan del crecimiento de la prevalencia a nivel mundial de un 76%, hasta alcanzar los 267 casos por cada 100.000 habitantes. «Es la enfermedad neurodegenerativa de mayor crecimiento en la actualidad«, explicaba Fernando Alonso, neurólogo y director clínico del Centro Integral de Neurociencias HM CINAC.
Hay casos tristemente famosos de párkinson en personas jóvenes, siendo el más famoso el del actor Michael J. Fox, que lo sufre desde antes de cumplir los 30 años. El propio De la Casa inició síntomas en 2004, durante la Eurocopa de Portugal, apenas a los 50. Sin embargo, el envejecimiento es el principal desencadenante del trastorno, una serie de procesos celulares múltiples y complejos que acaban provocando la muerte de la sustancia negra del cerebro. Con los años, los mecanismos propios de la defensa a nivel celular se van mermando y las personas son cada vez más vulnerables.
Así, el envejecimiento de la población contribuye en un 89% en el aumento de los casos. Las personas mayores de 80 años tendrán la prevalencia más alta en los próximos 25 años, registrando 2.087 casos por cada 100.000 habitantes. El informe sitúa a España como uno de los países con más casos de esta enfermedad. A partir de 2030 será el octavo país del mundo en número de casos, cuando se espera que se alcancen los 230.000. Las siguientes dos décadas se mantendrá en la misma posición hasta llegar a los 351.000 pacientes.
«Aunque la enfermedad de Parkinson suele diagnosticarse más en la década de los 50 o 60, también hay casos entre jóvenes.No es algo excepcional, ni mucho menos«, advertía Diego Santos, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN). «Hay casos incluso por debajo de los 21. Repito que no es algo frecuente, pero tampoco es excepcional. Lo más normal es ver diagnósticos ya con relativa frecuencia en torno a los 40«.
El párkinson se caracteriza por la pérdida progresiva de las neuronas que producen un neurotransmisor, la dopamina, lo que deriva en múltiples trastornos neurológicos. Existen fármacos como la L-Dopa que alivian los síntomas iniciales, pero pierde eficacia con el tiempo y se relaciona con la discinesia, los movimientos incontrolados. Aunque los temblores son el efecto más conocido, también se incluyen la disminución olfativa, la disfagia (dificultad para tragar), alteración de la coordinación mano-boca, alteración de la regulación neuroendocrina del apetito y la dismotilidad (alteración del sistema digestivo).
Frente a estos complejos problemas sistémicos, la nueva esperanza llega en forma de tratamientos con células madre que podrían sustituir las neuronas dopaminérgicas perdidas en el cerebro. Dos ensayos han avalado la seguridad de este tipo de trasplantes que abren la puerta a nuevas terapias.
elespanol – Salud
