La pérdida de valor del dinero y la incertidumbre sobre las pensiones están obligando a los trabajadores a replantearse cómo y dónde asegurar su futuro.
Más información: Niño Becerra, economista: «Me dijeron que por qué tenían que pagarme a mí la pensión si ellos no iban a tener pensión» La pérdida de valor del dinero y la incertidumbre sobre las pensiones están obligando a los trabajadores a replantearse cómo y dónde asegurar su futuro.
Más información: Niño Becerra, economista: «Me dijeron que por qué tenían que pagarme a mí la pensión si ellos no iban a tener pensión»
La inflación y la incertidumbre sobre las pensiones se han convertido en dos de las mayores inquietudes para los trabajadores.
El aumento sostenido de los precios impacta de lleno en la economía doméstica, encareciendo productos básicos como la comida, el alquiler y otros gastos esenciales.
A medida que los años pasan, este fenómeno no solo afecta al presente, sino que puede comprometer gravemente el futuro económico de quienes hoy intentan ahorrar con vistas a su jubilación.
El valor del dinero
Natalia de Santiago, ingeniera y especialista en educación financiera, advierte sobre una realidad incómoda pero necesaria: guardar dinero en una cuenta bancaria sin ponerlo a trabajar puede ser una estrategia peligrosa a largo plazo.
En una intervención en el pódcast de Claudio Nieto, lo explicó de forma clara: «La inflación se va agravando con el tiempo. Con datos reales en los últimos 20 años, el dinero ha perdido casi un 45% de su poder adquisitivo en España«. Es decir, mil euros hoy no compran lo mismo que hace dos décadas, y en el futuro, esa diferencia podría ser aún mayor.
Este deterioro progresivo del valor del dinero obliga a repensar cómo se preparan los ciudadanos para su retiro. El error más común es creer que ahorrar es suficiente, cuando en realidad el ahorro sin inversión puede perder gran parte de su valor.
De Santiago pone un ejemplo contundente: «Los 1.000 euros que ahorraste hace 20 años hoy valen 500. Y si te quedan 20 años para jubilarte, cuenta que los 1.000 de hoy van a valer 500 si no haces nada». En otras palabras, dejar los ahorros inmóviles en el banco equivale, prácticamente, a dejar que se evaporen.
La solución no es necesariamente compleja, pero sí requiere un cambio de mentalidad: es imprescindible invertir. Y no se trata de buscar ganancias rápidas o asumir riesgos excesivos, sino de encontrar instrumentos que al menos mantengan el valor del dinero frente a la inflación.
Como señala la experta, «el dinero más importante que necesitas proteger de la inflación es el que vayas a usar a largo plazo«. En ese sentido, invertir no es solo una opción para quienes buscan rentabilidad, sino una necesidad para quienes desean mantener su nivel de vida al jubilarse.
De Santiago insiste en que es urgente poner en marcha una estrategia que incluya productos financieros adaptados al horizonte temporal de cada persona.
A largo plazo, los activos que generan interés o rentabilidad pueden contrarrestar el efecto erosivo de la inflación, mientras que los depósitos tradicionales simplemente no lo logran. «La inflación actúa como un interés negativo, así que necesitas compensar con un interés positivo», resume.
La vivienda: un síntoma claro
El ejemplo de la vivienda sirve para ilustrar cómo ha evolucionado el valor del dinero. La especialista recuerda que «en los años 60, en Madrid, podías comprarte un piso en el centro por unos 6.000 euros«.
Hoy, esa cifra parece irrisoria en comparación con los precios actuales. Esta comparación deja claro que el dinero pierde valor mientras los bienes tangibles, como los inmuebles, tienden a apreciarse con el tiempo. «Si estás pensando en tu jubilación, casi es mejor dejarle un piso a tus hijos que una suma de dinero que cada año valdrá menos», concluye.
En definitiva, planificar el futuro financiero exige más que ahorrar: implica entender cómo funciona la inflación, cómo afecta al dinero, y qué mecanismos existen para proteger el patrimonio a largo plazo. Ante un sistema de pensiones cada vez más presionado y un entorno económico cambiante, invertir se convierte en una herramienta de defensa, no solo de crecimiento.
elespanol – Sociedad