Putin y Xi Jinping presumen de su «amistad sin límites» y se comprometen a permanecer unidos frente a EE.UU.

Los presidentes de Rusia y China, Vladímir Putin y Xi Jinping, que presenciarán junto este viernes el desfile militar en la Plaza Roja con motivo del 80 aniversario de la Victoria contra la Alemania nazi, escenificaron este jueves en el pomposo marco de los oropeles del Kremlin la ratificación de la «amistad sin límites» que les une. Xi le regaló a su interlocutor ruso palabras de apoyo «ante el unilateralismo y el acoso hegemónico», en evidente alusión a las denuncias de Occidente por desencadenar la guerra en Ucrania.Pekín «trabajará con Rusia para asumir las responsabilidades especiales de las grandes potencias mundiales», le dijo a Putin el presidente chino al comienzo de la reunión. Según sus palabras, «la confianza política mutua entre China y Rusia es cada vez más profunda, y los lazos de cooperación pragmática son cada vez más fuertes». Tras el encuentro, los dos mandatarios firmaron varios documentos de carácter bilateral, entre ellos una declaración conjunta para «profundizar aún más las relaciones de asociación integral e interacción estratégica entre Rusia y China en la nueva era»En la comparecencia ante los medios, al final de las conversaciones, Putin aseguró que los dos países «hemos alcanzado el nivel más alto en la historia del desarrollo de nuestras relaciones, que no dependen de factores políticos internos ni de la situación global actual». A su juicio, «los enfoques de Moscú y Pekín en cuanto a los problemas clave a nivel internacional y regional coinciden plenamente o son muy cercanos».Interacción estratégicaEl jefe del Kremlin señaló que Rusia y China «siguen políticas exteriores independientes, autónomas y están interesadas en crear un orden mundial multipolar más justo y democrático». Xi, por su parte, subrayó la importancia de «intensificar la interacción estratégica» entre sus países y declaró que «juntos resistiremos cualquier contratiempo y superaremos cualquier obstáculo pese a las turbulencias de la actual situación internacional».Todos estos aspectos están recogidos en la declaración firmada este jueves en el Kremlin, cuyo texto ha difundido el departamento de prensa de la Presidencia rusa: «En el contexto de una situación internacional turbulenta y cambiante, Rusia y China, manteniendo una determinación estratégica y considerándose mutuamente como socios prioritarios, resistirán conjuntamente cualquier intento de injerencia y de socavar la amistad tradicional y la profunda confianza mutua entre nuestros países (…) que promoverán el desarrollo, el crecimiento mutuos, y aportarán estabilidad y energía positiva al mundo». La declaración califica de «profundamente desestabilizadores» los planes del presidente Donald Trump de dotarse de un sistema de defensa contra misiles disparados desde el espacio, ya que exige «un refuerzo significativo de los arsenales».Entre los acuerdos suscritos, el más comentado por la prensa rusa ha sido «la actualización del convenio para la promoción y protección mutua de inversiones», rubricado por el ministro de Economía ruso, Maxim Reshétnikov, y el de Comercio chino, Wang Wentao. Según la directora del Centro de Exportación de Rusia, Verónika Nikíshina, «China sigue siendo uno de los principales destinos de las exportaciones rusas gracias a su amplio mercado y a la creciente demanda de productos nacionales», especialmente gas, petróleo, minerales, madera y otros recursos naturales, cuyos precios son especialmente ventajosos para China a causa del aislamiento internacional que padece Rusia.Primer encuentro desde octubreLa vez anterior que Putin y Xi se reunieron fue en octubre del año pasado en la ciudad rusa de Kazán, en el marco de la cumbre de los BRICS y, de una u otra manera, siempre emerge el conflicto ucraniano. Pekín afirma estar por la paz y la integridad territorial de Ucrania, pero no ha reprochado a Moscú el uso de la fuerza y, aunque reitera que no envía armas a Rusia, lo cierto es que ayuda a que ciertos componentes de uso militar burlen las sanciones occidentales. Según Putin afirmó este jueves, su homólogo chino «está de acuerdo en la necesidad de eliminar las causas primigenias del conflicto en Ucrania», a saber, el origen «golpista» de los actuales dirigentes ucranianos, las ansias de adherirse a la OTAN, el rearme efectuado tras la anexión de Crimea y la «xenofobia» supuestamente mostrada en contra de la población prorrusa de Donbass y de la cultura y tradiciones rusas.Mientras tanto, la tregua de tres días decretada por Putin, que entró en vigor en la medianoche del miércoles y deberá extenderse hasta la medianoche del sábado para garantizar la seguridad de los fastos del Día de la Victoria, no se está cumpliendo de forma total, según denuncias de las dos partes. No obstante, este viernes no se registraron los habituales bombardeos rusos de gran intensidad ni las incursiones masivas de drones ucranianos como las de los tres primeros días de esta semana.El Ministerio de Defensa ruso deploró este jueves que «las Fuerzas Armadas de Ucrania no han cesado las operaciones de combate contra las tropas rusas. Han llevado a cabo dos intentos de atravesar la frontera estatal de la Federación Rusa en la región de Kursk, así como un ataque en la zona de la localidad de Dzerzhinsk en la República Popular de Donetsk». Ucrania, por su parte, también ha denunciado violaciones del alto el fuego de las tropas rusas, en concreto, bombardeos contra la región de Sumi. Los presidentes de Rusia y China, Vladímir Putin y Xi Jinping, que presenciarán junto este viernes el desfile militar en la Plaza Roja con motivo del 80 aniversario de la Victoria contra la Alemania nazi, escenificaron este jueves en el pomposo marco de los oropeles del Kremlin la ratificación de la «amistad sin límites» que les une. Xi le regaló a su interlocutor ruso palabras de apoyo «ante el unilateralismo y el acoso hegemónico», en evidente alusión a las denuncias de Occidente por desencadenar la guerra en Ucrania.Pekín «trabajará con Rusia para asumir las responsabilidades especiales de las grandes potencias mundiales», le dijo a Putin el presidente chino al comienzo de la reunión. Según sus palabras, «la confianza política mutua entre China y Rusia es cada vez más profunda, y los lazos de cooperación pragmática son cada vez más fuertes». Tras el encuentro, los dos mandatarios firmaron varios documentos de carácter bilateral, entre ellos una declaración conjunta para «profundizar aún más las relaciones de asociación integral e interacción estratégica entre Rusia y China en la nueva era»En la comparecencia ante los medios, al final de las conversaciones, Putin aseguró que los dos países «hemos alcanzado el nivel más alto en la historia del desarrollo de nuestras relaciones, que no dependen de factores políticos internos ni de la situación global actual». A su juicio, «los enfoques de Moscú y Pekín en cuanto a los problemas clave a nivel internacional y regional coinciden plenamente o son muy cercanos».Interacción estratégicaEl jefe del Kremlin señaló que Rusia y China «siguen políticas exteriores independientes, autónomas y están interesadas en crear un orden mundial multipolar más justo y democrático». Xi, por su parte, subrayó la importancia de «intensificar la interacción estratégica» entre sus países y declaró que «juntos resistiremos cualquier contratiempo y superaremos cualquier obstáculo pese a las turbulencias de la actual situación internacional».Todos estos aspectos están recogidos en la declaración firmada este jueves en el Kremlin, cuyo texto ha difundido el departamento de prensa de la Presidencia rusa: «En el contexto de una situación internacional turbulenta y cambiante, Rusia y China, manteniendo una determinación estratégica y considerándose mutuamente como socios prioritarios, resistirán conjuntamente cualquier intento de injerencia y de socavar la amistad tradicional y la profunda confianza mutua entre nuestros países (…) que promoverán el desarrollo, el crecimiento mutuos, y aportarán estabilidad y energía positiva al mundo». La declaración califica de «profundamente desestabilizadores» los planes del presidente Donald Trump de dotarse de un sistema de defensa contra misiles disparados desde el espacio, ya que exige «un refuerzo significativo de los arsenales».Entre los acuerdos suscritos, el más comentado por la prensa rusa ha sido «la actualización del convenio para la promoción y protección mutua de inversiones», rubricado por el ministro de Economía ruso, Maxim Reshétnikov, y el de Comercio chino, Wang Wentao. Según la directora del Centro de Exportación de Rusia, Verónika Nikíshina, «China sigue siendo uno de los principales destinos de las exportaciones rusas gracias a su amplio mercado y a la creciente demanda de productos nacionales», especialmente gas, petróleo, minerales, madera y otros recursos naturales, cuyos precios son especialmente ventajosos para China a causa del aislamiento internacional que padece Rusia.Primer encuentro desde octubreLa vez anterior que Putin y Xi se reunieron fue en octubre del año pasado en la ciudad rusa de Kazán, en el marco de la cumbre de los BRICS y, de una u otra manera, siempre emerge el conflicto ucraniano. Pekín afirma estar por la paz y la integridad territorial de Ucrania, pero no ha reprochado a Moscú el uso de la fuerza y, aunque reitera que no envía armas a Rusia, lo cierto es que ayuda a que ciertos componentes de uso militar burlen las sanciones occidentales. Según Putin afirmó este jueves, su homólogo chino «está de acuerdo en la necesidad de eliminar las causas primigenias del conflicto en Ucrania», a saber, el origen «golpista» de los actuales dirigentes ucranianos, las ansias de adherirse a la OTAN, el rearme efectuado tras la anexión de Crimea y la «xenofobia» supuestamente mostrada en contra de la población prorrusa de Donbass y de la cultura y tradiciones rusas.Mientras tanto, la tregua de tres días decretada por Putin, que entró en vigor en la medianoche del miércoles y deberá extenderse hasta la medianoche del sábado para garantizar la seguridad de los fastos del Día de la Victoria, no se está cumpliendo de forma total, según denuncias de las dos partes. No obstante, este viernes no se registraron los habituales bombardeos rusos de gran intensidad ni las incursiones masivas de drones ucranianos como las de los tres primeros días de esta semana.El Ministerio de Defensa ruso deploró este jueves que «las Fuerzas Armadas de Ucrania no han cesado las operaciones de combate contra las tropas rusas. Han llevado a cabo dos intentos de atravesar la frontera estatal de la Federación Rusa en la región de Kursk, así como un ataque en la zona de la localidad de Dzerzhinsk en la República Popular de Donetsk». Ucrania, por su parte, también ha denunciado violaciones del alto el fuego de las tropas rusas, en concreto, bombardeos contra la región de Sumi.  

El líder chino es el invitado estrella en las fastuosas conmemoraciones de la Segunda Guerra Mundial

Xi Jinping y Putin este jueves en Moscú

El presidente chino, Xi Jinping, dijo el jueves a Vladímir Putin de Rusia que sus dos países deberían ser «amigos de acero», y se comprometieron a impulsar la cooperación a un nuevo nivel en un momento de mayor confrontación con Occidente.

En las conversaciones en el Kremlin, los dos líderes se presentaron como defensores de un nuevo orden mundial que ya no esté dominado por Estados Unidos.

Xi es el más poderoso de más de dos docenas de líderes extranjeros que visitan Moscú esta semana para conmemorar el jueves el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, una celebración de enorme importancia para Putin .

La participación de Xi supone un importante impulso para Putin en un momento de agudas tensiones geopolíticas desde Oriente Medio hasta el sur de Asia, y en un momento en que Rusia se encuentra bajo presión de Estados Unidos en las vacilantes conversaciones destinadas a poner fin a la guerra en Ucrania.

China y Rusia deben salvaguardar la equidad y la justicia internacionales y «ser verdaderos amigos del acero que han pasado por cien pruebas de fuego», dijo Xi a Putin en comentarios televisados.

Los dos países deben consolidar las bases de su cooperación y «eliminar la interferencia externa», dijo Xi , cuyo país está actualmente involucrado en una guerra arancelaria lanzada por el presidente estadounidense Donald Trump.

Putin y Xi se han reunido decenas de veces y firmaron una alianza estratégica sin límites en febrero de 2022, menos de tres semanas antes de que Putin enviara su ejército a Ucrania. China es el principal socio comercial de Rusia y ha brindado a Moscú un salvavidas económico que le ha ayudado a sortear las sanciones occidentales.

Putin dijo que los dos líderes supervisarían personalmente todos los elementos clave de la relación, con el objetivo de lograr un impulso sustancial al comercio y la inversión para 2030.

Invitado poderoso

En el ámbito nacional, el aniversario de la Segunda Guerra Mundial ofrece a Putin la oportunidad de convocar a los rusos para recordar una hazaña histórica fundamental para la identidad nacional del país. La Unión Soviética perdió 27 millones de personas en la guerra, incluidos muchos millones en Ucrania, que también quedó devastada.

En el escenario mundial, Putin pretende demostrar que tiene aliados poderosos y demostrar que años de sanciones occidentales no han logrado aislar a Rusia.

En sus palabras de apertura tras saludar a Xi en uno de los salones más opulentos del Kremlin, Putin le agradeció por venir a Moscú para conmemorar los 80 años de la «sagrada» victoria sobre Adolf Hitler.

«La victoria sobre el fascismo, lograda a costa de enormes sacrificios, tiene una importancia duradera», afirmó Putin .

Junto con nuestros amigos chinos, defendemos firmemente la verdad histórica, protegemos la memoria de los acontecimientos de los años de guerra y contrarrestamos las manifestaciones modernas de neonazismo y militarismo.

Putin ha presentado su guerra en Ucrania como una lucha contra los nazis modernos desde el principio. Ucrania y sus aliados rechazan esa caracterización como una grotesca falsedad, acusando a Moscú de llevar a cabo una invasión de estilo imperial.

Xi dijo que los dos países, como potencias mundiales y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, trabajarían juntos para contrarrestar el «unilateralismo y la intimidación», una referencia implícita a Estados Unidos.

Presión de alto al fuego

La semana pasada, Putin anunció un alto el fuego unilateral de tres días en la guerra con Ucrania, que comenzaría el jueves. Ucrania no se ha comprometido a cumplirlo, calificándolo de artimaña de Putin para dar la impresión de que quiere poner fin a la guerra. En cambio, ha declarado su disposición a unirse a un alto el fuego que dure al menos 30 días.

Ambos países están bajo presión de Trump para alcanzar un acuerdo de paz, y Washington ha amenazado repetidamente con retirarse de las conversaciones a menos que haya un progreso claro.

Ucrania atacó Moscú con drones durante tres días a principios de esta semana, pero el cielo sobre la capital estaba tranquilo el jueves. Con tantos líderes extranjeros presentes, cualquier ataque durante los sucesos del 9 de mayo podría avergonzar a Putin y probablemente provocaría una respuesta contundente de Moscú.

Un portavoz militar ucraniano dijo a Reuters que las tropas rusas habían seguido realizando ataques en varias zonas del frente oriental, a pesar del alto el fuego.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que las fuerzas ucranianas habían intentado en dos ocasiones cruzar la frontera hacia la región rusa de Kursk desde el inicio del alto el fuego. Reuters no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones de ninguna de las partes.

Las tropas chinas participarán en el desfile militar del viernes en la Plaza Roja, el punto central de las conmemoraciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania instó el martes a los países a no enviar a sus ejércitos a participar, argumentando que ello contravendría la neutralidad declarada de algunos países en la guerra.

Xi ha pedido conversaciones para poner fin al conflicto en Ucrania y ha acusado a Estados Unidos de avivarlo con el suministro de armas a Kiev. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, lo ha instado en el pasado a intentar persuadir a Putin para que detenga la guerra.

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