Saúl Sánchez, nutricionista: «Congelar el pan en España antes de comerlo mejora la salud y tu microbiota»

«Cuando congelamos el pan, el almidón que se encuentra en su interior se transforma en almidón resistente», advierte el experto en nutrición.
Más información: Ángela Quintas, nutricionista, avisa sobre las tostadas con mantequilla en el desayuno: «No son la mejor fuente de grasa» «Cuando congelamos el pan, el almidón que se encuentra en su interior se transforma en almidón resistente», advierte el experto en nutrición.
Más información: Ángela Quintas, nutricionista, avisa sobre las tostadas con mantequilla en el desayuno: «No son la mejor fuente de grasa»  

Congelar el pan es una de las mejores formas de evitar el clásico desperdicio de alimentos. Una buena alternativa para disfrutar de uno de los alimentos más consumidos en España, por más tiempo, pero también de sumar una buena cantidad de beneficios nutricionales extra a nuestra salud, como advierte el nutricionista Saúl Sánchez.

El experto en nutrición lo explica de forma sencilla a los amantes del pan: «Te voy a contar una manera de que sea mucho más saludable y es algo tan sencillo como congelarlo». Este gesto cotidiano tiene efectos notables en nuestro metabolismo y salud intestinal gracias a un cambio en la composición del almidón del pan.

«Cuando congelamos el pan, el almidón que se encuentra en su interior se transforma en almidón resistente. Esto quiere decir que la digestión del mismo es un poco más lenta, por lo tanto la glucemia se vuelve mucho más controlada, no provoca picos de insulina y de glucosa que puedan resultar perjudiciales», explica Sánchez.

Este tipo de almidón, al resistirse a la digestión en el intestino delgado, actúa de manera similar a la fibra dietética. Además, los efectos beneficiosos del almidón resistente van más allá del control glucémico.

«Tiene efectos positivos sobre la microbiota. El almidón resistente es un compuesto que actúa como prebiótico. Es decir, fermenta dentro del intestino, sirviendo de sustrato energético a las bacterias que componen la microbiota», detalla el nutricionista.

Este proceso favorece la producción de ácidos grasos de cadena corta, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y su papel protector frente a distintas enfermedades.

Sánchez insiste en que «congelar el pan no cambia su valor nutricional o su contenido en nutrientes. Pero sí que retrasa la entrada de la glucosa. Esto es algo positivo sobre todo para mantener unos buenos parámetros metabólicos y encima mejora la calidad de la microbiota«.

Por tanto, este pequeño cambio en nuestros hábitos alimentarios puede contribuir significativamente a mejorar nuestra salud intestinal y prevenir alteraciones metabólicas. Congelar el pan, no solo ayuda a conservarlo mejor, también lo convierte en un alimento funcional con beneficios adicionales para el intestino.

Qué es el almidón resistente

El almidón resistente es una forma de almidón que no se digiere en el intestino delgado, sino que llega intacto al colon, donde sirve de alimento a las bacterias beneficiosas de la microbiota.

Este proceso produce compuestos como el butirato, un ácido graso de cadena corta con importantes propiedades antiinflamatorias. Existen varios tipos de almidón resistente, pero todos comparten esta capacidad prebiótica. Además del pan congelado, también podemos encontrarlo presente en otros alimentos como:

  • Plátanos verdes o poco maduros.
  • Legumbres cocidas y enfriadas (como lentejas y garbanzos).
  • Patatas cocidas y luego refrigeradas.
  • Arroz blanco cocido y enfriado.
  • Avena.

El enfriamiento o la congelación de ciertos alimentos ricos en almidón provoca una retrogradación del mismo, lo que genera este tipo resistente con beneficios adicionales para la salud intestinal y el metabolismo.

Tipos de pan más saludables

En cuanto al tipo de pan, no todos los panes ofrecen los mismos beneficios al ser congelados. Los más recomendables desde el punto de vista nutricional son aquellos elaborados con harinas integrales y cereales de grano entero, ya que contienen más fibra, vitaminas del grupo B y minerales.

Los mejores tipos de pan para congelar y aprovechar sus ventajas son:

  • Pan integral 100%: alto contenido en fibra y nutrientes.
  • Pan de centeno: favorece la saciedad y es más bajo en índice glucémico.
  • Pan de espelta o avena: ricos en proteínas y minerales.
  • Pan con semillas: aporta grasas saludables y micronutrientes.

Evitar los panes ultraprocesados o los que contienen azúcares añadidos, grasas trans o harinas refinadas es clave para obtener los máximos beneficios después de congelados.

 elespanol – Salud

Noticias Relacionadas