« Lo que está pasando en España no es normal en una sociedad democrática. Les aseguro que no vamos a descansar hasta que alguien obligue a Hacienda a retroceder«. Robert Amsterdam, el abogado experto en litigios internacionales que sacudió el mundillo fiscal español el pasado mes de diciembre al pagar la publicación de una página de publicidad en el Financial Times en la que asimilaba a la Hacienda española con «carteristas» y denunciaba el trato dispensado a los supuestos beneficiarios de la ‘ley Beckham’, ha planteado este martes en Madrid un pulso sin precedentes a la Hacienda española, a la que amenaza con llevar a las instancias que sea necesario para poner fin al «infierno» que según sus propias palabras la administración tributaria española hace pasar a los contribuyentes. «Esto no va ya de la ley Beckham, va de la dignidad de los contribuyentes, de derechos humanos y de acabar con la impunidad con que opera la administración fiscal en España. ¡Ya basta!».Noticia Relacionada Por la ‘ley Beckham’ estandar Si Hacienda maniobra para reventar la presentación en España del despacho que la tacha de carterista Bruno PérezLo que en principio se presentaba como la acción de un despacho para defender sobre el terreno los intereses de sus clientes frente a la supuesta agresividad de la Agencia Tributaria , ha terminado convertido en una ofensiva en toda regla contra la administración tributaria española. «Hacienda es una vergüenza para España, una desgracia nacional. Están violando los derechos fundamentales de los ciudadanos día tras día», ha enfatizado el fundador del despacho Amsterdam & Partners LLC., promotor de esta iniciativa. «Tenemos socios que nos apoyan y les aseguro que nos vamos a descansar hasta que alguien obligue a Hacienda a retroceder», ha advertido el abogado, que además ha aprovechado el evento para presentar el informe ‘Hacienda contra el pueblo’, elaborado junto al que fuera asesor de cabecera en materia fiscal de Tony Blair y Gordon Brown, Chris Wales, y en el que se desgranan las razones por las que han puesto a la Hacienda española en su punto de mira. La trampa de la ‘ley Beckham’El origen de todo este embrollo está en la ley Beckham, o, mejor dicho, en la particular interpretación que según el despacho la Agencia Tributaria está haciendo de la aplicación de esta norma, que sobre el papel ofrece un régimen preferente durante un periodo de seis años a los extranjeros que decidan fijar su residencia fiscal en España . Las ventajas se concretan en una tarifa plana del 24% en el IRPF para los primeros 600.000 euros de renta y la posibilidad de tributar únicamente por la renta nacional y no por toda la renta mundial.Lo que sobre el papel parece un caramelo para directivos o emprendedores digitales es, a juicio del bufete, un regalo envenenado . «Algunos ya se habían marchado cuando les picó el aguijón. Algunos lo padecieron después de asentarse para siempre en España… o al menos eso pensaban. En general, han sido perseguidos por la Agencia Tributaria , atrapados en lo que, o es una trampa orquestada por el Estado, o es, más probablemente, un plan sin escrúpulos imaginado por la propia AEAT», dice el informe un infierno en cuatro etapas, como lo ha definido Amsterdam este martes.Chris Wales ha reconocido que una de las cosas que más le ha impresionado es el trato de los inspectores de Hacienda a los contribuyentes . De hecho, los inspectores de Hacienda no salen nada bien parados de la campaña de Amsterdam & Parters LLC. contra la Agencia Tributaria. «Estoy impresionado por el temor de los profesionales de la fiscalidad hacia la Agencia Tributaria», ha reseñado. «Hay una falta de empatía por el contribuyente que lleva a pensar que necesitan formación para aprender a tratar a los ciudadanos como un igual y a explicarles los casos de forma adecuada, tanto en lo técnico como en lo humano».Cobrar por descubrir fraudesAtribuyen ese comportamiento a una política de incentivos mal alineada y, singularmente, al sistema de bonificaciones instaurado por la Agencia Tributaria en función del cumplimiento de determinados objetivos de detección del fraude fiscal. «¿Se imaginan que los incentivos salariales de los policías se percibieran en función de las personas a las que arrestan?», ha deslizado Wales, sugiriendo lo pernicioso de un sistema que hace dependen una parte no irrelevante -fuentes no oficiales de la Agencia admiten que en algunos casos puede suponer más de una cuarta parte del salario, aunque la Agencia reduce su peso en las percepciones de sus profesionales en un 1,4%- de sus retribuciones de la cuantía del fraude detectado.Rechazan también la práctica, que consideran muy extendida, de amenazar a los contribuyentes investigados por presuntas irregularidades con imputarles un delito fiscal (en los casos en que las cantidades así lo permiten) si no se avienen a pagar de forma pactada con la Agencia Tributaria. «No deben utilizarse las amenazas de criminalización para atacar a los contribuyentes cuya única intención es intentar proteger sus derechos contra alegaciones infundadas. Esta es una práctica que debe interrumpirse de inmediato. El gobierno español no puede permitir que prevalezca una cultura pandillera «. « Lo que está pasando en España no es normal en una sociedad democrática. Les aseguro que no vamos a descansar hasta que alguien obligue a Hacienda a retroceder«. Robert Amsterdam, el abogado experto en litigios internacionales que sacudió el mundillo fiscal español el pasado mes de diciembre al pagar la publicación de una página de publicidad en el Financial Times en la que asimilaba a la Hacienda española con «carteristas» y denunciaba el trato dispensado a los supuestos beneficiarios de la ‘ley Beckham’, ha planteado este martes en Madrid un pulso sin precedentes a la Hacienda española, a la que amenaza con llevar a las instancias que sea necesario para poner fin al «infierno» que según sus propias palabras la administración tributaria española hace pasar a los contribuyentes. «Esto no va ya de la ley Beckham, va de la dignidad de los contribuyentes, de derechos humanos y de acabar con la impunidad con que opera la administración fiscal en España. ¡Ya basta!».Noticia Relacionada Por la ‘ley Beckham’ estandar Si Hacienda maniobra para reventar la presentación en España del despacho que la tacha de carterista Bruno PérezLo que en principio se presentaba como la acción de un despacho para defender sobre el terreno los intereses de sus clientes frente a la supuesta agresividad de la Agencia Tributaria , ha terminado convertido en una ofensiva en toda regla contra la administración tributaria española. «Hacienda es una vergüenza para España, una desgracia nacional. Están violando los derechos fundamentales de los ciudadanos día tras día», ha enfatizado el fundador del despacho Amsterdam & Partners LLC., promotor de esta iniciativa. «Tenemos socios que nos apoyan y les aseguro que nos vamos a descansar hasta que alguien obligue a Hacienda a retroceder», ha advertido el abogado, que además ha aprovechado el evento para presentar el informe ‘Hacienda contra el pueblo’, elaborado junto al que fuera asesor de cabecera en materia fiscal de Tony Blair y Gordon Brown, Chris Wales, y en el que se desgranan las razones por las que han puesto a la Hacienda española en su punto de mira. La trampa de la ‘ley Beckham’El origen de todo este embrollo está en la ley Beckham, o, mejor dicho, en la particular interpretación que según el despacho la Agencia Tributaria está haciendo de la aplicación de esta norma, que sobre el papel ofrece un régimen preferente durante un periodo de seis años a los extranjeros que decidan fijar su residencia fiscal en España . Las ventajas se concretan en una tarifa plana del 24% en el IRPF para los primeros 600.000 euros de renta y la posibilidad de tributar únicamente por la renta nacional y no por toda la renta mundial.Lo que sobre el papel parece un caramelo para directivos o emprendedores digitales es, a juicio del bufete, un regalo envenenado . «Algunos ya se habían marchado cuando les picó el aguijón. Algunos lo padecieron después de asentarse para siempre en España… o al menos eso pensaban. En general, han sido perseguidos por la Agencia Tributaria , atrapados en lo que, o es una trampa orquestada por el Estado, o es, más probablemente, un plan sin escrúpulos imaginado por la propia AEAT», dice el informe un infierno en cuatro etapas, como lo ha definido Amsterdam este martes.Chris Wales ha reconocido que una de las cosas que más le ha impresionado es el trato de los inspectores de Hacienda a los contribuyentes . De hecho, los inspectores de Hacienda no salen nada bien parados de la campaña de Amsterdam & Parters LLC. contra la Agencia Tributaria. «Estoy impresionado por el temor de los profesionales de la fiscalidad hacia la Agencia Tributaria», ha reseñado. «Hay una falta de empatía por el contribuyente que lleva a pensar que necesitan formación para aprender a tratar a los ciudadanos como un igual y a explicarles los casos de forma adecuada, tanto en lo técnico como en lo humano».Cobrar por descubrir fraudesAtribuyen ese comportamiento a una política de incentivos mal alineada y, singularmente, al sistema de bonificaciones instaurado por la Agencia Tributaria en función del cumplimiento de determinados objetivos de detección del fraude fiscal. «¿Se imaginan que los incentivos salariales de los policías se percibieran en función de las personas a las que arrestan?», ha deslizado Wales, sugiriendo lo pernicioso de un sistema que hace dependen una parte no irrelevante -fuentes no oficiales de la Agencia admiten que en algunos casos puede suponer más de una cuarta parte del salario, aunque la Agencia reduce su peso en las percepciones de sus profesionales en un 1,4%- de sus retribuciones de la cuantía del fraude detectado.Rechazan también la práctica, que consideran muy extendida, de amenazar a los contribuyentes investigados por presuntas irregularidades con imputarles un delito fiscal (en los casos en que las cantidades así lo permiten) si no se avienen a pagar de forma pactada con la Agencia Tributaria. «No deben utilizarse las amenazas de criminalización para atacar a los contribuyentes cuya única intención es intentar proteger sus derechos contra alegaciones infundadas. Esta es una práctica que debe interrumpirse de inmediato. El gobierno español no puede permitir que prevalezca una cultura pandillera «.
«Lo que está pasando en España no es normal en una sociedad democrática. Les aseguro que no vamos a descansar hasta que alguien obligue a Hacienda a retroceder«. Robert Amsterdam, el abogado experto en litigios internacionales que sacudió el mundillo fiscal español el … pasado mes de diciembre al pagar la publicación de una página de publicidad en el Financial Times en la que asimilaba a la Hacienda española con «carteristas» y denunciaba el trato dispensado a los supuestos beneficiarios de la ‘ley Beckham’, ha planteado este martes en Madrid un pulso sin precedentes a la Hacienda española, a la que amenaza con llevar a las instancias que sea necesario para poner fin al «infierno» que según sus propias palabras la administración tributaria española hace pasar a los contribuyentes. «Esto no va ya de la ley Beckham, va de la dignidad de los contribuyentes, de derechos humanos y de acabar con la impunidad con que opera la administración fiscal en España. ¡Ya basta!».
Lo que en principio se presentaba como la acción de un despacho para defender sobre el terreno los intereses de sus clientes frente a la supuesta agresividad de la Agencia Tributaria, ha terminado convertido en una ofensiva en toda regla contra la administración tributaria española. «Hacienda es una vergüenza para España, una desgracia nacional. Están violando los derechos fundamentales de los ciudadanos día tras día», ha enfatizado el fundador del despacho Amsterdam & Partners LLC., promotor de esta iniciativa. «Tenemos socios que nos apoyan y les aseguro que nos vamos a descansar hasta que alguien obligue a Hacienda a retroceder», ha advertido el abogado, que además ha aprovechado el evento para presentar el informe ‘Hacienda contra el pueblo’, elaborado junto al que fuera asesor de cabecera en materia fiscal de Tony Blair y Gordon Brown, Chris Wales, y en el que se desgranan las razones por las que han puesto a la Hacienda española en su punto de mira.
La trampa de la ‘ley Beckham’
El origen de todo este embrollo está en la ley Beckham, o, mejor dicho, en la particular interpretación que según el despacho la Agencia Tributaria está haciendo de la aplicación de esta norma, que sobre el papel ofrece un régimen preferente durante un periodo de seis años a los extranjeros que decidan fijar su residencia fiscal en España. Las ventajas se concretan en una tarifa plana del 24% en el IRPF para los primeros 600.000 euros de renta y la posibilidad de tributar únicamente por la renta nacional y no por toda la renta mundial.
Lo que sobre el papel parece un caramelo para directivos o emprendedores digitales es, a juicio del bufete, un regalo envenenado. «Algunos ya se habían marchado cuando les picó el aguijón. Algunos lo padecieron después de asentarse para siempre en España… o al menos eso pensaban. En general, han sido perseguidos por la Agencia Tributaria, atrapados en lo que, o es una trampa orquestada por el Estado, o es, más probablemente, un plan sin escrúpulos imaginado por la propia AEAT», dice el informe un infierno en cuatro etapas, como lo ha definido Amsterdam este martes.
Chris Wales ha reconocido que una de las cosas que más le ha impresionado es el trato de los inspectores de Hacienda a los contribuyentes. De hecho, los inspectores de Hacienda no salen nada bien parados de la campaña de Amsterdam & Parters LLC. contra la Agencia Tributaria. «Estoy impresionado por el temor de los profesionales de la fiscalidad hacia la Agencia Tributaria», ha reseñado. «Hay una falta de empatía por el contribuyente que lleva a pensar que necesitan formación para aprender a tratar a los ciudadanos como un igual y a explicarles los casos de forma adecuada, tanto en lo técnico como en lo humano».
Cobrar por descubrir fraudes
Atribuyen ese comportamiento a una política de incentivos mal alineada y, singularmente, al sistema de bonificaciones instaurado por la Agencia Tributaria en función del cumplimiento de determinados objetivos de detección del fraude fiscal. «¿Se imaginan que los incentivos salariales de los policías se percibieran en función de las personas a las que arrestan?», ha deslizado Wales, sugiriendo lo pernicioso de un sistema que hace dependen una parte no irrelevante -fuentes no oficiales de la Agencia admiten que en algunos casos puede suponer más de una cuarta parte del salario, aunque la Agencia reduce su peso en las percepciones de sus profesionales en un 1,4%- de sus retribuciones de la cuantía del fraude detectado.
Rechazan también la práctica, que consideran muy extendida, de amenazar a los contribuyentes investigados por presuntas irregularidades con imputarles un delito fiscal (en los casos en que las cantidades así lo permiten) si no se avienen a pagar de forma pactada con la Agencia Tributaria. «No deben utilizarse las amenazas de criminalización para atacar a los contribuyentes cuya única intención es intentar proteger sus derechos contra alegaciones infundadas. Esta es una práctica que debe interrumpirse de inmediato. El gobierno español no puede permitir que prevalezca una cultura pandillera«.
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