Te contamos las características de este singular vino que, además, celebra el 25 aniversario de una bodega de la DOP Bodega Dehesa Peñalba.
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A 22 kilómetros de Valladolid, en el término municipal de Villabáñez, se encuentra Vizar. Una bodega situada en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Dehesa Peñalba –Vino de Pago–. Es decir, que hace ‘frontera’ con la DO Ribera del Duero (está a 8 kilómetros).
En el mundo del vino, ‘pago’ hace referencia a una bodega con viñedos que, debido a características únicas de microclima, suelo y clima, produce vinos con cualidades distintivas y singulares que no se encuentran en zonas cercanas.
Buena prueba de esos vinos con cualidades y rasgos singulares es ‘Dehesa Peñalba 25 aniversario’. Porque la bodega se fundó en el año 2000, cuando la familia Zarzuela recuperó una tradición vitivinícola que databa del siglo XIV.
Cuatro añadas y cuatro uvas
Este Vino de Pago tiene una seña de identidad que lo hace diferente a otros. Y es que ha sido elaborado con cuatro añadas, que fueron calificadas de excelentes: 2019, 2020, 2021 y 2022.
“La añada de 2019 fue fácil de trabajar. Un vino con energía”, afirma Emmanuel Ivars, enólogo de Bodegas Vizar. “La de 2020 dio como resultado un vino fresco y equilibrado, mientras que la de 2021 se caracterizó por la concentración y madurez de la uva”.
Por último, Ivars resalta de 2022 el hecho de que fue un año en el que resultó “difícil de domar el vino”.
Con todo, el resultado de estas cuatro añadas, con cuatro variedades de uva, ha sido “algo especial que combina los vinos elegantes, equilibrados y con mucha personalidad que hacemos”.

Etiqueta del vino aniversario.
¿Y cuáles son esas variedades de uva? Merlot, que aporta fragancia y sedosidad (43%); el vigor y la riqueza aromática del Syrah (39%); la frescura y estructura del Tempranillo (16%); y la personalidad del Cabernet Sauvignon (2%).
“Con este vino celebramos una evolución, muchos retos superados y un gran trabajo en equipo”, resume Isabel Turrado, directora de la bodega. “No ha sido fácil porque, entre otras causas, estábamos fuera de la DO Ribera del Duero”.
La nota de cata
Antes de entrar en detalle, conviene hacer un inciso para resaltar cómo se consiguió la DOP. Una labor ardua. “En 2015 empezamos la tramitación con Bruselas y tardamos ocho años en conseguirla”, recuerda Turrado.
En concreto, hubo que cumplir tres requisitos: uno, demostrar que el lugar, en este caso, la finca, formaba parte de una tradición histórica.
Dos, que la bodega estuviera dentro del Pago. Es decir, que la calidad o características que posee se deba fundamentalmente al medio geográfico donde está; y tres, que el producto debe producirse, transformarse o elaborarse en la zona geográfica delimitada.
Hecha esta aclaración “Dehesa Peñalba 25 aniversario’ tiene un color granate limpio y brillante, con capa media-alta y buen lagrimal. Eso en cuanto a vista.
En cuanto a nariz, expresa elegancia y complejidad. Eso, debido al ‘coupage’ de las distintas añadas, variedades y suelo (arcilloso, calcáreo, grava y arena…).
Y, en boca, es voluminoso, potente y lleno de frescura. Los aromas nobles y múltiples de frutos negros, cacao, especias y balsámicos se expresan con sutileza.
Todo ello reducido a un terreno de 90 hectáreas cuyos rendimientos máximos son inferiores a 6.000 kilos de uva por hectárea. De media, 300.000-350.000 kilos por añada.
Un vino del que sólo habrá 2.510 botellas numeradas y 115 magnums, que acabarán en el mercado nacional y en Suiza. Su precio de venta al público es de 89 euros.
elespanol – Sociedad