Antonio Matinero, 70 años: “Las únicas opciones que tenía eran morirme de hambre o la jubilación anticipada”

El jubilado relató a través de la red social YouTube su vida laboral y cómo tras un complejo trayecto tuvo que optar por la jubilación anticipada.
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Más información: Ángel Tolsanas, experto en finanzas: «Si vas a rescatar tu plan de pensiones no cometas este error o te saldrá muy caro»  

A pesar de que la edad de jubilación en España es a partir de los 65 años, se puede optar por la jubilación anticipada a partir de los 62 años. Sin embargo, esta opción trae consigo una penalización.

Optar por la jubilación anticipada, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, puede conllevar un coeficiente reductor que afecta a la cuantía percibida de la pensión. Esta reducción depende de los años cotizados y la edad de jubilación.

Antonio Matinero, de 70 años, contó en un vídeo en la red social YouTube todo sobre su larga y complicada vida laboral que terminó con una jubilación anticipada como única opción. Por ello, lidia con una reducción del 6% en su pensión.

Entre el paro y «sueldos de miseria»

«Fueron periodos de trabajo, de paro y con unos contratos de sueldos cercanos a la miseria», comenzó expresando el jubilado.

Antonio Matinero comenzó a trabajar en el año 1971 cuando tenía 16 años «en un estudio de arquitectura de Zaragoza pasando por todos los puestos de trabajo», explicó.

Así, pasó de ser «el chico de las fotocopias hasta ser delineante proyectista y responsable de proyectos», expresó.

Sin embargo, después de 37 años en la empresa, en el año 2008, contó que «me despidieron por motivos económicos del trabajo de toda mi vida». Con esto en el año 2009 Matinero pasó al paro.

«Pasé un año entero enviando currículum a todos los arquitectos y constructoras de Aragón y partes de otras comunidades sin tener ningún resultado positivo», relató el jubilado.

Con esto, en el año 2010 «desesperado por la situación me fui a mi pueblo», explicó. Esta opción era más barata que la ciudad y «tenía vida».

«Allí trabajé durante unos años en distintos puestos de trabajo temporales«, relató Matinero. Trabajó con contratos temporales y estuvo en algunos «periodos de paro».

«Trabajé de peón, cortando pinos, de albañil, de mantenimiento de las piscinas municipales en tres veranos», enumeró el arquitecto. «El trabajo más largo fueron 2 años trabajando en una empresa agropecuaria como responsable de obras hasta 2015″, añadió.

También, contó que además de haber sido una época de ‘ir y venir’ a nivel laboral, a esta situación se sumó que los contratos eran con «sueldos cercanos a la miseria».

De esta manera, en marzo de 2016, con 62 años y medio «se me terminó el paro y la administración me obligaba a jubilarme para vivir de los ahorros que, durante este periodo de contratos y paro, con pocos ingresos, habían desaparecido», explicó.

De esta forma se le presentó una circunstancia en la que «lo único que tenía como opción era morirme de hambre o la jubilación anticipada. Así que con 62 años y medio y 43 años cotizados solicité la jubilación«.

«La Seguridad Social me la concedió, pero con una penalización de un 15% para toda la vida», explicó el arquitecto.

Así, compartió que «pienso que no es justo que nos penalicen cuando tengo con creces cotizados más de los años necesarios para cobrar el 100%.»

Argumentó y concluyó que no considera «justo» que una persona que haya cotizado 36 años y haya tenido «la suerte de aguantar hasta los 65 años» reciba el 100%, mientras que otros tuvieron que jubilarse anticipadamente, tienen más años cotizados y tienen un coeficiente reductor.

 elespanol – Sociedad

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