Con la excepción de Podemos, cuya líder, Ione Belarra, aseguró que les cuesta “distinguir el grano de la paja” en los casos que afectan al entorno del presidente del Gobierno, la mayoría de socios de investidura de Pedro Sánchez descalificaron o restaron este martes importancia al auto del juez Peinado que solicita la imputación del ministro Félix Bolaños en la causa contra Begoña Gómez, esposa del jefe del Ejecutivo.
Podemos evita calificar de ‘lawfare’ la petición para imputar al ministro de Justicia como sí hizo con el fiscal general del Estado
Con la excepción de Podemos, cuya líder, Ione Belarra, aseguró que les cuesta “distinguir el grano de la paja” en los casos que afectan al entorno del presidente del Gobierno, la mayoría de socios de investidura de Pedro Sánchez descalificaron o restaron este martes importancia al auto del juez Peinado que solicita la imputación del ministro Félix Bolaños en la causa contra Begoña Gómez, esposa del jefe del Ejecutivo.
Verónica Martínez, portavoz de Sumar, marca política integrada en el Gobierno de coalición, se rio cuando le preguntaron por el asunto, suspiró y finalmente dijo: “Veremos lo que sale de este procedimiento, pero a nosotras las investigaciones basadas en bulos o noticias de pseudomedios nos parecen poco serias”. La investigación contra Gómez parte de una denuncia del pseudosindicato ultra Manos Limpias que incluía noticias falsas.
Para el portavoz adjunto de Sumar y dirigente de Izquierda Unida (IU), Enrique Santiago, la solicitud de imputación del ministro de Justicia forma parte de una “operación de desestabilización constante y muy organizada”. El coportavoz de los ‘Comuns’, Gerardo Pisarello, acusó al juez Peinado de “ver fantasmas donde nadie más los ve”. “Ha decidido cargar de manera bastante discutible contra el ministro de Justicia, pero es tremendamente atípico, por decirlo de manera suave, investigar por falso testimonio sobre algo que se declaró en la instrucción cuando no hay prueba jurídica sobre la falsedad de esas declaraciones. Estamos otra vez frente a la ejecución de la consigna de que el que pueda que haga”, añadió, refiriéndose a las palabras del expresidente del Gobierno José María Aznar llamando a la movilización para derrocar al Gobierno.
Por su parte, Alberto Ibáñez, de Compromís, tachó de “esperpéntico” el auto de Peinado y recordó que entre otras cosas, el juez asegura que la última vez que el ministro de Justicia vio a la asesora cuya contratación se investiga fue en el tanatorio por la muerte de la esposa del presidente de Gobierno, que está viva. También Gabriel Rufián, de ERC, se refirió a los errores que contiene el auto: “Yo entiendo que van con todo, pero un mínimo de decoro sería exigible”, escribió en su cuenta de X.
Tanto el PSOE como el Gobierno restaron importancia a la petición de imputación de Bolaños. “Nosotros acatamos lo que diga la justicia”, declaró el portavoz parlamentario de los socialistas, Patxi López, “pero es que esta me parece otra barbaridad más del mismo juez”. En la misma línea, la ministra portavoz, Pilar Alegría, manifestó la “máxima tranquilidad” del Gobierno y del propio Bolaños y confió en que el Tribunal Supremo “pondrá orden” en el asunto.
El controvertido auto del juez Peinado resucitó las tesis del acoso y persecución al Gobierno de coalición, pero no opacó la preocupación entre las formaciones que apoyan al Ejecutivo por lo que sí consideran un caso de corrupción grave, en alusión a la trama a la que la UCO vincula a los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y al chófer y asesor Koldo García.
El temor a que los escándalos en el principal partido de la coalición acaben perjudicando electoralmente a su socio ya ha provocado las primeras escisiones en Sumar, como la de la diputada de Compromís Águeda Micó, que pasará al grupo Mixto “para tener manos libres para fiscalizar al PSOE”, según explicó este martes en rueda de prensa. Alberto Ibáñez, también de Compromís, y que sí permanecerá de momento en el Grupo parlamentario de Sumar, lanzó una advertencia a los socialistas y no descartó “ningún escenario” en el futuro: “El PSOE tiene que entender que si quiere que luchemos juntos contra las cloacas y que juguemos juntos a democratizar este país tiene que ser más contundente con los casos de corrupción porque lo que no puede ser es que el golpe blando contra el Gobierno tape la corrupción del señor Ábalos y el señor Cerdán. Para poder ser radicales contra el lawfare (politización de la justicia) hay que ser mas radicales contra la corrupción”.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, que se escindió de Sumar apenas cuatro meses después de concurrir juntos a las elecciones generales de 2023, insistió, como el PP y Vox, en que “la legislatura está acabada” porque los escándalos han privado al Gobierno de “la capacidad política para resolver los problemas del país”. Fuentes del grupo parlamentario de Sumar admiten que no saben cuánto aguantará el Ejecutivo si no toma “medidas contundentes” contra la corrupción: “No se puede sostener a Sánchez solo con el miedo a que venga el lobo”, añaden, en alusión, a un posible gobierno del PP con la extrema derecha.
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