Hace más de un mes, los socialistas andaluces creían que estaban remontando el vuelo. Veían luz en algún punto, un brillito a lo lejos para, al menos, competir con el PP de Juan Manuel Moreno en las próximas elecciones autonómicas previstas para la primavera de 2026. Los socialistas habían elegido nueva líder, María Jesús Montero, nueva dirección en el partido y nueva portavoz en el grupo parlamentario, María Márquez. Habían diseñado una ruta ahora pospuesta hasta que amaine el temporal por el informe de la UCO que afecta a sus dos últimos secretarios federales de Organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y a su ayudante Koldo García.
Los diputados del PP llenan de metáforas sus intervenciones en las que arremeten contra la corrupción del PSOE
Hace más de un mes, los socialistas andaluces creían que estaban remontando el vuelo. Veían luz en algún punto, un brillito a lo lejos para, al menos, competir con el PP de Juan Manuel Moreno en las próximas elecciones autonómicas previstas para la primavera de 2026. Los socialistas habían elegido nueva líder, María Jesús Montero, nueva dirección en el partido y nueva portavoz en el grupo parlamentario, María Márquez. Habían diseñado una ruta ahora pospuesta hasta que amaine el temporal por el informe de la UCO que afecta a sus dos últimos secretarios federales de Organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y a su ayudante Koldo García.
Pero en el Parlamento de Andalucía lo que hay es una réplica de la borrasca del Congreso donde las palabras “mordidas, putas y corrupción” suenan con mayor frecuencia e intensidad que las palabras sanidad, educación o dependencia, cuyas competencias gestionan en exclusiva las comunidades autónomas.
La sesión de control al Gobierno -sea el que ahora preside Moreno o los anteriores presididos por socialistas- dejó hace mucho de ser un trámite parlamentario de vigilancia de la gestión gubernamental. De las 24 preguntas que los grupos dirigen a los consejeros -al margen de las planteadas al presidente andaluz- el 50% (12) las formulan los 58 diputados populares. Seis es el cupo de los 30 diputados socialistas, tres tiene Vox, dos Por Andalucía y una el grupo mixto-Adelante. Cada diputado tiene tres minutos y tres los consejeros.
Los diputados del PP, en general, no se atienen a la pregunta registrada. Algunos las adornan con metáforas y retórica de EGB y sin ninguna orfebrería oratoria. Y todos, absolutamente todos, destacan el “avance” de Andalucía desde que la preside “Juanma Moreno”. Varios ejemplos. El pasado 22 de mayo el diputado del PP por Almería Juan Salvador Giménez preguntó a la consejera de Salud sobre el plan de salud bucodental. Antes de formularla dio un rodeo: “Y es que, señorías, las caries no solo son esos pequeños agujeros que aparecen si no nos cuidamos la higiene de nuestros dientes. Las caries también pueden ser esas políticas del partido socialista que durante años fueron deteriorando nuestra sanidad, perforando poco a poco la confianza de los ciudadanos y debilitando el sistema público de salud de Andalucía”.
En el pleno del 11 de junio, el enunciado de una pregunta sobre el Plan de Recuperación y Conservación de las Aves Necrófagas prometía. La diputada del PP por Córdoba Araceli Cabello destacó el papel fundamental del buitre negro, el alimoche, el milano real o el quebrantahuesos como los aliados del equilibrio ecológico por limpiar de carroña en el campo andaluz. La tentación era realmente grande para la diputada y así fue: “No todos los carroñeros tienen plumas, algunos se sientan en escaños, tienen responsabilidades públicas y hacen de la política su única forma de vida (…) Vamos a hablar también de las pájaras, de las y los que sobreviven revoloteando”. Cabello señaló directamente a los socialistas que “se alimentan de la carroña política”, “se nutren de la polémica, de la mentira, del desgaste, del enfrentamiento, de la corrupción”. Y añadió: “Dicen que por el canto se conoce al pájaro. Menudo repertorio estamos soportando de los socialistas”. Dicho esto concluyó: “Señora consejera, me gustaría que hoy, en esta sede parlamentaria, nos hable del plan de recuperación y conservación del ave necrófaga”.
En esa misma sesión, el diputado popular por Sevilla Manuel Sanromán preguntó al consejero de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, sobre las explotaciones agrarias afectadas por la sequía, los temporales y la lengua azul. Pero antes de ir a la cuestión dejó esta alegoría en el diario de sesiones: “Me gustaría hacer referencia al lenguaje agrario ganadero, a las verdaderas animaladas y borricadas que aquí se han dicho por parte socialista, burradas de un grupo que se podría decir en idioma andaluz, en el idioma agrario, un grupo aborregado con las órdenes que se le dan desde Madrid”.
En la sesión de control de este jueves, los diputados del PP han seguido un mismo patrón a la hora de formular sus preguntas. La mayoría de sus tres minutos los han consumido en criticar con dureza un caso de corrupción que el Ejecutivo central asegura se circunscribe al “triángulo tóxico de Ábalos, Santos Cerdán y Koldo” y el resto en elogiar el “impulso” o el “liderazgo del Gobierno de Juanma Moreno”. Los populares han criticado a partes iguales a Pedro Sánchez y a María Jesús Montero, la candidata del PSOE a la presidencia de la Junta.
En este caso también se han oído comparaciones forzadas. La popular Verónica Martos se ha dirigido a la consejera de Igualdad: “Desde que Juanma Moreno es presidente de la Junta, la igualdad se ha convertido en una causa de Estado”, mientras los socialistas “han dejado de lado la conciliación y se dedican a sus cosas, al alterne”. López ha contestado recordando los audios de una conversación de Koldo García y Ábalos –“No sé, la Carlota, se enrolla que te cagas”, dice el exministro. “Pues, la que tú quieras. O Ariana y Carlota, y a tomar por culo”, dice el asistente- y se ha preguntado “dónde estaban las compañeras” del PSOE a la hora de condenar estas palabras. La bancada socialista ha saltado como un resorte: algunos diputados han protestado a viva voz, otros movían la cabeza con gestos de reprobación y otros se han salido del salón plenario. La situación se ha repetido más tarde cuando otra diputada del PP ha dicho que las socialistas “se callaron ante los compañeros de su partido que consumen prostitución”.
Los socialistas y el resto de los grupos de oposición de izquierdas han intentado salir de una agenda nacional que la mayoría absoluta del PP, en base al cupo que tiene por los 58 parlamentarios que le dieron los electores andaluces, ha impuesto de principio a fin. Las denuncias por la situación de la sanidad, las investigaciones judiciales sobre los contratos sanitarios menores y de emergencia, la imputación de los tres últimos gerentes del SAS, el cese de interventores de la Junta o la decisión de la Cámara de Cuentas de suspender un informe previsto sobre los contratos menores a las puertas de unas elecciones no han tenido eco.
Han ganado las metáforas. Aquí va la última de la diputada del PP por Almería Mónica Morales: “Traigo un tema que está a la orden del día. el cambio climático. Señorías del PSOE, no me voy a referir de momento al cambio climático donde se derriten ciertas pruebas, se queman las manos o hace desaparecer audios por arte de magia. Tampoco vamos a hablar del calentamiento global que se produce cada vez que Koldo, Ábalos o Santos Cerdán entran en una sala de interrogatorio. Ni tampoco del efecto invernadero que hay en la Moncloa, donde a Sánchez le faltan plásticos para cubrir los casos de corrupción que tiene a su alrededor”.
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