BBVA cree asumible seguir con la opa sobre Banco Sabadell, a la espera de la decisión del consejo

Aunque la decisión tendrá que adoptarla el consejo de administración de la entidad, con su presidente, Carlos Torres , y el CEO, Onur Genç , a la cabeza, en el BBVA gana fuerza la idea de que el veto del Gobierno a la fusión con Banco Sabadell durante al menos tres años no sería un impedimento insalvable para la opa. Consideran que esa condición, con lo que trae aparejado, sería asumible para el banco vasco, según fuentes financieras. Entre altos ejecutivos de la entidad, según las fuentes consultadas, está la creencia de que hay base para continuar con la operación por dos razones. En primer lugar, el escenario de que el Gobierno prohibiera la fusión era algo ya contemplado en la entidad financiera hasta el punto de que pensaban en poder esperar a un nuevo gobierno para ejecutar la fusión. Lo que no se esperaba es que fuera en este momento en el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez impusiera el veto a la unión posterior a la opa, ni que se extendiera durante al menos tres años.Noticia Relacionada estandar Si Las claves: qué ha decidido el Gobierno y qué opciones tiene el BBVA Daniel Caballero La operación se encuentra en una fase crítica en la que reina la incertidumbre sobre su futuroEn segundo lugar, entre las razones para creer que pueden asumir la intervención del Gobierno están los cálculos de las sinergias. Según ha comunicado siempre BBVA, el valor estimado de las sinergias asociadas a la fusión de ambas entidades asciende a 850 millones de euros . De esta cantidad, 750 millones son de costes operativos, dentro de los que entran 450 millones por tecnología principalmente y otros 300 millones por ahorros de personal. Los otros 100 millones son de ahorro de costes de financiación. Y el banco vasco siempre ha insistido, y así lo refleja en su propia web informativa sobre la opa, que «incluso sin fusión, la operación sigue siendo atractiva pues se conseguirían la mayoría de las sinergias». Algunos analistas apuntan a que BBVA tendrá que reducir mucho los cálculos por el veto gubernamental a la fusión posterior a la opa. En el banco nunca han estado en esa tesis de que se esfumarían las sinergias, al menos hasta ahora. Según fuentes financieras, los ahorros de personal quizás serían los más peliagudos de conseguir ya que, aunque no tienen prohibido despedir, lo cierto es que sin fusión no sería necesario acometer un ERE masivo. En cualquier caso, recuerdan que hay fórmulas para adelgazar la plantilla que no suponen un expediente de empleo y que permitirían aquí obtener ahorros. En el caso de los ahorros por tecnología, las fuentes apuntan a que aunque no integraran las plataformas, sí podrían romper los acuerdos que tiene el Sabadell y pasar todo a ser prestado como un servicio por BBVA.Una decisión muy esperada Catorce meses de opa El BBVA lanzó la opa a principios de mayo de 2024. Lleva ya 14 meses en marcha. El principal retraso ha estado en el análisis minucioso de Competencia. BBVA siempre ha pedido dejar decidir cuanto antes a los accionistas del Sabadell. La intervención El Gobierno impuso a BBVA una gran condición: no podrá fusionarse con el Sabadell al menos durante tres años. Deberá mantener personalidad jurídica y patrimonio separados, además de dotar a cada entidad de «autonomía». Lo que ha hecho el Ejecutivo es adelantar una decisión que le habría correspondido más adelante si triunfara la opa. Consejo La decisión sobre seguir adelante o no deberá tomarla el consejo de administración de BBVA. El mercado espera que se convoque pronto, entre dudas de los analistas sobre lo que escogerán. Las opciones, abiertas Pese a que en BBVA gana fuerza la creencia de que pueden continuar con la opa, lo cierto es que todas las opciones están abiertas, como lleva repitiendo el banco toda esta semana. Más allá de seguir con la operación, en paralelo también está la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo para impugnar la intervención del Ejecutivo de Pedro Sánchez.Sí que existen en el mercado ciertas dudas sobre un punto en concreto de la intervención del Gobierno. En el acuerdo del Consejo de Ministros se establece que ambas entidades tendrán que contar con personalidad jurídica y patrimonio separados, pero además cada una debería tener su propia «autonomía». El problema aquí radicaría en hasta qué punto BBVA debería dotar de «autonomía» a Banco Sabadell, ya que es algo que no está bien especificado. Se deberían establecer salvaguardas para que, pese a que ambos bancos estén bajo control efectivo de los vascos, la entidad catalana tomara decisiones de negocio y comerciales independientes. Fuentes financieras recalcan que dentro de BBVA ya existe una autonomía en las estrategias de negocio en cada gran filial con la que cuentan, y ponen de ejemplo a Turquía, con una autonomía de decisión notable para el día a día.El consejo decidiráLa decisión final sobre si seguir o no con la opa recaerá en todo caso sobre el consejo de administración. El mercado espera que se convoque pronto para adoptar una decisión que aclare el futuro de esta operación que lleva en marcha desde mayo de 2024. BBVA, a través de su presidente Carlos Torres , se ha encargado de dejar abiertas todas las opciones de cara a ese cónclave. Como confirmó la propia entidad ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el banco se encuentra evaluando si las condiciones del Gobierno le permiten seguir adelante o, por el contrario, sería mejor desistir. Paralelamente, en las últimas semanas Torres también ha advertido al Ejecutivo de que tienen la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo para impugnar la intervención al entender que la ley no habilita a endurecer las condiciones. Eso, con todo, podría retrasar aún más la opa. Aunque la decisión tendrá que adoptarla el consejo de administración de la entidad, con su presidente, Carlos Torres , y el CEO, Onur Genç , a la cabeza, en el BBVA gana fuerza la idea de que el veto del Gobierno a la fusión con Banco Sabadell durante al menos tres años no sería un impedimento insalvable para la opa. Consideran que esa condición, con lo que trae aparejado, sería asumible para el banco vasco, según fuentes financieras. Entre altos ejecutivos de la entidad, según las fuentes consultadas, está la creencia de que hay base para continuar con la operación por dos razones. En primer lugar, el escenario de que el Gobierno prohibiera la fusión era algo ya contemplado en la entidad financiera hasta el punto de que pensaban en poder esperar a un nuevo gobierno para ejecutar la fusión. Lo que no se esperaba es que fuera en este momento en el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez impusiera el veto a la unión posterior a la opa, ni que se extendiera durante al menos tres años.Noticia Relacionada estandar Si Las claves: qué ha decidido el Gobierno y qué opciones tiene el BBVA Daniel Caballero La operación se encuentra en una fase crítica en la que reina la incertidumbre sobre su futuroEn segundo lugar, entre las razones para creer que pueden asumir la intervención del Gobierno están los cálculos de las sinergias. Según ha comunicado siempre BBVA, el valor estimado de las sinergias asociadas a la fusión de ambas entidades asciende a 850 millones de euros . De esta cantidad, 750 millones son de costes operativos, dentro de los que entran 450 millones por tecnología principalmente y otros 300 millones por ahorros de personal. Los otros 100 millones son de ahorro de costes de financiación. Y el banco vasco siempre ha insistido, y así lo refleja en su propia web informativa sobre la opa, que «incluso sin fusión, la operación sigue siendo atractiva pues se conseguirían la mayoría de las sinergias». Algunos analistas apuntan a que BBVA tendrá que reducir mucho los cálculos por el veto gubernamental a la fusión posterior a la opa. En el banco nunca han estado en esa tesis de que se esfumarían las sinergias, al menos hasta ahora. Según fuentes financieras, los ahorros de personal quizás serían los más peliagudos de conseguir ya que, aunque no tienen prohibido despedir, lo cierto es que sin fusión no sería necesario acometer un ERE masivo. En cualquier caso, recuerdan que hay fórmulas para adelgazar la plantilla que no suponen un expediente de empleo y que permitirían aquí obtener ahorros. En el caso de los ahorros por tecnología, las fuentes apuntan a que aunque no integraran las plataformas, sí podrían romper los acuerdos que tiene el Sabadell y pasar todo a ser prestado como un servicio por BBVA.Una decisión muy esperada Catorce meses de opa El BBVA lanzó la opa a principios de mayo de 2024. Lleva ya 14 meses en marcha. El principal retraso ha estado en el análisis minucioso de Competencia. BBVA siempre ha pedido dejar decidir cuanto antes a los accionistas del Sabadell. La intervención El Gobierno impuso a BBVA una gran condición: no podrá fusionarse con el Sabadell al menos durante tres años. Deberá mantener personalidad jurídica y patrimonio separados, además de dotar a cada entidad de «autonomía». Lo que ha hecho el Ejecutivo es adelantar una decisión que le habría correspondido más adelante si triunfara la opa. Consejo La decisión sobre seguir adelante o no deberá tomarla el consejo de administración de BBVA. El mercado espera que se convoque pronto, entre dudas de los analistas sobre lo que escogerán. Las opciones, abiertas Pese a que en BBVA gana fuerza la creencia de que pueden continuar con la opa, lo cierto es que todas las opciones están abiertas, como lleva repitiendo el banco toda esta semana. Más allá de seguir con la operación, en paralelo también está la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo para impugnar la intervención del Ejecutivo de Pedro Sánchez.Sí que existen en el mercado ciertas dudas sobre un punto en concreto de la intervención del Gobierno. En el acuerdo del Consejo de Ministros se establece que ambas entidades tendrán que contar con personalidad jurídica y patrimonio separados, pero además cada una debería tener su propia «autonomía». El problema aquí radicaría en hasta qué punto BBVA debería dotar de «autonomía» a Banco Sabadell, ya que es algo que no está bien especificado. Se deberían establecer salvaguardas para que, pese a que ambos bancos estén bajo control efectivo de los vascos, la entidad catalana tomara decisiones de negocio y comerciales independientes. Fuentes financieras recalcan que dentro de BBVA ya existe una autonomía en las estrategias de negocio en cada gran filial con la que cuentan, y ponen de ejemplo a Turquía, con una autonomía de decisión notable para el día a día.El consejo decidiráLa decisión final sobre si seguir o no con la opa recaerá en todo caso sobre el consejo de administración. El mercado espera que se convoque pronto para adoptar una decisión que aclare el futuro de esta operación que lleva en marcha desde mayo de 2024. BBVA, a través de su presidente Carlos Torres , se ha encargado de dejar abiertas todas las opciones de cara a ese cónclave. Como confirmó la propia entidad ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el banco se encuentra evaluando si las condiciones del Gobierno le permiten seguir adelante o, por el contrario, sería mejor desistir. Paralelamente, en las últimas semanas Torres también ha advertido al Ejecutivo de que tienen la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo para impugnar la intervención al entender que la ley no habilita a endurecer las condiciones. Eso, con todo, podría retrasar aún más la opa.  

Aunque la decisión tendrá que adoptarla el consejo de administración de la entidad, con su presidente, Carlos Torres, y el CEO, Onur Genç, a la cabeza, en el BBVA gana fuerza la idea de que el veto del Gobierno a la fusión … con Banco Sabadell durante al menos tres años no sería un impedimento insalvable para la opa. Consideran que esa condición, con lo que trae aparejado, sería asumible para el banco vasco, según fuentes financieras.

Entre altos ejecutivos de la entidad, según las fuentes consultadas, está la creencia de que hay base para continuar con la operación por dos razones. En primer lugar, el escenario de que el Gobierno prohibiera la fusión era algo ya contemplado en la entidad financiera hasta el punto de que pensaban en poder esperar a un nuevo gobierno para ejecutar la fusión. Lo que no se esperaba es que fuera en este momento en el que el Ejecutivo de Pedro Sánchez impusiera el veto a la unión posterior a la opa, ni que se extendiera durante al menos tres años.

En segundo lugar, entre las razones para creer que pueden asumir la intervención del Gobierno están los cálculos de las sinergias. Según ha comunicado siempre BBVA, el valor estimado de las sinergias asociadas a la fusión de ambas entidades asciende a 850 millones de euros.

De esta cantidad, 750 millones son de costes operativos, dentro de los que entran 450 millones por tecnología principalmente y otros 300 millones por ahorros de personal. Los otros 100 millones son de ahorro de costes de financiación. Y el banco vasco siempre ha insistido, y así lo refleja en su propia web informativa sobre la opa, que «incluso sin fusión, la operación sigue siendo atractiva pues se conseguirían la mayoría de las sinergias».

Algunos analistas apuntan a que BBVA tendrá que reducir mucho los cálculos por el veto gubernamental a la fusión posterior a la opa. En el banco nunca han estado en esa tesis de que se esfumarían las sinergias, al menos hasta ahora.

Según fuentes financieras, los ahorros de personal quizás serían los más peliagudos de conseguir ya que, aunque no tienen prohibido despedir, lo cierto es que sin fusión no sería necesario acometer un ERE masivo. En cualquier caso, recuerdan que hay fórmulas para adelgazar la plantilla que no suponen un expediente de empleo y que permitirían aquí obtener ahorros. En el caso de los ahorros por tecnología, las fuentes apuntan a que aunque no integraran las plataformas, sí podrían romper los acuerdos que tiene el Sabadell y pasar todo a ser prestado como un servicio por BBVA.

Catorce meses de opa

El BBVA lanzó la opa a principios de mayo de 2024. Lleva ya 14 meses en marcha. El principal retraso ha estado en el análisis minucioso de Competencia. BBVA siempre ha pedido dejar decidir cuanto antes a los accionistas del Sabadell.

La intervención

El Gobierno impuso a BBVA una gran condición: no podrá fusionarse con el Sabadell al menos durante tres años. Deberá mantener personalidad jurídica y patrimonio separados, además de dotar a cada entidad de «autonomía». Lo que ha hecho el Ejecutivo es adelantar una decisión que le habría correspondido más adelante si triunfara la opa.

Consejo

La decisión sobre seguir adelante o no deberá tomarla el consejo de administración de BBVA. El mercado espera que se convoque pronto, entre dudas de los analistas sobre lo que escogerán.

Las opciones, abiertas

Pese a que en BBVA gana fuerza la creencia de que pueden continuar con la opa, lo cierto es que todas las opciones están abiertas, como lleva repitiendo el banco toda esta semana. Más allá de seguir con la operación, en paralelo también está la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo para impugnar la intervención del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Sí que existen en el mercado ciertas dudas sobre un punto en concreto de la intervención del Gobierno. En el acuerdo del Consejo de Ministros se establece que ambas entidades tendrán que contar con personalidad jurídica y patrimonio separados, pero además cada una debería tener su propia «autonomía».

El problema aquí radicaría en hasta qué punto BBVA debería dotar de «autonomía» a Banco Sabadell, ya que es algo que no está bien especificado. Se deberían establecer salvaguardas para que, pese a que ambos bancos estén bajo control efectivo de los vascos, la entidad catalana tomara decisiones de negocio y comerciales independientes. Fuentes financieras recalcan que dentro de BBVA ya existe una autonomía en las estrategias de negocio en cada gran filial con la que cuentan, y ponen de ejemplo a Turquía, con una autonomía de decisión notable para el día a día.

El consejo decidirá

La decisión final sobre si seguir o no con la opa recaerá en todo caso sobre el consejo de administración. El mercado espera que se convoque pronto para adoptar una decisión que aclare el futuro de esta operación que lleva en marcha desde mayo de 2024.

BBVA, a través de su presidente Carlos Torres, se ha encargado de dejar abiertas todas las opciones de cara a ese cónclave. Como confirmó la propia entidad ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el banco se encuentra evaluando si las condiciones del Gobierno le permiten seguir adelante o, por el contrario, sería mejor desistir.

Paralelamente, en las últimas semanas Torres también ha advertido al Ejecutivo de que tienen la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo para impugnar la intervención al entender que la ley no habilita a endurecer las condiciones. Eso, con todo, podría retrasar aún más la opa.

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