Bombas «antibúnker», misiles de largo alcance y los aviones más sofisticados y letales del arsenal estadounidense; así ha sido el ataque a Irán

Explosivos «antibúnker» , misiles de crucero de largo alcance y los bombarderos más sofisticados y letales del arsenal estadounidense. Estas han sido las armas que ha empleado Estados Unidos para atacar tres centros neurálgicos del programa nuclear iraní en una operación de auténtica precisión militar llamada ‘Martillo de Medianoche’. Durante la madrugada de este sábado, siete bombarderos B-2 portaron en un viaje de 18 horas -el mayor despliegue aéreo con B-2 de la historia estadounidense- y asistidos por 125 aeronaves hasta seis bombas ‘GBU-57 Penetrator’ . Apodada la ‘revienta-búnkeres’, este tipo de misil representa la tecnología más avanzada en armamento de penetración profunda. Diseñadas en el año 2004 -tras comprobarse en la guerra de Irak que las bombas antibúnker del momento no eran suficientes para destruir instalaciones profundamente enterradas- estas armas están específicamente diseñadas para neutralizar objetivos subterráneos fortificados, como las instalaciones nucleares iraníes de Fordo y Natanz . Con un peso de entre 6.350 a 13.600 kg, dependiendo del modelo, cuentan con una capacidad de penetración de 60 metros y una ojiva de alta potencia con retardo para detonación tras penetración. Cuenta además con un sistema GPS de alta precisión con capacidad de corrección en vuelo.Noticia Relacionada GBU-57 Penetrator estandar Si Así es la bomba con la que atacó la aviación americana a Irán y que ansía Israel David AlandeteLos bombarderos B-2 , los encargados de trasladar estos explosivos, son aeronaves especializadas en lanzar armas a gran altitud siendo prácticamente indetectables por un radar. Están especialmente modificados para transportar dos bombas, una en cada compartimento de armas. Con su característico perfil triangular y su recubrimiento especial que los hace prácticamente invisibles al radar, están diseñados para penetrar las defensas más densas sin ser detectados. Pueden volar a altitudes superiores a los 15.000 metros y recorrer más de 11.000 kilómetros sin reabastecimiento portando hasta 23.000 kilogramos de armamento y con capacidad para dos pilotos.Para esta misión en particular, los bombarderos B-2 estuvieron custodiados por decenas de aviones cisterna KC-135 y KC-46 , un avión bimotor a reacción desarrollado por la compañía estadounidense Boeing y diseñados para reabastecer de combustible a otras aeronaves en vuelo.Ya en suelo iraní, cazas de combate de cuarta y quinta generación —modelos F-15, F-16, F-22 y F-35— fueron los encargados de despejar el espacio aéreo y proteger la operación de posibles interceptores o defensas antiaéreas. Estos cazas de combate son de diferentes generaciones y capacidades. El F-15 es un caza de superioridad aérea de cuarta generación, mientras que el F-16 es un caza polivalente de cuarta generación. El F-22 es un caza de quinta generación con tecnología furtiva y capacidades avanzadas, y el F-35 es un caza polivalente de quinta generación con características similares al F-22.Mientras que las bases de Fordo y Natanz fueron atacadas con este armamento, un submarino nuclear de la Armada de estadounidense disparó 30 misiles de crucero Tomahawk , dirigidos contra centros de mando y estructuras nucleares superficiales en las afueras de la ciudad iraní de Esfahan. El Tomahawk es el «buque insignia» de los misiles de crucero de largo alcance de la marina estadounidense. Con un alcance de hasta 2.500 kilómetros en sus versiones más recientes , este explosivo tiene una velocidad de 880 km/h y un margen de error inferior a 10 metros. Explosivos «antibúnker» , misiles de crucero de largo alcance y los bombarderos más sofisticados y letales del arsenal estadounidense. Estas han sido las armas que ha empleado Estados Unidos para atacar tres centros neurálgicos del programa nuclear iraní en una operación de auténtica precisión militar llamada ‘Martillo de Medianoche’. Durante la madrugada de este sábado, siete bombarderos B-2 portaron en un viaje de 18 horas -el mayor despliegue aéreo con B-2 de la historia estadounidense- y asistidos por 125 aeronaves hasta seis bombas ‘GBU-57 Penetrator’ . Apodada la ‘revienta-búnkeres’, este tipo de misil representa la tecnología más avanzada en armamento de penetración profunda. Diseñadas en el año 2004 -tras comprobarse en la guerra de Irak que las bombas antibúnker del momento no eran suficientes para destruir instalaciones profundamente enterradas- estas armas están específicamente diseñadas para neutralizar objetivos subterráneos fortificados, como las instalaciones nucleares iraníes de Fordo y Natanz . Con un peso de entre 6.350 a 13.600 kg, dependiendo del modelo, cuentan con una capacidad de penetración de 60 metros y una ojiva de alta potencia con retardo para detonación tras penetración. Cuenta además con un sistema GPS de alta precisión con capacidad de corrección en vuelo.Noticia Relacionada GBU-57 Penetrator estandar Si Así es la bomba con la que atacó la aviación americana a Irán y que ansía Israel David AlandeteLos bombarderos B-2 , los encargados de trasladar estos explosivos, son aeronaves especializadas en lanzar armas a gran altitud siendo prácticamente indetectables por un radar. Están especialmente modificados para transportar dos bombas, una en cada compartimento de armas. Con su característico perfil triangular y su recubrimiento especial que los hace prácticamente invisibles al radar, están diseñados para penetrar las defensas más densas sin ser detectados. Pueden volar a altitudes superiores a los 15.000 metros y recorrer más de 11.000 kilómetros sin reabastecimiento portando hasta 23.000 kilogramos de armamento y con capacidad para dos pilotos.Para esta misión en particular, los bombarderos B-2 estuvieron custodiados por decenas de aviones cisterna KC-135 y KC-46 , un avión bimotor a reacción desarrollado por la compañía estadounidense Boeing y diseñados para reabastecer de combustible a otras aeronaves en vuelo.Ya en suelo iraní, cazas de combate de cuarta y quinta generación —modelos F-15, F-16, F-22 y F-35— fueron los encargados de despejar el espacio aéreo y proteger la operación de posibles interceptores o defensas antiaéreas. Estos cazas de combate son de diferentes generaciones y capacidades. El F-15 es un caza de superioridad aérea de cuarta generación, mientras que el F-16 es un caza polivalente de cuarta generación. El F-22 es un caza de quinta generación con tecnología furtiva y capacidades avanzadas, y el F-35 es un caza polivalente de quinta generación con características similares al F-22.Mientras que las bases de Fordo y Natanz fueron atacadas con este armamento, un submarino nuclear de la Armada de estadounidense disparó 30 misiles de crucero Tomahawk , dirigidos contra centros de mando y estructuras nucleares superficiales en las afueras de la ciudad iraní de Esfahan. El Tomahawk es el «buque insignia» de los misiles de crucero de largo alcance de la marina estadounidense. Con un alcance de hasta 2.500 kilómetros en sus versiones más recientes , este explosivo tiene una velocidad de 880 km/h y un margen de error inferior a 10 metros.  

EE.UU hace un despliegue de su armamento más mortífero para llevar a cabo una operación sin precedentes en Oriente Próximo

Bombardero estadounidense B-2 AFP

Explosivos «antibúnker», misiles de crucero de largo alcance y los bombarderos más sofisticados y letales del arsenal estadounidense. Estas han sido las armas que ha empleado Estados Unidos para atacar tres centros neurálgicos del programa nuclear iraní en una operación de auténtica precisión militar llamada ‘Martillo de Medianoche’.

Durante la madrugada de este sábado, siete bombarderos B-2 portaron en un viaje de 18 horas -el mayor despliegue aéreo con B-2 de la historia estadounidense- y asistidos por 125 aeronaves hasta seis bombas ‘GBU-57 Penetrator’. Apodada la ‘revienta-búnkeres’, este tipo de misil representa la tecnología más avanzada en armamento de penetración profunda.

Diseñadas en el año 2004 -tras comprobarse en la guerra de Irak que las bombas antibúnker del momento no eran suficientes para destruir instalaciones profundamente enterradas- estas armas están específicamente diseñadas para neutralizar objetivos subterráneos fortificados, como las instalaciones nucleares iraníes de Fordo y Natanz. Con un peso de entre 6.350 a 13.600 kg, dependiendo del modelo, cuentan con una capacidad de penetración de 60 metros y una ojiva de alta potencia con retardo para detonación tras penetración. Cuenta además con un sistema GPS de alta precisión con capacidad de corrección en vuelo.

Los bombarderos B-2, los encargados de trasladar estos explosivos, son aeronaves especializadas en lanzar armas a gran altitud siendo prácticamente indetectables por un radar. Están especialmente modificados para transportar dos bombas, una en cada compartimento de armas. Con su característico perfil triangular y su recubrimiento especial que los hace prácticamente invisibles al radar, están diseñados para penetrar las defensas más densas sin ser detectados. Pueden volar a altitudes superiores a los 15.000 metros y recorrer más de 11.000 kilómetros sin reabastecimiento portando hasta 23.000 kilogramos de armamento y con capacidad para dos pilotos.

Para esta misión en particular, los bombarderos B-2 estuvieron custodiados por decenas de aviones cisterna KC-135 y KC-46, un avión bimotor a reacción desarrollado por la compañía estadounidense Boeing y diseñados para reabastecer de combustible a otras aeronaves en vuelo.

Ya en suelo iraní, cazas de combate de cuarta y quinta generación —modelos F-15, F-16, F-22 y F-35— fueron los encargados de despejar el espacio aéreo y proteger la operación de posibles interceptores o defensas antiaéreas. Estos cazas de combate son de diferentes generaciones y capacidades. El F-15 es un caza de superioridad aérea de cuarta generación, mientras que el F-16 es un caza polivalente de cuarta generación. El F-22 es un caza de quinta generación con tecnología furtiva y capacidades avanzadas, y el F-35 es un caza polivalente de quinta generación con características similares al F-22.

Mientras que las bases de Fordo y Natanz fueron atacadas con este armamento, un submarino nuclear de la Armada de estadounidense disparó 30 misiles de crucero Tomahawk, dirigidos contra centros de mando y estructuras nucleares superficiales en las afueras de la ciudad iraní de Esfahan.

El Tomahawk es el «buque insignia» de los misiles de crucero de largo alcance de la marina estadounidense. Con un alcance de hasta 2.500 kilómetros en sus versiones más recientes, este explosivo tiene una velocidad de 880 km/h y un margen de error inferior a 10 metros.

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