La Comunidad se sitúa en el top 5 nacional, muy por encima de la media española.
Más información: La fiebre de las criptomonedas y su impacto en Castilla y León: así es el perfil del inversor en la Comunidad La Comunidad se sitúa en el top 5 nacional, muy por encima de la media española.
Más información: La fiebre de las criptomonedas y su impacto en Castilla y León: así es el perfil del inversor en la Comunidad
Un mundo desconocido, pero atractivo. Todo el mundo ha hablado alguna vez de ello, pero siempre se mantiene en un segundo plano. Sin embargo, Castilla y León se consolida como una de las comunidades con mayor inversión media en criptoactivos de España.
Así lo revela el último informe de Criptan, plataforma de compraventa y ahorro de criptomonedas, que ha analizado en profundidad las diferencias territoriales en el comportamiento de los inversores españoles. Y la verdad es que ofrece unos datos curiosos sobre la situación que se vive en la Comunidad.
Con una inversión media de 4.463 euros por persona, Castilla y León se sitúa en el top 5 nacional, muy por encima de la media española (3.100€) y solo por detrás de regiones como Cantabria, Extremadura y Navarra.
Pero más allá de las cifras, el informe destaca un dato especialmente revelador: Bitcoin es, con diferencia, la criptomoneda preferida por los castellanos y leoneses, que le destinan casi un 60% de sus carteras digitales, un porcentaje que sitúa a la comunidad entre las regiones con mayor fidelidad al BTC, solo superada por Aragón (64,8%) y Asturias (60%).
El estudio también refleja las motivaciones detrás del uso de criptoactivos. En Castilla y León, el 54,4% de los usuarios prioriza la obtención de rentabilidad mediante la inversión en criptomonedas, mientras que un 44,2% se decanta por el uso de billeteras digitales para almacenar, enviar o recibir sus activos.
Esta tendencia sugiere que los castellanos y leoneses se inclinan ligeramente más hacia un perfil de inversor activo que hacia una estrategia de custodia o conservación de sus criptoactivos.
Este comportamiento sitúa a Castilla y León en una posición intermedia respecto al resto de comunidades: muy lejos de zonas como Cantabria o Extremadura, donde más del 70% busca generar beneficios pasivos, pero también alejada de otras como Murcia o Galicia, donde prima un enfoque más conservador.
Mientras Bitcoin reina en la comunidad, otras criptomonedas como USDC, Ethereum o los tokens respaldados por euros tienen una presencia más marginal.
El euro tokenizado apenas representa el 8,3% de las carteras en Castilla y León, frente a valores mucho más altos en Navarra (casi 40%) o Extremadura (más del 30%). Ethereum, por su parte, tampoco ha logrado calar en la región, como en buena parte del país, donde su presencia media no supera el 3%.
¿Por qué tanta inversión?
Aunque el informe de Criptan no profundiza en las causas regionales, algunos factores podrían explicar este fuerte posicionamiento en inversión cripto.
La baja densidad de población, un perfil demográfico envejecido pero cada vez más digitalizado y la búsqueda de alternativas financieras frente a una economía con rentabilidades tradicionales más moderadas, podrían estar impulsando a muchos inversores de la comunidad hacia las criptomonedas, según este informe.
Además, el creciente interés por la tecnología blockchain, sumado al acceso cada vez más fácil a plataformas como Criptan, parece estar rompiendo las barreras tradicionales que situaban a las comunidades rurales al margen de los grandes movimientos financieros digitales.
elespanol – Castilla y León