Donald Trump inicia su histórica segunda visita de Estado al Reino Unido

El presidente de Estados Unidos , Donald Trump , aterrizará mañana en el Reino Unido para una visita de Estado que se extenderá hasta el jueves. Este acontecimiento marca la segunda vez en la historia reciente que un presidente estadounidense es invitado por el monarca británico para una visita de Estado, lo que subraya la importancia de la relación bilateral entre ambos países.La visita comenzará con la bienvenida en el aeropuerto, donde Trump y su esposa, Melania, serán recibidos por el embajador de Estados Unidos en el Reino Unido, Warren Stephens , y el Lord-in-Waiting, Henry Hood , en nombre del Rey Carlos III. Posteriormente, se trasladarán al Castillo de Windsor, donde se alojarán durante su estancia.El miércoles, la agenda oficial incluye una serie de ceremonias tradicionales, como una salva de honor en el Castillo de Windsor y una inspección de la Guardia Real. Además, se llevará a cabo un desfile aéreo con los Red Arrows y aviones F-35. Una de las actividades más destacadas será la visita de Trump al King George VI Memorial Chapel, donde rendirá homenaje a la difunta reina Isabel II , depositando una corona de flores en su tumba.Noticia Relacionada estandar Si Reino Unido destituye a su embajador en EE.UU. por su relación con Epstein Ivannia Salazar Mandelson ocultó que había llamado «mejor amigo» a EpsteinLa jornada culminará con una cena de gala donde el monarca y Trump pronunciarán discursos resaltando la fortaleza de los lazos entre ambos países. Este evento es considerado un ejemplo de «diplomacia de tiara», una estrategia que utiliza la pompa y el protocolo real para fortalecer las relaciones internacionales.El jueves, Trump se reunirá con el primer ministro británico, Keir Starmer , en la residencia de Chequers. Durante su encuentro, ambos líderes discutirán temas de interés común, incluyendo la situación en Ucrania y la cooperación en el desarrollo de pequeñas centrales nucleares modulares. Además, se firmará un acuerdo bilateral para la construcción de hasta 12 de estas instalaciones en el noreste de Inglaterra, en colaboración con empresas estadounidenses como X-Energy y la británica Centrica. La colaboración incluye avances regulatorios que permitirán la mutua aceptación de los controles de seguridad, agilizando así los procesos de aprobación de reactores y reduciendo los plazos.Sin embargo, la visita de Trump no está exenta de controversias. A pocos días de su llegada, el Gobierno británico se vio envuelto en un escándalo diplomático tras la destitución del embajador británico en Estados Unidos , Peter Mandelson . Mandelson fue despedido tras la revelación correos electrónicos en los que expresaba apoyo a la liberación anticipada de Jeffrey Epstein , sugiriendo así que su condena por delitos sexuales era injusta. Estas revelaciones generaron críticas tanto dentro como fuera del Partido Laborista, y aumentaron la presión sobre el primer ministro Starmer para que explicara las circunstancias de su nombramiento.La situación se complica aún más por la ausencia de un embajador británico en Washington en el momento de la visita de Trump. Aunque se barajan nombres como Karen Pierce , Mark Sedwill y Richard Moore para el cargo, la falta de consenso sobre el candidato adecuado ha dejado vacante, de momento, esta posición clave en la diplomacia bilateral. Además, el asesinato del activista de extrema derecha Charlie Kirk , aliado cercano de Trump, ha añadido un elemento de tensión a la visita, y las autoridades británicas han intensificado las medidas de seguridad en previsión de posibles protestas y riesgos asociados a la violencia política. Se ha informado que se desplegarán 55 drones de vigilancia en Windsor, junto con barreras de seguridad y presencia policial armada, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los asistentes y prevenir incidentes. El presidente de Estados Unidos , Donald Trump , aterrizará mañana en el Reino Unido para una visita de Estado que se extenderá hasta el jueves. Este acontecimiento marca la segunda vez en la historia reciente que un presidente estadounidense es invitado por el monarca británico para una visita de Estado, lo que subraya la importancia de la relación bilateral entre ambos países.La visita comenzará con la bienvenida en el aeropuerto, donde Trump y su esposa, Melania, serán recibidos por el embajador de Estados Unidos en el Reino Unido, Warren Stephens , y el Lord-in-Waiting, Henry Hood , en nombre del Rey Carlos III. Posteriormente, se trasladarán al Castillo de Windsor, donde se alojarán durante su estancia.El miércoles, la agenda oficial incluye una serie de ceremonias tradicionales, como una salva de honor en el Castillo de Windsor y una inspección de la Guardia Real. Además, se llevará a cabo un desfile aéreo con los Red Arrows y aviones F-35. Una de las actividades más destacadas será la visita de Trump al King George VI Memorial Chapel, donde rendirá homenaje a la difunta reina Isabel II , depositando una corona de flores en su tumba.Noticia Relacionada estandar Si Reino Unido destituye a su embajador en EE.UU. por su relación con Epstein Ivannia Salazar Mandelson ocultó que había llamado «mejor amigo» a EpsteinLa jornada culminará con una cena de gala donde el monarca y Trump pronunciarán discursos resaltando la fortaleza de los lazos entre ambos países. Este evento es considerado un ejemplo de «diplomacia de tiara», una estrategia que utiliza la pompa y el protocolo real para fortalecer las relaciones internacionales.El jueves, Trump se reunirá con el primer ministro británico, Keir Starmer , en la residencia de Chequers. Durante su encuentro, ambos líderes discutirán temas de interés común, incluyendo la situación en Ucrania y la cooperación en el desarrollo de pequeñas centrales nucleares modulares. Además, se firmará un acuerdo bilateral para la construcción de hasta 12 de estas instalaciones en el noreste de Inglaterra, en colaboración con empresas estadounidenses como X-Energy y la británica Centrica. La colaboración incluye avances regulatorios que permitirán la mutua aceptación de los controles de seguridad, agilizando así los procesos de aprobación de reactores y reduciendo los plazos.Sin embargo, la visita de Trump no está exenta de controversias. A pocos días de su llegada, el Gobierno británico se vio envuelto en un escándalo diplomático tras la destitución del embajador británico en Estados Unidos , Peter Mandelson . Mandelson fue despedido tras la revelación correos electrónicos en los que expresaba apoyo a la liberación anticipada de Jeffrey Epstein , sugiriendo así que su condena por delitos sexuales era injusta. Estas revelaciones generaron críticas tanto dentro como fuera del Partido Laborista, y aumentaron la presión sobre el primer ministro Starmer para que explicara las circunstancias de su nombramiento.La situación se complica aún más por la ausencia de un embajador británico en Washington en el momento de la visita de Trump. Aunque se barajan nombres como Karen Pierce , Mark Sedwill y Richard Moore para el cargo, la falta de consenso sobre el candidato adecuado ha dejado vacante, de momento, esta posición clave en la diplomacia bilateral. Además, el asesinato del activista de extrema derecha Charlie Kirk , aliado cercano de Trump, ha añadido un elemento de tensión a la visita, y las autoridades británicas han intensificado las medidas de seguridad en previsión de posibles protestas y riesgos asociados a la violencia política. Se ha informado que se desplegarán 55 drones de vigilancia en Windsor, junto con barreras de seguridad y presencia policial armada, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los asistentes y prevenir incidentes.  

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aterrizará mañana en el Reino Unido para una visita de Estado que se extenderá hasta el jueves. Este acontecimiento marca la segunda vez en la historia reciente que un presidente estadounidense es invitado por el monarca … británico para una visita de Estado, lo que subraya la importancia de la relación bilateral entre ambos países.

La visita comenzará con la bienvenida en el aeropuerto, donde Trump y su esposa, Melania, serán recibidos por el embajador de Estados Unidos en el Reino Unido, Warren Stephens, y el Lord-in-Waiting, Henry Hood, en nombre del Rey Carlos III. Posteriormente, se trasladarán al Castillo de Windsor, donde se alojarán durante su estancia.

El miércoles, la agenda oficial incluye una serie de ceremonias tradicionales, como una salva de honor en el Castillo de Windsor y una inspección de la Guardia Real. Además, se llevará a cabo un desfile aéreo con los Red Arrows y aviones F-35. Una de las actividades más destacadas será la visita de Trump al King George VI Memorial Chapel, donde rendirá homenaje a la difunta reina Isabel II, depositando una corona de flores en su tumba.

La jornada culminará con una cena de gala donde el monarca y Trump pronunciarán discursos resaltando la fortaleza de los lazos entre ambos países. Este evento es considerado un ejemplo de «diplomacia de tiara», una estrategia que utiliza la pompa y el protocolo real para fortalecer las relaciones internacionales.

El jueves, Trump se reunirá con el primer ministro británico, Keir Starmer, en la residencia de Chequers. Durante su encuentro, ambos líderes discutirán temas de interés común, incluyendo la situación en Ucrania y la cooperación en el desarrollo de pequeñas centrales nucleares modulares. Además, se firmará un acuerdo bilateral para la construcción de hasta 12 de estas instalaciones en el noreste de Inglaterra, en colaboración con empresas estadounidenses como X-Energy y la británica Centrica. La colaboración incluye avances regulatorios que permitirán la mutua aceptación de los controles de seguridad, agilizando así los procesos de aprobación de reactores y reduciendo los plazos.

Sin embargo, la visita de Trump no está exenta de controversias. A pocos días de su llegada, el Gobierno británico se vio envuelto en un escándalo diplomático tras la destitución del embajador británico en Estados Unidos, Peter Mandelson. Mandelson fue despedido tras la revelación correos electrónicos en los que expresaba apoyo a la liberación anticipada de Jeffrey Epstein, sugiriendo así que su condena por delitos sexuales era injusta. Estas revelaciones generaron críticas tanto dentro como fuera del Partido Laborista, y aumentaron la presión sobre el primer ministro Starmer para que explicara las circunstancias de su nombramiento.

La situación se complica aún más por la ausencia de un embajador británico en Washington en el momento de la visita de Trump. Aunque se barajan nombres como Karen Pierce, Mark Sedwill y Richard Moore para el cargo, la falta de consenso sobre el candidato adecuado ha dejado vacante, de momento, esta posición clave en la diplomacia bilateral.

Además, el asesinato del activista de extrema derecha Charlie Kirk, aliado cercano de Trump, ha añadido un elemento de tensión a la visita, y las autoridades británicas han intensificado las medidas de seguridad en previsión de posibles protestas y riesgos asociados a la violencia política. Se ha informado que se desplegarán 55 drones de vigilancia en Windsor, junto con barreras de seguridad y presencia policial armada, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los asistentes y prevenir incidentes.

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