Pese a que cada vez se registran más decesos, algunos sindicatos denuncian que realmente se producen más de los que se recogen en las cifras oficiales.
Más información: Rubén del Campo, meteorólogo de la Aemet: «Tendremos dos ‘pulsos’ de calor intenso de aquí a finales de mes» Pese a que cada vez se registran más decesos, algunos sindicatos denuncian que realmente se producen más de los que se recogen en las cifras oficiales.
Más información: Rubén del Campo, meteorólogo de la Aemet: «Tendremos dos ‘pulsos’ de calor intenso de aquí a finales de mes»
El pasado sábado, recién comenzado el verano, un hombre de 58 años falleció como consecuencia de un golpe de calor. Había ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Reina Sofía de Córdoba tras haber estado trabajando en la colocación de un cartel luminoso en la calle.
A raíz de este fallecimiento, el primero por golpe de calor que se produce en nuestro país en lo que va de año, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha animado a denunciar a las empresas, ya que «tienen la obligación legal de proteger la salud de los trabajadores«.
La protección se hace más acuciante si se tiene en cuenta que los termómetros han batido récords en los últimos periodos estivales. Este incremento ha provocado precisamente que cada vez haya más fallecidos por las altas temperaturas en su puesto de trabajo.
El Ministerio de Trabajo y Economía Social calcula que en 2023 fallecieron cuatro trabajadores por «calor e insolación». Junto con 2018, en el que se registró la misma cifra, se trata del segundo dato más alto en 20 años, solo superado por el de 2023, con seis fallecidos.
Infradeclaración de estas muertes
En estas dos décadas hay un total de ocho años en los que, según los datos ministeriales, no se produjo ninguna muerte de un trabajador por «calor e insolación».
Desde algunos sindicatos ya han denunciado que las cifras oficiales no recogen la verdadera dimensión del problema. No descartan que no se hayan registrado todos los accidentes mortales por exposición a altas temperaturas.
«En prensa se han localizado más [fallecimientos] de los registrados en las cifras oficiales. Debemos seguir denunciando la infradeclaración de este tipo de accidente de trabajo», se lee en el Informe sobre accidentes de trabajo 2023 elaborado por UGT.
Consideran que se debe modificar la comunicación de este tipo de accidentes. De esta manera, «se podrá conocer la magnitud del efecto sobre la salud de la exposición a altas temperaturas en el entorno laboral«.
El secretario de Salud y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO, Mariano Sanz, no se atreve a afirmar de manera taxativa que las cifras estén infrarrepresentadas. Pero sí que cree que es necesario estudiar con detenimiento la causa de la muerte.
«En muchos accidentes no se califican como golpe de calor, aunque tengan una relación directa», advierte. Este verano, de hecho, tienen sospechas de que otros dos trabajadores, además del que ha perdido la vida en Córdoba, podrían haber fallecido a consecuencia de las altas temperaturas.
La correcta notificación de los fallecimientos por esta causa se ha vuelto un desafío cada vez mayor. Y es que la mayoría de las muertes por calor e insolación en el trabajo se han dado en los últimos tres años.
En este periodo se han producido el 44% de todas las que se han registrado en las últimas dos décadas. El porcentaje asciende a casi el 60% si se observa desde 2018 hasta 2023.
Síntomas tras la exposición
«Tenemos que adaptarnos a este aumento de las temperaturas», advierte Sanz.
Pone como ejemplo que en cuanto la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avise de una alerta por altas temperaturas, se active un protocolo con una serie de medidas preventivas. «No significa que se deje de trabajar«, aclara, pero sí que se puedan estipular unos tiempos de pausa.
Sobre todo porque los síntomas pueden aparecer incluso después de la jornada laboral, como explica a EL ESPAÑOL Juan Carlos Rueda, presidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT).
Estos pueden ir desde el dolor de cabeza hasta la debilidad muscular o la piel seca. Aunque son síntomas generales, si no se atienden pueden llegar a causar graves problemas de salud.
Hay trabajos en los que la exposición al sol, si no se cuenta con unas mínimas medidas de prevención, pueden desencadenar en episodios peligrosos como un golpe de calor que cause un fallecimiento.
Aunque, como señala Rueda, se trata de la punta del iceberg. Detrás del golpe de calor pueden darse otros problemas, como quemaduras o desmayos. Además, los factores individuales del trabajador, como el consumo de alcohol o de determinada medicación, también puede propiciar mayores complicaciones.
Profesiones con población masculina
Las altas temperaturas están provocando cada vez más accidentes laborales con baja por calor e insolación. En 2023, fueron 199, lo que supone un incremento del 27% en comparación con el año anterior.
E independientemente de su causa, el calor también hace que haya más accidentes laborales. Según calcula el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), aumentan hasta un 17,4% durante las olas de calor.
Los datos recogidos anualmente por el Ministerio de Trabajo no están lo suficientemente desglosados como para dibujar el perfil de los trabajadores que más fallecen por el calor en su jornada laboral.
Desde el Ministerio de Sanidad sí que dan una información más detallada, según las muertes por golpe de calor que les notifican las autoridades sanitarias autonómicas. En 2023 fueron un total de 24, con una media de edad de 53 años y una mayor prevalencia entre los hombres, con un 87,5%.
Tanto Sanz como Rueda consideran que este perfil bien podría encajar con el de los trabajadores, pues las profesiones en las que hay una gran exposición al sol son eminentemente masculinas.
«Es evidente que también afecta más a los varones de edad media elevada porque los mecanismos de compensación no son iguales que los de los jóvenes», concluye el presidente de la AEEMT.
elespanol – Salud