El Museo del Arte Prohibido de Barcelona cierra definitivamente para convertirse en colección itinerante

El Museo del Arte Prohibido de Barcelona, que reúne obras que han sido censuradas, prohibidas o denunciadas por motivos políticos, sociales y religiosos en algún momento de la historia, ha anunciado que cierra sus puertas indefinidamente este 27 de junio debido a un “escrache sindical” que sufre desde hace 4 meses. En un comunicado, el Museo del Arte Prohibido, que abrió en octubre de 2023 en la céntrica casa Garriga Nogués de Barcelona, señala que a partir de ahora se transformará “en una colección nómada con exposiciones itinerantes en todo el mundo”. La colección, perteneciente al empresario catalán Tatxo Benet, “se mantendrá viva para convertirse en un punto de encuentro de reflexión para hacer frente a la censura”, añade el comunicado del museo, que “agradece a todos los artistas, visitantes y asistentes habituales el calor recibido”.

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 El centro, que cerró provisionalmente en febrero, alega como motivo de cierre la huelga instalada frente a su sede desde hace cuatro meses  

El Museo del Arte Prohibido de Barcelona, que reúne obras que han sido censuradas, prohibidas o denunciadas por motivos políticos, sociales y religiosos en algún momento de la historia, ha anunciado que cierra sus puertas indefinidamente este 27 de junio debido a un “escrache sindical” que sufre desde hace 4 meses. En un comunicado, el Museo del Arte Prohibido, que abrió en octubre de 2023 en la céntrica casa Garriga Nogués de Barcelona, señala que a partir de ahora se transformará “en una colección nómada con exposiciones itinerantes en todo el mundo”. La colección, perteneciente al empresario catalán Tatxo Benet, “se mantendrá viva para convertirse en un punto de encuentro de reflexión para hacer frente a la censura”, añade el comunicado del museo, que “agradece a todos los artistas, visitantes y asistentes habituales el calor recibido”.

Entre las cerca de 200 obras expuestas, desde el siglo XVIII a la actualidad, figuraban unas pequeñas cajas de fósforos del colectivo argentino Mujeres Públicas, la escultura de Ines Doujak Not dressed for conquering/HC04, con una figura masculina que se puede identificar con Juan Carlos I, o la icónica Shark del checo Davic Cerny. También se podían ver algunos de los Caprichos de Goya, un dibujo de Gustav Klimt, la Suite 347 de Pablo Picasso, así como fotografías de Robert Mapplethorpe, el Mao, de Andy Warhol, Always Franco, de Eugenio Merino, McJesus, de Jani Leinonen, Filippo Strozzi in lego, del artista chino Ai Weiwei o Smiling Copper, de Bansky.

Según detalla el museo “se trata de un cierre doloroso y no deseado, pero inevitable dadas las pérdidas económicas provocadas por la huelga instalada frente al museo desde hace cuatro meses y dirigido por el sindicato SUT”. Asegura que este piquete sindical “se ha dedicado durante estos cuatro meses a hacer todo lo posible por impedir la normal entrada al museo de los visitantes, provocando una situación insostenible que, en algún momento, incluso ha puesto en riesgo a los visitantes y a los propios trabajadores del museo”.

Una de las obras expuestas en la inauguración del Museo de Arte Prohibido.

Esta situación surgió de la huelga indefinida convocada desde el pasado 26 de febrero, promovida por el sindicato SUT y los trabajadores de dos empresas subcontratadas. Desde el sindicato se denunció que el museo subcontrataba a través de tres empresas diferentes: Palacios y Museos SL, Silicia Serveis Auxiliars y Magmacultura. También denunció que “mientras el museo controla con precisión la temperatura y humedad a la que están expuestas sus obras, los trabajadores y trabajadoras de carne y hueso de todas las subcontratas están obligados a estar en posiciones expuestas a corrientes de aire en invierno, sin climatización, sin ropa de abrigo adecuada, pero con americana en verano y aguantando hasta 9 horas al día de pie”.

Entre las peticiones del sindicato, destacaban la climatización adecuada según la estación y fin de las posiciones en corrientes de aire, vestuario adecuado para las condiciones de frío y calor, sillas ergonómicas y rotación del personal para evitar estar de pie, así como más personal, especialmente los fines de semana con descanso efectivo de 20 minutos para jornadas de cinco horas.

En su nota, Museo del Arte Prohibido remarca que los trabajadores subcontratados fueron reubicados por su empresa en otros equipamientos de la ciudad y que la plantilla del museo “nunca ha estado en huelga y el resto de las empresas subcontratadas, tampoco”. “Durante estos cuatro meses, las coacciones e injurias derivadas de esta contingencia han afectado al funcionamiento habitual del equipamiento y han perjudicado tanto a los visitantes como a la plantilla del museo”, asegura el centro museístico.

“Como consecuencia de ello, las pérdidas son insostenibles”, indica el Museo de Arte Prohibido, que precisa que ha registrado una caída del 75% de los ingresos respecto al año anterior, “y en lo que se refiere a las previsiones previstas de crecimiento, ha habido una caída del 95%. “Pese a haber superado tres inspecciones de trabajo, de asistir a dos jornadas de mediación propuestas por el departamento de Trabajo y de haber obtenido una sentencia judicial favorable donde se deja clarísimo que el museo no ha vulnerado el derecho fundamental a huelga, el Museo del Arte Prohibido no ha logrado acabar con la presencia del escrache en la puerta”, lamenta la entidad.

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