Al cumplirse el aniversario de su elogiado plan para aumentar la competitividad de la economía europea, el ex presidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro italiano Mario Draghi ha propuesto que la Comisión flexibilice algunos de sus elementos normativos clave , desde la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), partes de la Ley de Inteligencia Artificial (IA) e incluso en la transición energética para favorecer el abaratamiento de la electricidad.Draghi hizo estas declaraciones en una conferencia organizada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que por su parte intentó estar en la misma longitud de onda que el italiano, aunque al final acabó con un anuncio confuso sobre la financiación de gigafactorías diseñadas para expandir la tecnología de la IA.Draghi, sin embargo, advirtió que Europa necesita mayor velocidad, escala e intensidad ante la creciente competencia de China y Estados Unidos e instó a la Comisión a proponerse «alcanzar resultados en meses, no en años».Noticia Relacionada estandar No Los concesionarios piden a la UE un marco claro sobre emisiones de CO2 Canal Motor Faconauto valora diálogo en Europa pero pide medidas concretasVon der Leyen, que habló primero, destacó los esfuerzos de la Comisión durante el último año para aumentar la inversión en tecnologías de IA , incluyendo la financiación de «proyectos piloto» de gigafactorías de alto rendimiento y un paquete de simplificación digital, cuya presentación está prevista para finales de año. Sin embargo, parte de las declaraciones de Von der Leyen en las que se refería precisamente a las gigafactorías fueron posteriormente eliminadas de la transcripción oficial del discurso.Antes del verano, la comisaria de Tecnología, Henna Virkkunen, reveló que la Comisión había recibido 76 manifestaciones de interés, muchas más de las seis o siete que había previsto. Ahora se espera una convocatoria oficial en la que se definan los requisitos principales, los criterios de selección y las condiciones de financiación para albergar alguna de las gigafábricas y para ello será necesario que la Comisión aclare cuales son sus ideas concretas para que la industria pueda establecer sus planes de desarrollo.En todo caso, Draghi no ha querido contemporizar con lo que la Comisión ha hecho hasta ahora y pidió «mayor ambición» al ejecutivo comunitario , puesto que en su opinión la IA es una tecnología clave pero «no puede ser el único objetivo» de las políticas comunitarias, ya que depende de «al menos otras cuatro tecnologías», es decir, el almacenamiento en la nube, la supercomputación, la ciberseguridad y la conectividad, todas ellas vitales para el desarrollo del futuro ecosistema europeo de la industria de la inteligencia artificial.En este sentido, Draghi le recordó a la Comisión que debe facilitar el acceso a los datos para los desarrolladores de IA, que ahora se encuentran en un limbo jurídico respecto a la legislación sobre protección de datos.Hasta ahora, Bruselas solo ha propuesto reducir los requisitos de conservación de registros de datos para las empresas con menos de 750 empleados. También ha mantenido conversaciones con la industria para ver cómo debería aplicarse la legislación digital, pero aún no ha presentado un panorama claro de próximos pasos. Draghi contestó que la UE podría hacer mucho más y pidió pausar la aplicación de la ley sobre IA «hasta que comprendamos mejor los inconvenientes» de su contenido, en referencia a las disposiciones de la ley que se aplican a los usos de «alto riesgo».Los reguladores de algunos países ya han abierto varias investigaciones sobre herramientas de IA generativa y su conformidad con el reglamento europeo de protección de datos, pero en casi todos los casos se encuentran bloqueadas por una contradicción entre la aplicación de las normas europeas y el desarrollo de las tecnologías de vanguardia. En otros países, la industria lleva varios meses pidiendo a la UE que «detenga el reloj» en la implementación de la ley, alegando retrasos en las herramientas, estructuras y normas de cumplimiento de la regulación de la IA. La ley europea sobre IA fue pionera en el mundo y de ello se hizo un motivo de elogio para la anterior Comisión. Se pensó que una definición rápida de las reglas favorecería que el resto de los actores mundiales tratarían de legislar en un marco similar al europeo, pero en general no existen todavía reglas para la IA, lo que podría suponer una desventaja para los desarrolladores europeos. Al cumplirse el aniversario de su elogiado plan para aumentar la competitividad de la economía europea, el ex presidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro italiano Mario Draghi ha propuesto que la Comisión flexibilice algunos de sus elementos normativos clave , desde la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), partes de la Ley de Inteligencia Artificial (IA) e incluso en la transición energética para favorecer el abaratamiento de la electricidad.Draghi hizo estas declaraciones en una conferencia organizada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que por su parte intentó estar en la misma longitud de onda que el italiano, aunque al final acabó con un anuncio confuso sobre la financiación de gigafactorías diseñadas para expandir la tecnología de la IA.Draghi, sin embargo, advirtió que Europa necesita mayor velocidad, escala e intensidad ante la creciente competencia de China y Estados Unidos e instó a la Comisión a proponerse «alcanzar resultados en meses, no en años».Noticia Relacionada estandar No Los concesionarios piden a la UE un marco claro sobre emisiones de CO2 Canal Motor Faconauto valora diálogo en Europa pero pide medidas concretasVon der Leyen, que habló primero, destacó los esfuerzos de la Comisión durante el último año para aumentar la inversión en tecnologías de IA , incluyendo la financiación de «proyectos piloto» de gigafactorías de alto rendimiento y un paquete de simplificación digital, cuya presentación está prevista para finales de año. Sin embargo, parte de las declaraciones de Von der Leyen en las que se refería precisamente a las gigafactorías fueron posteriormente eliminadas de la transcripción oficial del discurso.Antes del verano, la comisaria de Tecnología, Henna Virkkunen, reveló que la Comisión había recibido 76 manifestaciones de interés, muchas más de las seis o siete que había previsto. Ahora se espera una convocatoria oficial en la que se definan los requisitos principales, los criterios de selección y las condiciones de financiación para albergar alguna de las gigafábricas y para ello será necesario que la Comisión aclare cuales son sus ideas concretas para que la industria pueda establecer sus planes de desarrollo.En todo caso, Draghi no ha querido contemporizar con lo que la Comisión ha hecho hasta ahora y pidió «mayor ambición» al ejecutivo comunitario , puesto que en su opinión la IA es una tecnología clave pero «no puede ser el único objetivo» de las políticas comunitarias, ya que depende de «al menos otras cuatro tecnologías», es decir, el almacenamiento en la nube, la supercomputación, la ciberseguridad y la conectividad, todas ellas vitales para el desarrollo del futuro ecosistema europeo de la industria de la inteligencia artificial.En este sentido, Draghi le recordó a la Comisión que debe facilitar el acceso a los datos para los desarrolladores de IA, que ahora se encuentran en un limbo jurídico respecto a la legislación sobre protección de datos.Hasta ahora, Bruselas solo ha propuesto reducir los requisitos de conservación de registros de datos para las empresas con menos de 750 empleados. También ha mantenido conversaciones con la industria para ver cómo debería aplicarse la legislación digital, pero aún no ha presentado un panorama claro de próximos pasos. Draghi contestó que la UE podría hacer mucho más y pidió pausar la aplicación de la ley sobre IA «hasta que comprendamos mejor los inconvenientes» de su contenido, en referencia a las disposiciones de la ley que se aplican a los usos de «alto riesgo».Los reguladores de algunos países ya han abierto varias investigaciones sobre herramientas de IA generativa y su conformidad con el reglamento europeo de protección de datos, pero en casi todos los casos se encuentran bloqueadas por una contradicción entre la aplicación de las normas europeas y el desarrollo de las tecnologías de vanguardia. En otros países, la industria lleva varios meses pidiendo a la UE que «detenga el reloj» en la implementación de la ley, alegando retrasos en las herramientas, estructuras y normas de cumplimiento de la regulación de la IA. La ley europea sobre IA fue pionera en el mundo y de ello se hizo un motivo de elogio para la anterior Comisión. Se pensó que una definición rápida de las reglas favorecería que el resto de los actores mundiales tratarían de legislar en un marco similar al europeo, pero en general no existen todavía reglas para la IA, lo que podría suponer una desventaja para los desarrolladores europeos.
Al cumplirse el aniversario de su elogiado plan para aumentar la competitividad de la economía europea, el ex presidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro italiano Mario Draghi ha propuesto que la Comisión flexibilice algunos de sus elementos normativos clave, desde … la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), partes de la Ley de Inteligencia Artificial (IA) e incluso en la transición energética para favorecer el abaratamiento de la electricidad.
Draghi hizo estas declaraciones en una conferencia organizada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que por su parte intentó estar en la misma longitud de onda que el italiano, aunque al final acabó con un anuncio confuso sobre la financiación de gigafactorías diseñadas para expandir la tecnología de la IA.
Draghi, sin embargo, advirtió que Europa necesita mayor velocidad, escala e intensidad ante la creciente competencia de China y Estados Unidos e instó a la Comisión a proponerse «alcanzar resultados en meses, no en años».
Von der Leyen, que habló primero, destacó los esfuerzos de la Comisión durante el último año para aumentar la inversión en tecnologías de IA, incluyendo la financiación de «proyectos piloto» de gigafactorías de alto rendimiento y un paquete de simplificación digital, cuya presentación está prevista para finales de año. Sin embargo, parte de las declaraciones de Von der Leyen en las que se refería precisamente a las gigafactorías fueron posteriormente eliminadas de la transcripción oficial del discurso.
Antes del verano, la comisaria de Tecnología, Henna Virkkunen, reveló que la Comisión había recibido 76 manifestaciones de interés, muchas más de las seis o siete que había previsto. Ahora se espera una convocatoria oficial en la que se definan los requisitos principales, los criterios de selección y las condiciones de financiación para albergar alguna de las gigafábricas y para ello será necesario que la Comisión aclare cuales son sus ideas concretas para que la industria pueda establecer sus planes de desarrollo.
En todo caso, Draghi no ha querido contemporizar con lo que la Comisión ha hecho hasta ahora y pidió «mayor ambición» al ejecutivo comunitario, puesto que en su opinión la IA es una tecnología clave pero «no puede ser el único objetivo» de las políticas comunitarias, ya que depende de «al menos otras cuatro tecnologías», es decir, el almacenamiento en la nube, la supercomputación, la ciberseguridad y la conectividad, todas ellas vitales para el desarrollo del futuro ecosistema europeo de la industria de la inteligencia artificial.
En este sentido, Draghi le recordó a la Comisión que debe facilitar el acceso a los datos para los desarrolladores de IA, que ahora se encuentran en un limbo jurídico respecto a la legislación sobre protección de datos.
Hasta ahora, Bruselas solo ha propuesto reducir los requisitos de conservación de registros de datos para las empresas con menos de 750 empleados. También ha mantenido conversaciones con la industria para ver cómo debería aplicarse la legislación digital, pero aún no ha presentado un panorama claro de próximos pasos. Draghi contestó que la UE podría hacer mucho más y pidió pausar la aplicación de la ley sobre IA «hasta que comprendamos mejor los inconvenientes» de su contenido, en referencia a las disposiciones de la ley que se aplican a los usos de «alto riesgo».
Los reguladores de algunos países ya han abierto varias investigaciones sobre herramientas de IA generativa y su conformidad con el reglamento europeo de protección de datos, pero en casi todos los casos se encuentran bloqueadas por una contradicción entre la aplicación de las normas europeas y el desarrollo de las tecnologías de vanguardia. En otros países, la industria lleva varios meses pidiendo a la UE que «detenga el reloj» en la implementación de la ley, alegando retrasos en las herramientas, estructuras y normas de cumplimiento de la regulación de la IA.
La ley europea sobre IA fue pionera en el mundo y de ello se hizo un motivo de elogio para la anterior Comisión. Se pensó que una definición rápida de las reglas favorecería que el resto de los actores mundiales tratarían de legislar en un marco similar al europeo, pero en general no existen todavía reglas para la IA, lo que podría suponer una desventaja para los desarrolladores europeos.
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