Encaje de bolillos de la OTAN para apoyar a Zelenski sin romper el acercamiento de Trump a Putin

Por primera vez desde que empezó la invasión de Ucrania, la presencia del presidente Volodímir Zelenski en una cumbre de la OTAN ha estado en el alero. El propio presidente ucraniano era reacio a viajar a La Haya en ausencia de un compromiso claro por parte de Donald Trump para recibirlo. Las relaciones especiales entre este último y el dictador ruso Vladímir Putin, sumado a su peculiar estilo a la hora de enfocar una mediación incomodan claramente a los ucranianos y ponen en un aprieto a la propia OTAN, que está obligada a manifestar su apoyo irrestricto a los ucranianos, sin incomodar al mismo tiempo al país más importante de la alianza. Zelenski llegó en efecto este martes a La Haya y fue recibido con honores por el primer ministro holandés, Dick Schoof, que le anunció la entrega de un paquete considerable de ayuda militar. También mantuvo una entrevista con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte , y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo, António Costa, siempre para manifestarle su apoyo de la forma más enfática. Sin embargo, lo que Zelenski buscaba era una entrevista con el propio Donald Trump, algo que intentó hace diez días en la cumbre del G7 en Canadá, pero que no llegó a producirse porque el presidente norteamericano decidió sorpresivamente abandonar la reunión. Para empeorar las cosas, la llegada de Trump a La Haya ha servido para poner en el primerísimo primer plano el conflicto entre Irán e Israel, donde Estados Unidos ha intervenido de forma contundente y Trump quisiera poder decir que ha logrado a su manera imponer la paz. Todos los medios centran su atención en si los misiles siguen volando entre Teherán y Tel Aviv e incluso en ese campo, Zelenski se puede sentir preterido.En otros tiempos, la participación de Zelenski en la reunión plenaria de la cumbre el miércoles habría estado garantizada. En esta cumbre, ni siquiera estaba claro desde un principio que participase en la cena de gala, que oficialmente está reservada para los presidentes de los países aliados. Es más, ha habido dudas hasta el último momento sobre si la invasión de Ucrania aparecería mencionada en la declaración final de la cumbre, en la que se recoge el compromiso de todos los países de aumentar hasta el 5% sus gastos militares.Noticia Relacionada estandar No Rutte pide a Europa centrarse en el gasto militar y dejar de preocuparse por EE.UU. ABC El secretario general de la Alianza considera que el compromiso de Trump con la organización está garantizadoA cambio, la OTAN ha preparado reuniones y cenas paralelas a nivel ministerial, para que los ministros de Exteriores y Defensa de Ucrania ejerzan en una cierta normalidad con sus colegas de los países aliados.De hecho, el viaje de Zelenski a La Haya se concreto solamente después de varias gestiones con el secretario de Estado, Marco Rubio, con quien los representantes de Kiev han mantenido una «conversación sustantiva» sobre la posibilidad de que se llegue a producir la reunión con Trump en algún momento de la cumbre. A su llegada a La Haya fuentes ucranianas insistieron en que el fondo de la cuestión ya estaba cerrado, pero los equipos de los dos países estaban buscando el momento para encajarla, sin saber siquiera si va a ser un encuentro formal o meramente informal. «Estamos buscando el momento» aclararon.Contrarrestar la influencia rusaPara Zelenski, la cuestión más importante es contrarrestar esa aparente cercanía de Trump con el dictador ruso, Vladímir Putin. En una entrevista publicada este mismo martes, el propio Zelenski admitió que esa es «una cuestión compleja porque realmente desconozco qué relación tiene Trump con Putin. Creo que lo que sé, ustedes lo saben, y lo que saben los medios de comunicación y considero que hay varias señales al respecto«. En todo caso, el ucraniano dijo esperar que este enfoque de Trump hacia Rusia sea meramente táctico. »Me gustaría que este enfoque fuera solo una forma de obligar a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones y poner fin a la guerra. Y esperemos que así sea«, dijo Zelenski.Al recibirlo, Rutte expuso con satisfacción que en lo que va de año, los aliados europeos y Canadá ya se han comprometido este año a aportar 35.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania, lo que permite esperar que en diciembre se habrán superado los 50.000 millones del año pasado. Lo que no ha dicho es que precisamente la relación de donantes no incluye a Estados Unidos. Para intentar endulzar este hecho, Rutte le aseguró que como secretario general de la OTAN «lo que me dicen todos los aliados es que debemos mantener a Ucrania fuerte, para que sigan luchando y para que esta terrible guerra se convierta en una paz duradera» y para terminar le dijo al ucraniano que «estás entre amigos».El propio Zelenski aludió a esta inédita situación al agradecer el recibimiento por parte de los dirigentes europeos en La Haya: «Lo más importante para nosotros es la unidad de todos los aliados en torno a Ucrania», es decir, que Estados Unidos deje de actuar por su cuenta navegando peligrosamente cerca de Putin. Por primera vez desde que empezó la invasión de Ucrania, la presencia del presidente Volodímir Zelenski en una cumbre de la OTAN ha estado en el alero. El propio presidente ucraniano era reacio a viajar a La Haya en ausencia de un compromiso claro por parte de Donald Trump para recibirlo. Las relaciones especiales entre este último y el dictador ruso Vladímir Putin, sumado a su peculiar estilo a la hora de enfocar una mediación incomodan claramente a los ucranianos y ponen en un aprieto a la propia OTAN, que está obligada a manifestar su apoyo irrestricto a los ucranianos, sin incomodar al mismo tiempo al país más importante de la alianza. Zelenski llegó en efecto este martes a La Haya y fue recibido con honores por el primer ministro holandés, Dick Schoof, que le anunció la entrega de un paquete considerable de ayuda militar. También mantuvo una entrevista con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte , y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo, António Costa, siempre para manifestarle su apoyo de la forma más enfática. Sin embargo, lo que Zelenski buscaba era una entrevista con el propio Donald Trump, algo que intentó hace diez días en la cumbre del G7 en Canadá, pero que no llegó a producirse porque el presidente norteamericano decidió sorpresivamente abandonar la reunión. Para empeorar las cosas, la llegada de Trump a La Haya ha servido para poner en el primerísimo primer plano el conflicto entre Irán e Israel, donde Estados Unidos ha intervenido de forma contundente y Trump quisiera poder decir que ha logrado a su manera imponer la paz. Todos los medios centran su atención en si los misiles siguen volando entre Teherán y Tel Aviv e incluso en ese campo, Zelenski se puede sentir preterido.En otros tiempos, la participación de Zelenski en la reunión plenaria de la cumbre el miércoles habría estado garantizada. En esta cumbre, ni siquiera estaba claro desde un principio que participase en la cena de gala, que oficialmente está reservada para los presidentes de los países aliados. Es más, ha habido dudas hasta el último momento sobre si la invasión de Ucrania aparecería mencionada en la declaración final de la cumbre, en la que se recoge el compromiso de todos los países de aumentar hasta el 5% sus gastos militares.Noticia Relacionada estandar No Rutte pide a Europa centrarse en el gasto militar y dejar de preocuparse por EE.UU. ABC El secretario general de la Alianza considera que el compromiso de Trump con la organización está garantizadoA cambio, la OTAN ha preparado reuniones y cenas paralelas a nivel ministerial, para que los ministros de Exteriores y Defensa de Ucrania ejerzan en una cierta normalidad con sus colegas de los países aliados.De hecho, el viaje de Zelenski a La Haya se concreto solamente después de varias gestiones con el secretario de Estado, Marco Rubio, con quien los representantes de Kiev han mantenido una «conversación sustantiva» sobre la posibilidad de que se llegue a producir la reunión con Trump en algún momento de la cumbre. A su llegada a La Haya fuentes ucranianas insistieron en que el fondo de la cuestión ya estaba cerrado, pero los equipos de los dos países estaban buscando el momento para encajarla, sin saber siquiera si va a ser un encuentro formal o meramente informal. «Estamos buscando el momento» aclararon.Contrarrestar la influencia rusaPara Zelenski, la cuestión más importante es contrarrestar esa aparente cercanía de Trump con el dictador ruso, Vladímir Putin. En una entrevista publicada este mismo martes, el propio Zelenski admitió que esa es «una cuestión compleja porque realmente desconozco qué relación tiene Trump con Putin. Creo que lo que sé, ustedes lo saben, y lo que saben los medios de comunicación y considero que hay varias señales al respecto«. En todo caso, el ucraniano dijo esperar que este enfoque de Trump hacia Rusia sea meramente táctico. »Me gustaría que este enfoque fuera solo una forma de obligar a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones y poner fin a la guerra. Y esperemos que así sea«, dijo Zelenski.Al recibirlo, Rutte expuso con satisfacción que en lo que va de año, los aliados europeos y Canadá ya se han comprometido este año a aportar 35.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania, lo que permite esperar que en diciembre se habrán superado los 50.000 millones del año pasado. Lo que no ha dicho es que precisamente la relación de donantes no incluye a Estados Unidos. Para intentar endulzar este hecho, Rutte le aseguró que como secretario general de la OTAN «lo que me dicen todos los aliados es que debemos mantener a Ucrania fuerte, para que sigan luchando y para que esta terrible guerra se convierta en una paz duradera» y para terminar le dijo al ucraniano que «estás entre amigos».El propio Zelenski aludió a esta inédita situación al agradecer el recibimiento por parte de los dirigentes europeos en La Haya: «Lo más importante para nosotros es la unidad de todos los aliados en torno a Ucrania», es decir, que Estados Unidos deje de actuar por su cuenta navegando peligrosamente cerca de Putin.  

Por primera vez desde que empezó la invasión de Ucrania, la presencia del presidente Volodímir Zelenski en una cumbre de la OTAN ha estado en el alero. El propio presidente ucraniano era reacio a viajar a La Haya en ausencia de un compromiso claro … por parte de Donald Trump para recibirlo. Las relaciones especiales entre este último y el dictador ruso Vladímir Putin, sumado a su peculiar estilo a la hora de enfocar una mediación incomodan claramente a los ucranianos y ponen en un aprieto a la propia OTAN, que está obligada a manifestar su apoyo irrestricto a los ucranianos, sin incomodar al mismo tiempo al país más importante de la alianza.

Zelenski llegó en efecto este martes a La Haya y fue recibido con honores por el primer ministro holandés, Dick Schoof, que le anunció la entrega de un paquete considerable de ayuda militar. También mantuvo una entrevista con el secretario general de la OTAN,Mark Rutte, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo, António Costa, siempre para manifestarle su apoyo de la forma más enfática. Sin embargo, lo que Zelenski buscaba era una entrevista con el propio Donald Trump, algo que intentó hace diez días en la cumbre del G7 en Canadá, pero que no llegó a producirse porque el presidente norteamericano decidió sorpresivamente abandonar la reunión.

Para empeorar las cosas, la llegada de Trump a La Haya ha servido para poner en el primerísimo primer plano el conflicto entre Irán e Israel, donde Estados Unidos ha intervenido de forma contundente y Trump quisiera poder decir que ha logrado a su manera imponer la paz. Todos los medios centran su atención en si los misiles siguen volando entre Teherán y Tel Aviv e incluso en ese campo, Zelenski se puede sentir preterido.

En otros tiempos, la participación de Zelenski en la reunión plenaria de la cumbre el miércoles habría estado garantizada. En esta cumbre, ni siquiera estaba claro desde un principio que participase en la cena de gala, que oficialmente está reservada para los presidentes de los países aliados. Es más, ha habido dudas hasta el último momento sobre si la invasión de Ucrania aparecería mencionada en la declaración final de la cumbre, en la que se recoge el compromiso de todos los países de aumentar hasta el 5% sus gastos militares.

A cambio, la OTAN ha preparado reuniones y cenas paralelas a nivel ministerial, para que los ministros de Exteriores y Defensa de Ucrania ejerzan en una cierta normalidad con sus colegas de los países aliados.

De hecho, el viaje de Zelenski a La Haya se concreto solamente después de varias gestiones con el secretario de Estado, Marco Rubio, con quien los representantes de Kiev han mantenido una «conversación sustantiva» sobre la posibilidad de que se llegue a producir la reunión con Trump en algún momento de la cumbre. A su llegada a La Haya fuentes ucranianas insistieron en que el fondo de la cuestión ya estaba cerrado, pero los equipos de los dos países estaban buscando el momento para encajarla, sin saber siquiera si va a ser un encuentro formal o meramente informal. «Estamos buscando el momento» aclararon.

Contrarrestar la influencia rusa

Para Zelenski, la cuestión más importante es contrarrestar esa aparente cercanía de Trump con el dictador ruso, Vladímir Putin. En una entrevista publicada este mismo martes, el propio Zelenski admitió que esa es «una cuestión compleja porque realmente desconozco qué relación tiene Trump con Putin. Creo que lo que sé, ustedes lo saben, y lo que saben los medios de comunicación y considero que hay varias señales al respecto«. En todo caso, el ucraniano dijo esperar que este enfoque de Trump hacia Rusia sea meramente táctico. »Me gustaría que este enfoque fuera solo una forma de obligar a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones y poner fin a la guerra. Y esperemos que así sea«, dijo Zelenski.

Al recibirlo, Rutte expuso con satisfacción que en lo que va de año, los aliados europeos y Canadá ya se han comprometido este año a aportar 35.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania, lo que permite esperar que en diciembre se habrán superado los 50.000 millones del año pasado. Lo que no ha dicho es que precisamente la relación de donantes no incluye a Estados Unidos. Para intentar endulzar este hecho, Rutte le aseguró que como secretario general de la OTAN «lo que me dicen todos los aliados es que debemos mantener a Ucrania fuerte, para que sigan luchando y para que esta terrible guerra se convierta en una paz duradera» y para terminar le dijo al ucraniano que «estás entre amigos».

El propio Zelenski aludió a esta inédita situación al agradecer el recibimiento por parte de los dirigentes europeos en La Haya: «Lo más importante para nosotros es la unidad de todos los aliados en torno a Ucrania», es decir, que Estados Unidos deje de actuar por su cuenta navegando peligrosamente cerca de Putin.

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