Con cerca de 90 años de historia, esta empresa de origen familiar ha evolucionado sin perder su arraigo con el territorio y con el sector productor aceitero, posicionándose como la principal compañía exportadora de aceite de oliva de España y la primera empresa agroalimentaria de Andalucía por volumen de facturación.A lo largo de su trayectoria, la estrategia de MIGASA ha estado dirigida a generar valor en toda la cadena de actividad, desde el agricultor hasta el consumidor final, pasando por clientes, distribuidores y su propio equipo humano. Para ello, ha situado la innovación como eje central y transversal de su modelo de desarrollo.Con presencia en más de 120 países, MIGASA ha sabido consolidarse como un referente internacional gracias a una visión del negocio a largo plazo fruto del compromiso con el futuro del campo y de los agricultores. La combinación entre innovación tecnológica, compromiso medioambiental y desarrollo territorial ha sido clave para alcanzar esta posición, basada en la reinversión constante, la diversificación de productos y mercados, y la apuesta por alianzas estratégicas. Para este grupo agroalimentario es muy importante que las marcas que se incorporen a su entorno sigan manteniendo su esencia, su propio posicionamiento y las características que las hacen únicas y relevantes para sus mercados y consumidores. Respetando su autonomía, MIGASA las apoya y las refuerza en su camino, contribuyendo así a su crecimiento, aportando diversos recursos y estructuras. En su entorno de marcas y alianzas empresariales se encuentran Ybarra, La Masía, Musa, Mueloliva, Sandúa, Rafael Salgado, Aceite 1881, Monterreal, Vianeza, Aceites Mestral y Coimbra, entre otras. Un proceso continuoPara la compañía, la innovación no es sólo incorporar tecnología o lanzar nuevos productos, sino adaptar de forma continua sus procesos y estructuras para responder a los cambios del mercado, los hábitos de consumo y los estándares de calidad. En un contexto globalizado, con consumidores más informados y exigentes, la compañía ha apostado por reforzar la calidad de sus productos y ampliar su capacidad de adaptación, desde un enfoque de sostenibilidad tanto social como medioambiental. Esta apuesta se traduce en el desarrollo de nuevos formatos y soluciones de valor añadido en sus aceites y productos de alimentación, así como en la integración del aceite de oliva y de aceites vegetales de alta calidad en alimentos procesados de calidad, incorporándose en productos elaborados que aporten sabor, salud y funcionalidad: desde mayonesas y salsas hasta conservas vegetales, tomates, gazpacho o salmorejo. Este compromiso con los consumidores y con toda la cadena de valor, conlleva que la sostenibilidad forme parte estructural de la estrategia de MIGASA, no sólo como compromiso ambiental y social, sino también como herramienta de competitividad y garantía de futuro. Esta visión se concreta en distintas iniciativas desarrolladas por la compañía en los últimos años, orientadas a la eficiencia energética, la economía circular y la valorización de subproductos.Uno de los proyectos más destacados es el que se ha llevado a cabo en el centro de producción de Alcolea (Córdoba), que en 2021 se convirtió en la primera planta del sector oleícola en España en obtener el certificado «De Residuos a Recursos: Zero a vertedero». Este reconocimiento certifica que más del 95% de los residuos generados se reintegran en procesos productivos como materias primas secundarias, cerrando así el ciclo de aprovechamiento y reduciendo el impacto ambiental.En esta misma instalación, MIGASA ha impulsado un proyecto de autoconsumo energético mediante la instalación de paneles solares que cubren el 59,2% de las necesidades energéticas del centro. Esta medida permitirá evitar la emisión de más de 8.000 toneladas de CO2 en los próximos 25 años (equivale a plantar más de 63.000 árboles o a retirar de la circulación más de 83.000 vehículos).A este hito se suma la reciente puesta en marcha de la planta Oleosol, en el municipio sevillano de Pilas, desarrollada junto a la empresa Coagener. Es la primera instalación industrial de Andalucía que combina energía fotovoltaica con un sistema de almacenamiento en baterías de gran capacidad (2 MWh), lo que permite cubrir con energía solar las 24 horas de consumo de la fábrica de MIGASA. Esta solución no sólo refuerza la autosuficiencia energética, sino que también permite verter excedentes a la red local y ofrecer servicios de red como regulación de frecuencia o capacidad de arranque, consolidando un modelo energético limpio, eficiente y replicable en el ámbito industrial.La apuesta de MIGASA por la sostenibilidad incluye también proyectos de economía circular de alto impacto. A finales de 2024, la compañía firmó un acuerdo con la multinacional energética BP para suministrar anualmente 40.000 toneladas de subproductos no alimentarios que serán utilizados en la producción de biocombustibles renovables en la refinería de Castellón. Esta colaboración refuerza la línea de trabajo de MIGASA en la descarbonización de la cadena agroalimentaria y su contribución a modelos energéticos más sostenibles.De manera complementaria, el modelo de MIGASA se caracteriza también por su conexión directa con el sector productor. La compañía trabaja con más de 80.000 familias de agricultores, a quienes acompaña con proyectos orientados a garantizar un modelo justo, rentable y sostenible. Una de las iniciativas más destacadas en esta línea es el sello «Olivar Tradicional», desarrollado junto a UPA y LIDL, que reconoce el valor del cultivo milenario del olivar tradicional y garantiza un precio justo para quienes lo cultivan.Este sello ha evolucionado en el marco del Grupo Operativo AOVE Tradicional, en el que MIGASA colabora con universidades, empresas tecnológicas y organizaciones del sector para poner en valor para el consumidor final las prácticas sostenibles y el papel vertebrador del olivar en el medio rural.Un especial cuidado con las materias primas y con las personas que las generanAdaptación constanteTodos estos proyectos orientados a la sostenibilidad y eficiencia energética, no serían posibles sin el papel clave de las personas. Para MIGASA la profesionalización, la formación continua y la implicación activa de las 1.500 personas que forman sus equipos es esencial para desarrollar su capacidad de adaptación constante y mejora continua. Por ello, ha puesto el foco en acompañar los procesos de transformación con planes de formación y desarrollo, implicando a todos los niveles de la organización en la evolución del modelo productivo.La experiencia de Grupo MIGASA refleja cómo la sostenibilidad y la innovación pueden integrarse de forma real y eficaz en el día a día de una empresa agroalimentaria. A través de una visión estratégica centrada en el producto, el territorio, las personas y el entorno, la compañía ha desarrollado un modelo que combina competitividad internacional con compromiso local. Una trayectoria que continúa evolucionando para dar respuesta a los retos del presente sin perder de vista el futuro.Una empresa familiar con vocación globalEl grupo agroalimentario MIGASA es una empresa familiar andaluza líder en producción y comercialización de aceites de oliva y aceites vegetales que ha conseguido ser la primera empresa agroalimentaria de Andalucía por volumen de facturación y el principal exportador de aceite de oliva de España.Hoy la empresa centra su actividad en el sector agroalimentario mediante la elaboración y comercialización de aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de orujo de oliva, mayonesas, salsas, tomates, conservas vegetales, gazpacho, salmorejo, y todos los tipos de aceites vegetales y ácidos grasos derivados del aceite. Desde sus inicios, siempre ha estado muy unida al agricultor y al sector productor olivarero y ha buscado nuevas oportunidades de crecimiento, bien incorporando nuevas marcas a su entorno o poniendo en marcha alianzas estratégicas con otras empresas familiares o cooperativas de agricultores. El objetivo siempre ha sido diversificar y crecer para poder generar y desarrollar las oportunidades de un mercado cada vez más globalizado y competitivo en el que los aceites españoles son cada vez mejor valorados.La compañía ha apostado por cuidar las materias primas y a las personas que las generan, más de 80.000 familias de agricultores, para generar un negocio sostenible en todos los sentidos: la propia rentabilidad de su trabajo y el cuidado del entorno que lo posibilita. Y esta hoja de ruta es el motor y guía de los procesos de innovación que se ponen en marcha, entre los que se encuentra el uso de energías limpias y la descarbonización industrial. Estos proyectos forman parte de la estrategia de la compañía en la que la sostenibilidad, la reducción de la huella de carbono y el cuidado del entorno son claves. Con cerca de 90 años de historia, esta empresa de origen familiar ha evolucionado sin perder su arraigo con el territorio y con el sector productor aceitero, posicionándose como la principal compañía exportadora de aceite de oliva de España y la primera empresa agroalimentaria de Andalucía por volumen de facturación.A lo largo de su trayectoria, la estrategia de MIGASA ha estado dirigida a generar valor en toda la cadena de actividad, desde el agricultor hasta el consumidor final, pasando por clientes, distribuidores y su propio equipo humano. Para ello, ha situado la innovación como eje central y transversal de su modelo de desarrollo.Con presencia en más de 120 países, MIGASA ha sabido consolidarse como un referente internacional gracias a una visión del negocio a largo plazo fruto del compromiso con el futuro del campo y de los agricultores. La combinación entre innovación tecnológica, compromiso medioambiental y desarrollo territorial ha sido clave para alcanzar esta posición, basada en la reinversión constante, la diversificación de productos y mercados, y la apuesta por alianzas estratégicas. Para este grupo agroalimentario es muy importante que las marcas que se incorporen a su entorno sigan manteniendo su esencia, su propio posicionamiento y las características que las hacen únicas y relevantes para sus mercados y consumidores. Respetando su autonomía, MIGASA las apoya y las refuerza en su camino, contribuyendo así a su crecimiento, aportando diversos recursos y estructuras. En su entorno de marcas y alianzas empresariales se encuentran Ybarra, La Masía, Musa, Mueloliva, Sandúa, Rafael Salgado, Aceite 1881, Monterreal, Vianeza, Aceites Mestral y Coimbra, entre otras. Un proceso continuoPara la compañía, la innovación no es sólo incorporar tecnología o lanzar nuevos productos, sino adaptar de forma continua sus procesos y estructuras para responder a los cambios del mercado, los hábitos de consumo y los estándares de calidad. En un contexto globalizado, con consumidores más informados y exigentes, la compañía ha apostado por reforzar la calidad de sus productos y ampliar su capacidad de adaptación, desde un enfoque de sostenibilidad tanto social como medioambiental. Esta apuesta se traduce en el desarrollo de nuevos formatos y soluciones de valor añadido en sus aceites y productos de alimentación, así como en la integración del aceite de oliva y de aceites vegetales de alta calidad en alimentos procesados de calidad, incorporándose en productos elaborados que aporten sabor, salud y funcionalidad: desde mayonesas y salsas hasta conservas vegetales, tomates, gazpacho o salmorejo. Este compromiso con los consumidores y con toda la cadena de valor, conlleva que la sostenibilidad forme parte estructural de la estrategia de MIGASA, no sólo como compromiso ambiental y social, sino también como herramienta de competitividad y garantía de futuro. Esta visión se concreta en distintas iniciativas desarrolladas por la compañía en los últimos años, orientadas a la eficiencia energética, la economía circular y la valorización de subproductos.Uno de los proyectos más destacados es el que se ha llevado a cabo en el centro de producción de Alcolea (Córdoba), que en 2021 se convirtió en la primera planta del sector oleícola en España en obtener el certificado «De Residuos a Recursos: Zero a vertedero». Este reconocimiento certifica que más del 95% de los residuos generados se reintegran en procesos productivos como materias primas secundarias, cerrando así el ciclo de aprovechamiento y reduciendo el impacto ambiental.En esta misma instalación, MIGASA ha impulsado un proyecto de autoconsumo energético mediante la instalación de paneles solares que cubren el 59,2% de las necesidades energéticas del centro. Esta medida permitirá evitar la emisión de más de 8.000 toneladas de CO2 en los próximos 25 años (equivale a plantar más de 63.000 árboles o a retirar de la circulación más de 83.000 vehículos).A este hito se suma la reciente puesta en marcha de la planta Oleosol, en el municipio sevillano de Pilas, desarrollada junto a la empresa Coagener. Es la primera instalación industrial de Andalucía que combina energía fotovoltaica con un sistema de almacenamiento en baterías de gran capacidad (2 MWh), lo que permite cubrir con energía solar las 24 horas de consumo de la fábrica de MIGASA. Esta solución no sólo refuerza la autosuficiencia energética, sino que también permite verter excedentes a la red local y ofrecer servicios de red como regulación de frecuencia o capacidad de arranque, consolidando un modelo energético limpio, eficiente y replicable en el ámbito industrial.La apuesta de MIGASA por la sostenibilidad incluye también proyectos de economía circular de alto impacto. A finales de 2024, la compañía firmó un acuerdo con la multinacional energética BP para suministrar anualmente 40.000 toneladas de subproductos no alimentarios que serán utilizados en la producción de biocombustibles renovables en la refinería de Castellón. Esta colaboración refuerza la línea de trabajo de MIGASA en la descarbonización de la cadena agroalimentaria y su contribución a modelos energéticos más sostenibles.De manera complementaria, el modelo de MIGASA se caracteriza también por su conexión directa con el sector productor. La compañía trabaja con más de 80.000 familias de agricultores, a quienes acompaña con proyectos orientados a garantizar un modelo justo, rentable y sostenible. Una de las iniciativas más destacadas en esta línea es el sello «Olivar Tradicional», desarrollado junto a UPA y LIDL, que reconoce el valor del cultivo milenario del olivar tradicional y garantiza un precio justo para quienes lo cultivan.Este sello ha evolucionado en el marco del Grupo Operativo AOVE Tradicional, en el que MIGASA colabora con universidades, empresas tecnológicas y organizaciones del sector para poner en valor para el consumidor final las prácticas sostenibles y el papel vertebrador del olivar en el medio rural.Un especial cuidado con las materias primas y con las personas que las generanAdaptación constanteTodos estos proyectos orientados a la sostenibilidad y eficiencia energética, no serían posibles sin el papel clave de las personas. Para MIGASA la profesionalización, la formación continua y la implicación activa de las 1.500 personas que forman sus equipos es esencial para desarrollar su capacidad de adaptación constante y mejora continua. Por ello, ha puesto el foco en acompañar los procesos de transformación con planes de formación y desarrollo, implicando a todos los niveles de la organización en la evolución del modelo productivo.La experiencia de Grupo MIGASA refleja cómo la sostenibilidad y la innovación pueden integrarse de forma real y eficaz en el día a día de una empresa agroalimentaria. A través de una visión estratégica centrada en el producto, el territorio, las personas y el entorno, la compañía ha desarrollado un modelo que combina competitividad internacional con compromiso local. Una trayectoria que continúa evolucionando para dar respuesta a los retos del presente sin perder de vista el futuro.Una empresa familiar con vocación globalEl grupo agroalimentario MIGASA es una empresa familiar andaluza líder en producción y comercialización de aceites de oliva y aceites vegetales que ha conseguido ser la primera empresa agroalimentaria de Andalucía por volumen de facturación y el principal exportador de aceite de oliva de España.Hoy la empresa centra su actividad en el sector agroalimentario mediante la elaboración y comercialización de aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de orujo de oliva, mayonesas, salsas, tomates, conservas vegetales, gazpacho, salmorejo, y todos los tipos de aceites vegetales y ácidos grasos derivados del aceite. Desde sus inicios, siempre ha estado muy unida al agricultor y al sector productor olivarero y ha buscado nuevas oportunidades de crecimiento, bien incorporando nuevas marcas a su entorno o poniendo en marcha alianzas estratégicas con otras empresas familiares o cooperativas de agricultores. El objetivo siempre ha sido diversificar y crecer para poder generar y desarrollar las oportunidades de un mercado cada vez más globalizado y competitivo en el que los aceites españoles son cada vez mejor valorados.La compañía ha apostado por cuidar las materias primas y a las personas que las generan, más de 80.000 familias de agricultores, para generar un negocio sostenible en todos los sentidos: la propia rentabilidad de su trabajo y el cuidado del entorno que lo posibilita. Y esta hoja de ruta es el motor y guía de los procesos de innovación que se ponen en marcha, entre los que se encuentra el uso de energías limpias y la descarbonización industrial. Estos proyectos forman parte de la estrategia de la compañía en la que la sostenibilidad, la reducción de la huella de carbono y el cuidado del entorno son claves.
Con cerca de 90 años de historia, esta empresa de origen familiar ha evolucionado sin perder su arraigo con el territorio y con el sector productor aceitero, posicionándose como la principal compañía exportadora de aceite de oliva de España y la primera empresa agroalimentaria de Andalucía por volumen de facturación.
A lo largo de su trayectoria, la estrategia de MIGASA ha estado dirigida a generar valor en toda la cadena de actividad, desde el agricultor hasta el consumidor final, pasando por clientes, distribuidores y su propio equipo humano. Para ello, ha situado la innovación como eje central y transversal de su modelo de desarrollo.
Con presencia en más de 120 países, MIGASA ha sabido consolidarse como un referente internacional gracias a una visión del negocio a largo plazo fruto del compromiso con el futuro del campo y de los agricultores. La combinación entre innovación tecnológica, compromiso medioambiental y desarrollo territorial ha sido clave para alcanzar esta posición, basada en la reinversión constante, la diversificación de productos y mercados, y la apuesta por alianzas estratégicas. Para este grupo agroalimentario es muy importante que las marcas que se incorporen a su entorno sigan manteniendo su esencia, su propio posicionamiento y las características que las hacen únicas y relevantes para sus mercados y consumidores. Respetando su autonomía, MIGASA las apoya y las refuerza en su camino, contribuyendo así a su crecimiento, aportando diversos recursos y estructuras.
En su entorno de marcas y alianzas empresariales se encuentran Ybarra, La Masía, Musa, Mueloliva, Sandúa, Rafael Salgado, Aceite 1881, Monterreal, Vianeza, Aceites Mestral y Coimbra, entre otras.
Un proceso continuo
Para la compañía, la innovación no es sólo incorporar tecnología o lanzar nuevos productos, sino adaptar de forma continua sus procesos y estructuras para responder a los cambios del mercado, los hábitos de consumo y los estándares de calidad. En un contexto globalizado, con consumidores más informados y exigentes, la compañía ha apostado por reforzar la calidad de sus productos y ampliar su capacidad de adaptación, desde un enfoque de sostenibilidad tanto social como medioambiental.
Esta apuesta se traduce en el desarrollo de nuevos formatos y soluciones de valor añadido en sus aceites y productos de alimentación, así como en la integración del aceite de oliva y de aceites vegetales de alta calidad en alimentos procesados de calidad, incorporándose en productos elaborados que aporten sabor, salud y funcionalidad: desde mayonesas y salsas hasta conservas vegetales, tomates, gazpacho o salmorejo.
Este compromiso con los consumidores y con toda la cadena de valor, conlleva que la sostenibilidad forme parte estructural de la estrategia de MIGASA, no sólo como compromiso ambiental y social, sino también como herramienta de competitividad y garantía de futuro. Esta visión se concreta en distintas iniciativas desarrolladas por la compañía en los últimos años, orientadas a la eficiencia energética, la economía circular y la valorización de subproductos.
Uno de los proyectos más destacados es el que se ha llevado a cabo en el centro de producción de Alcolea (Córdoba), que en 2021 se convirtió en la primera planta del sector oleícola en España en obtener el certificado «De Residuos a Recursos: Zero a vertedero». Este reconocimiento certifica que más del 95% de los residuos generados se reintegran en procesos productivos como materias primas secundarias, cerrando así el ciclo de aprovechamiento y reduciendo el impacto ambiental.
En esta misma instalación, MIGASA ha impulsado un proyecto de autoconsumo energético mediante la instalación de paneles solares que cubren el 59,2% de las necesidades energéticas del centro. Esta medida permitirá evitar la emisión de más de 8.000 toneladas de CO2 en los próximos 25 años (equivale a plantar más de 63.000 árboles o a retirar de la circulación más de 83.000 vehículos).
A este hito se suma la reciente puesta en marcha de la planta Oleosol, en el municipio sevillano de Pilas, desarrollada junto a la empresa Coagener. Es la primera instalación industrial de Andalucía que combina energía fotovoltaica con un sistema de almacenamiento en baterías de gran capacidad (2 MWh), lo que permite cubrir con energía solar las 24 horas de consumo de la fábrica de MIGASA. Esta solución no sólo refuerza la autosuficiencia energética, sino que también permite verter excedentes a la red local y ofrecer servicios de red como regulación de frecuencia o capacidad de arranque, consolidando un modelo energético limpio, eficiente y replicable en el ámbito industrial.
La apuesta de MIGASA por la sostenibilidad incluye también proyectos de economía circular de alto impacto. A finales de 2024, la compañía firmó un acuerdo con la multinacional energética BP para suministrar anualmente 40.000 toneladas de subproductos no alimentarios que serán utilizados en la producción de biocombustibles renovables en la refinería de Castellón. Esta colaboración refuerza la línea de trabajo de MIGASA en la descarbonización de la cadena agroalimentaria y su contribución a modelos energéticos más sostenibles.
De manera complementaria, el modelo de MIGASA se caracteriza también por su conexión directa con el sector productor. La compañía trabaja con más de 80.000 familias de agricultores, a quienes acompaña con proyectos orientados a garantizar un modelo justo, rentable y sostenible. Una de las iniciativas más destacadas en esta línea es el sello «Olivar Tradicional», desarrollado junto a UPA y LIDL, que reconoce el valor del cultivo milenario del olivar tradicional y garantiza un precio justo para quienes lo cultivan.
Este sello ha evolucionado en el marco del Grupo Operativo AOVE Tradicional, en el que MIGASA colabora con universidades, empresas tecnológicas y organizaciones del sector para poner en valor para el consumidor final las prácticas sostenibles y el papel vertebrador del olivar en el medio rural.
Adaptación constante
Todos estos proyectos orientados a la sostenibilidad y eficiencia energética, no serían posibles sin el papel clave de las personas. Para MIGASA la profesionalización, la formación continua y la implicación activa de las 1.500 personas que forman sus equipos es esencial para desarrollar su capacidad de adaptación constante y mejora continua. Por ello, ha puesto el foco en acompañar los procesos de transformación con planes de formación y desarrollo, implicando a todos los niveles de la organización en la evolución del modelo productivo.
La experiencia de Grupo MIGASA refleja cómo la sostenibilidad y la innovación pueden integrarse de forma real y eficaz en el día a día de una empresa agroalimentaria. A través de una visión estratégica centrada en el producto, el territorio, las personas y el entorno, la compañía ha desarrollado un modelo que combina competitividad internacional con compromiso local. Una trayectoria que continúa evolucionando para dar respuesta a los retos del presente sin perder de vista el futuro.
Una empresa familiar con vocación global
El grupo agroalimentario MIGASA es una empresa familiar andaluza líder en producción y comercialización de aceites de oliva y aceites vegetales que ha conseguido ser la primera empresa agroalimentaria de Andalucía por volumen de facturación y el principal exportador de aceite de oliva de España.
Hoy la empresa centra su actividad en el sector agroalimentario mediante la elaboración y comercialización de aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de orujo de oliva, mayonesas, salsas, tomates, conservas vegetales, gazpacho, salmorejo, y todos los tipos de aceites vegetales y ácidos grasos derivados del aceite.
Desde sus inicios, siempre ha estado muy unida al agricultor y al sector productor olivarero y ha buscado nuevas oportunidades de crecimiento, bien incorporando nuevas marcas a su entorno o poniendo en marcha alianzas estratégicas con otras empresas familiares o cooperativas de agricultores. El objetivo siempre ha sido diversificar y crecer para poder generar y desarrollar las oportunidades de un mercado cada vez más globalizado y competitivo en el que los aceites españoles son cada vez mejor valorados.
La compañía ha apostado por cuidar las materias primas y a las personas que las generan, más de 80.000 familias de agricultores, para generar un negocio sostenible en todos los sentidos: la propia rentabilidad de su trabajo y el cuidado del entorno que lo posibilita. Y esta hoja de ruta es el motor y guía de los procesos de innovación que se ponen en marcha, entre los que se encuentra el uso de energías limpias y la descarbonización industrial.
Estos proyectos forman parte de la estrategia de la compañía en la que la sostenibilidad, la reducción de la huella de carbono y el cuidado del entorno son claves.
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