‘Ikram’, la perrita llegada en patera, será puesta en adopción tras pasar una cuarentena

El desenlace ha sido finalmente el deseado. Ikram, la cachorra de mastín italiano de tres meses que llegó a Ibiza en una patera, podrá ser puesta en adopción tras pasar un periodo de cuarentena. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha enviado un oficio al Ayuntamiento de Ibiza en el que cede a la administración local toda la responsabilidad sobre el futuro de la perra en función de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales. Ikram pasará la cuarentena en el centro de bienestar animal de Sa Coma y, previsiblemente, este verano ya podrá ser adoptada por una familia de la isla.

Ikram fue rescatada el 19 de junio de la patera en la que viajaba con su dueño, un chico menor de edad, junto a otras 18 personas. La embarcación había zarpado días atrás de un puerto de Argelia y Salvamento Marítimo tuvo que rescatarla de madrugada a pocas millas de la costa de Formentera. Su propietario también portaba consigo la cartilla de vacunación del animal, en la que constaba como fecha de nacimiento el 24 de marzo de este año, además de los sellos de las vacunas que había recibido hasta el momento. Ambos fueron separados, ya que el menor pasó a ser tutelado por el Consell de Ibiza y la perra fue trasladada a una clínica veterinaria donde fue puesta en aislamiento.

El concejal de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Ibiza, Manuel Jiménez, ha celebrado la noticia, dado que desde el primer momento la corporación municipal se había opuesto al sacrificio de la cachorra, contemplado en la Ley 8/2003 de sanidad animal. Esta mañana el consistorio ha recibido un oficio del Ministerio en el que se recordaba la normativa sanitaria y los procedimientos a seguir en el caso de introducción de animales procedentes de países extranjeros. “Corresponde a la corporación local ordenar el aislamiento de animales de compañía en el caso de sospecha o diagnóstico de una enfermedad transmisible al hombre para someterlos a observación o a tratamiento curativo, bajo dirección facultativa, tal y como está realizando el Ayuntamiento de Ibiza”, han señalado fuentes del ministerio.

Jiménez ha explicado a EL PAÍS que realizarán más analíticas veterinarias a la perra y la someterán a una cuarentena, que ya está atravesando desde que llegó a la isla, para ratificar que no ha contraído la rabia. “Con la cartilla que llegó la perra hemos podido comprobar que no solo ha pasado exámenes veterinarios en Ibiza, sino que en Argel tuvo sus visitas al veterinario. No es que venga de un caos y que no sepamos de su pasado, sino que la perra ha estado bien cuidada”, señala Jiménez, quien recuerda que, si la perra hubiera nacido en España, con la edad que tiene tampoco habría estado vacunada contra la rabia.

El Ayuntamiento ha avanzado que enviarán al Ministerio los pasos que pretenden seguir con la cachorra, que una vez supere la cuarentena será operada de un problema en un párpado para después ser puesta en adopción en la isla. “Quiero agradecer en nombre de toda la corporación municipal a toda la sociedad que se ha movilizado, a los voluntarios del centro de bienestar de Sa Coma y las asociaciones y fundaciones que se han mostrado colaboradoras con este tema” ha señalado Jiménez.