Kiko, empresario, sobre alquilar furgonetas de segunda mano: «La rentabilidad es de un 60% con una inversión ridícula»

Kiko Aguirre enseña cómo el carsharing puede generar beneficios constantes y una alta rentabilidad con una inversión mínima.
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Las claves

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Kiko Aguirre, empresario y creador de contenido, destaca la rentabilidad del modelo de carsharing entre particulares, especialmente con furgonetas de segunda mano.

Con una inversión inicial de 9.000 euros, Kiko asegura que es posible obtener hasta 6.000 euros anuales alquilando furgonetas a través de plataformas como ‘Amovens’ o ‘Getaround’.

El alquiler diario de una furgoneta ronda los 35 euros, permitiendo recuperar rápidamente la inversión inicial y generando ingresos mensuales de 450-500 euros.

Kiko afirma que su modelo de negocio basado en el alquiler de furgonetas es más rentable que invertir en propiedades inmobiliarias en ubicaciones costosas.

El modelo de carsharing entre particulares, basado en el alquiler temporal de vehículos de propiedad privada, está ganando terreno en España.

Kiko Aguirre, un joven empresario y creador de contenido, ha encontrado en este sistema una forma sencilla de generar ingresos pasivos mediante la compra y alquiler de vehículos de segunda mano.

En uno de sus vídeos más virales, Kiko llama la atención con una frase que lo resume todo: «La rentabilidad es de un 60% con una inversión ridícula».

Un proceso sencillo 

A partir de ahí, explica paso a paso cómo cualquiera puede obtener beneficios con una inversión modesta. «El primer paso es comprar una furgoneta, obviamente de segunda mano, que ya esté devaluada. Esta, por ejemplo, ha costado 9.000 euros«, comenta.

Su propuesta se apoya en plataformas de carsharing como ‘Amovens’ o ‘Getaround’, que conectan a propietarios con usuarios que necesitan un vehículo por horas o días.

«El segundo paso es ponerla en una aplicación como Airbnb, pero para coches«, resume.

Según el empresario, existe una demanda constante de clientes: «Hay muchos clientes, repartidores, gente que quiere hacer mudanzas, gente que tiene obras, que nos van a pagar por utilizarla un día«.

El alquiler diario ronda los 35 euros, una cifra que, según Kiko, permite recuperar rápidamente la inversión inicial.

«Le vas a poder sacar a una furgoneta de estas muy fácilmente 450-500 euros al mes. Eso al año son cerca de 6.000 euros cuando la furgoneta ha costado 9.000″, asegura.

Su conclusión es clara: «Esta furgoneta que ves aquí es más rentable que un piso en la Gran Vía».

El carsharing, impulsado por el turismo y la economía colaborativa, se consolida como una alternativa a la compra tradicional de vehículos. Y Kiko, con su fórmula de alquiler de furgonetas, pretende demostrar que con ingenio y una inversión pequeña también se puede hacer negocio.

 elespanol – Sociedad

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