La enésima resurrección de las cerezas: «Venimos a cuidar Pachá»

Apenas ha abierto sus puertas y en la meca mundial de la fiesta ya hay que abrirse paso a codazos. Peregrinos llegados desde todos los rincones del planeta se mueven al ritmo de la música electrónica más codiciada, mientras otras decenas hacen cola a las puertas esperando un golpe de suerte. Aquí es imposible regatear a los porteros porque el cordón de seguridad parece el de un sultán árabe. Y eso que ni siquiera se trata de un día grande ni el cartel de artistas es el más suculento. Es solo un sábado más en los 52 años que la discoteca Pachá lleva abierta en Ibiza . Mucho ha caído desde que Ricardo Urgell desembarcara en 1973 en la isla para levantar en mitad de la nada una casa payesa que sin saberlo iba a constituir todo un imperio de la noche. Pachá vio la luz en Sitges (Barcelona) seis años antes, pero fue aquí donde florecieron las simbólicas cerezas que hoy son todo un icono en el mundo entero. Muy bien dice saberlo Aloki Batra , desde hace año y medio director general del grupo Pachá, que recibe a ABC de madrugada en la mítica habitación de la discoteca en la que Urgell montaba fiestas privadas para sus amistades. «Pachá es una cultura y las cerezas son un legado», acierta a decir el nuevo rey de la noche, con un aura muy distinto al del fundador, más curtido en la opulenta vida nocturna emiratí que en el ‘hippismo’ que inspiró el nacimiento de la compañía que ahora dirige.Aloki Batra, nuevo director general de Pachá ABCSon 320 millones de euros los que el grupo FIVE Holdings , sociedad instalada en Dubái propiedad del magnate indio Kabir Mulchandani, abonó al fondo británico Trilantic (todavía primer accionista de Talgo ) en el verano de 2023 por hacerse con casi todo el perímetro de Pachá (fuera de la operación quedaron los cabarets Lío ), que incluye las discotecas y restaurantes, además de los hoteles. Casi dos años después, Batra asegura que han superado todas las expectativas. «Incluso con el ‘merchandising’ hacemos mucho negocio».Noticia Relacionada estandar Si La nueva vida cinco estrellas de Destino, el hotel emblema de Pachá: suites con piscina y gimnasio al aire libre Antonio Ramírez Cerezo El resort da un salto de categoría para dirigirse al cliente de lujo tras una profunda renovación realizada en pocos meses, pero sin renunciar al legado de las icónicas cerezasEs el magnetismo de las cerezas que siguen haciendo de fortaleza a la marca. Detrás de su origen no hay una anécdota grandilocuente. El primer logo de la discoteca fue el ojo de la actriz Carmen Sevilla , hasta que Urgell se inspiró en el nombre de la sociedad bajo la que se abrió el Pachá de Sitges, Guinda SL , y se formó el icono. Ocurrió justo después de que el ‘arquitecto de la noche’ levantara su segundo Pachá, como se suele decir, cuando en Ibiza todo era campo y a la isla pitiusa solo se acercaban los hippies a practicar el amor libre.El origen del nombreEl primero de los Pachá fue abierto el 22 de julio de 1967 en una masía abandonada en la urbanización Vallpineda en Sitges que tenían que refrescar mojando el techo porque no tenían dinero para poner aire acondicionado. La ideóloga del nombre fue la esposa de Ricardo Urgell. «Ponle Pachá que vivirás como un pachá», le dijo. Y así, con Ricardo (en aquel entonces tenía 28 años) poniendo copas y su hermano Piti pinchando la música, comenzó la leyenda.Pachá abrió sus puertas en Ibiza en 1973 ABCDe ahí, seis años después Urgell llegó a Ibiza donde en un descampado en mitad de la nada logró forjar la sala de fiestas más conocida hoy en el planeta, dejando además un legado de fiestas míticas como la Flower Power , la más esperada cada año en la isla. Luego vino la expansión. En el imperio de la noche llegó un momento en el que no salía el sol. Las cerezas se esparcieron primero por Madrid en 1980, pero acabaron también llegando a Buenos Aires, Nueva York, Japón o Australia . Urgell encontró en el sistema de franquicia la vía para aliviar su ansia de hacer crecer la marca, cuanto más rápido mejor. A ello ayudó que también fue un visionario en la escena musical y en la década de los 90 hizo una fuerte apuesta por la música electrónica, que es la que todavía hoy sigue llenando las salas con las actuaciones de los mejores dj’s del mundo. Hoy, la estrella es el italiano Marco Carola , pero antes también escribieron su historia el francés David Guetta o el holandés Tiësto entre otros centenares de artistas.El problema fue que del propio Pachá surgió un ecosistema de fiestas y discotecas que poco a poco le fueron comiendo terreno. El gigante del ocio nocturno empezó a flaquear con un modelo de franquicias que ya no carburaba como antaño. Y con ese panorama, en 2017 la familia Urgell decidió vender el grupo. 350 millones de euros fueron los culpables, -años después Urgell dijo arrepentirse de haber firmado la venta- el montante total que pagó Trilantic para heredar un negocio al que aún veían margen para seguir expandiendo. Pero en 2020 llegó el Covid-19 e hizo temblar los cimientos del imperio. La pandemia dio cerrojazo a la noche con toques de queda y unos requisitos sanitarios totalmente incompatibles con su operativa. En 2020 y 2021 el grupo sumó perdidas por valor de 100 millones de euros y el fondo de capital riesgo pidió auxilio al Estado español. A través del Fondo de Recapitalización gestionado por Cofides (Ministerio de Industria) el grupo recibió a finales de 2021 una polémica inyección de 18 millones de euros , que suscitó las quejas de empresarios y oposición, quienes cuestionaban la urgencia de rescatar a una empresa de discotecas, cuando había otras decenas de firmas del turismo y la industria que llevaban meses ahogados esperando un balón de oxígeno, en este caso de la SEPI.Nueve meses después de aquello, tras un verano de 2022 en el que la vida nocturna volvió a la normalidad, Trilantic empezó a buscar comprador para Pachá y en el verano de 2023 apareció la oferta de FIVE Holdings, grupo también dedicado al mundo de la noche y propietario del hotel FIVE Palm Jumeirah en Dubái, donde también pinchan algunos de los mejores dj’s del mundo en su club Bohemia Beach . «Nos dedicamos a la hostelería y tenemos clubes diurnos y nocturnos. Nuestro negocio ya era muy parecido al de Pachá», explica Batra después de asegurar que el compromiso del ‘holding’ es el de permanecer a largo plazo en la compañía. «Somos una empresa, no un fondo de inversión. Venimos a cuidar la marca».Apuesta por el lujoLa nueva vocación del grupo, también como firma hotelera, es la de dirigir Pachá al cliente de lujo al que tienen perfectamente estudiado desde su cuartel general en Dubái. Por el momento han elevado de cuatro a cinco estrellas gran lujo al hotel Destino Pachá Ibiza , el cual era uno de los orgullos de Urgell. Eso sí, con un pequeño matiz: ahora Pachá ha desaparecido del nombre y se llama Destino Five Ibiza. Pero Batra insiste en el «poder» de la marca. «Simboliza amor, libertad, conexión, música, baile…».El ahora primer espada del grupo también dice no tener relación con Urgell. «Lo hemos visto algunas veces, pero no lo conocemos realmente. Cuando quiera venir aquí él y su familia serán invitados VIP», asegura. Y piensa que la esencia del Pachá de los 70 nunca se ha ido. «Los tiempos cambian pero la gente sigue queriendo divertirse y celebrar. Mientras sigamos teniendo emociones humanas, Pachá siempre existirá». Apenas ha abierto sus puertas y en la meca mundial de la fiesta ya hay que abrirse paso a codazos. Peregrinos llegados desde todos los rincones del planeta se mueven al ritmo de la música electrónica más codiciada, mientras otras decenas hacen cola a las puertas esperando un golpe de suerte. Aquí es imposible regatear a los porteros porque el cordón de seguridad parece el de un sultán árabe. Y eso que ni siquiera se trata de un día grande ni el cartel de artistas es el más suculento. Es solo un sábado más en los 52 años que la discoteca Pachá lleva abierta en Ibiza . Mucho ha caído desde que Ricardo Urgell desembarcara en 1973 en la isla para levantar en mitad de la nada una casa payesa que sin saberlo iba a constituir todo un imperio de la noche. Pachá vio la luz en Sitges (Barcelona) seis años antes, pero fue aquí donde florecieron las simbólicas cerezas que hoy son todo un icono en el mundo entero. Muy bien dice saberlo Aloki Batra , desde hace año y medio director general del grupo Pachá, que recibe a ABC de madrugada en la mítica habitación de la discoteca en la que Urgell montaba fiestas privadas para sus amistades. «Pachá es una cultura y las cerezas son un legado», acierta a decir el nuevo rey de la noche, con un aura muy distinto al del fundador, más curtido en la opulenta vida nocturna emiratí que en el ‘hippismo’ que inspiró el nacimiento de la compañía que ahora dirige.Aloki Batra, nuevo director general de Pachá ABCSon 320 millones de euros los que el grupo FIVE Holdings , sociedad instalada en Dubái propiedad del magnate indio Kabir Mulchandani, abonó al fondo británico Trilantic (todavía primer accionista de Talgo ) en el verano de 2023 por hacerse con casi todo el perímetro de Pachá (fuera de la operación quedaron los cabarets Lío ), que incluye las discotecas y restaurantes, además de los hoteles. Casi dos años después, Batra asegura que han superado todas las expectativas. «Incluso con el ‘merchandising’ hacemos mucho negocio».Noticia Relacionada estandar Si La nueva vida cinco estrellas de Destino, el hotel emblema de Pachá: suites con piscina y gimnasio al aire libre Antonio Ramírez Cerezo El resort da un salto de categoría para dirigirse al cliente de lujo tras una profunda renovación realizada en pocos meses, pero sin renunciar al legado de las icónicas cerezasEs el magnetismo de las cerezas que siguen haciendo de fortaleza a la marca. Detrás de su origen no hay una anécdota grandilocuente. El primer logo de la discoteca fue el ojo de la actriz Carmen Sevilla , hasta que Urgell se inspiró en el nombre de la sociedad bajo la que se abrió el Pachá de Sitges, Guinda SL , y se formó el icono. Ocurrió justo después de que el ‘arquitecto de la noche’ levantara su segundo Pachá, como se suele decir, cuando en Ibiza todo era campo y a la isla pitiusa solo se acercaban los hippies a practicar el amor libre.El origen del nombreEl primero de los Pachá fue abierto el 22 de julio de 1967 en una masía abandonada en la urbanización Vallpineda en Sitges que tenían que refrescar mojando el techo porque no tenían dinero para poner aire acondicionado. La ideóloga del nombre fue la esposa de Ricardo Urgell. «Ponle Pachá que vivirás como un pachá», le dijo. Y así, con Ricardo (en aquel entonces tenía 28 años) poniendo copas y su hermano Piti pinchando la música, comenzó la leyenda.Pachá abrió sus puertas en Ibiza en 1973 ABCDe ahí, seis años después Urgell llegó a Ibiza donde en un descampado en mitad de la nada logró forjar la sala de fiestas más conocida hoy en el planeta, dejando además un legado de fiestas míticas como la Flower Power , la más esperada cada año en la isla. Luego vino la expansión. En el imperio de la noche llegó un momento en el que no salía el sol. Las cerezas se esparcieron primero por Madrid en 1980, pero acabaron también llegando a Buenos Aires, Nueva York, Japón o Australia . Urgell encontró en el sistema de franquicia la vía para aliviar su ansia de hacer crecer la marca, cuanto más rápido mejor. A ello ayudó que también fue un visionario en la escena musical y en la década de los 90 hizo una fuerte apuesta por la música electrónica, que es la que todavía hoy sigue llenando las salas con las actuaciones de los mejores dj’s del mundo. Hoy, la estrella es el italiano Marco Carola , pero antes también escribieron su historia el francés David Guetta o el holandés Tiësto entre otros centenares de artistas.El problema fue que del propio Pachá surgió un ecosistema de fiestas y discotecas que poco a poco le fueron comiendo terreno. El gigante del ocio nocturno empezó a flaquear con un modelo de franquicias que ya no carburaba como antaño. Y con ese panorama, en 2017 la familia Urgell decidió vender el grupo. 350 millones de euros fueron los culpables, -años después Urgell dijo arrepentirse de haber firmado la venta- el montante total que pagó Trilantic para heredar un negocio al que aún veían margen para seguir expandiendo. Pero en 2020 llegó el Covid-19 e hizo temblar los cimientos del imperio. La pandemia dio cerrojazo a la noche con toques de queda y unos requisitos sanitarios totalmente incompatibles con su operativa. En 2020 y 2021 el grupo sumó perdidas por valor de 100 millones de euros y el fondo de capital riesgo pidió auxilio al Estado español. A través del Fondo de Recapitalización gestionado por Cofides (Ministerio de Industria) el grupo recibió a finales de 2021 una polémica inyección de 18 millones de euros , que suscitó las quejas de empresarios y oposición, quienes cuestionaban la urgencia de rescatar a una empresa de discotecas, cuando había otras decenas de firmas del turismo y la industria que llevaban meses ahogados esperando un balón de oxígeno, en este caso de la SEPI.Nueve meses después de aquello, tras un verano de 2022 en el que la vida nocturna volvió a la normalidad, Trilantic empezó a buscar comprador para Pachá y en el verano de 2023 apareció la oferta de FIVE Holdings, grupo también dedicado al mundo de la noche y propietario del hotel FIVE Palm Jumeirah en Dubái, donde también pinchan algunos de los mejores dj’s del mundo en su club Bohemia Beach . «Nos dedicamos a la hostelería y tenemos clubes diurnos y nocturnos. Nuestro negocio ya era muy parecido al de Pachá», explica Batra después de asegurar que el compromiso del ‘holding’ es el de permanecer a largo plazo en la compañía. «Somos una empresa, no un fondo de inversión. Venimos a cuidar la marca».Apuesta por el lujoLa nueva vocación del grupo, también como firma hotelera, es la de dirigir Pachá al cliente de lujo al que tienen perfectamente estudiado desde su cuartel general en Dubái. Por el momento han elevado de cuatro a cinco estrellas gran lujo al hotel Destino Pachá Ibiza , el cual era uno de los orgullos de Urgell. Eso sí, con un pequeño matiz: ahora Pachá ha desaparecido del nombre y se llama Destino Five Ibiza. Pero Batra insiste en el «poder» de la marca. «Simboliza amor, libertad, conexión, música, baile…».El ahora primer espada del grupo también dice no tener relación con Urgell. «Lo hemos visto algunas veces, pero no lo conocemos realmente. Cuando quiera venir aquí él y su familia serán invitados VIP», asegura. Y piensa que la esencia del Pachá de los 70 nunca se ha ido. «Los tiempos cambian pero la gente sigue queriendo divertirse y celebrar. Mientras sigamos teniendo emociones humanas, Pachá siempre existirá».  

Apenas ha abierto sus puertas y en la meca mundial de la fiesta ya hay que abrirse paso a codazos. Peregrinos llegados desde todos los rincones del planeta se mueven al ritmo de la música electrónica más codiciada, mientras otras decenas hacen cola a … las puertas esperando un golpe de suerte. Aquí es imposible regatear a los porteros porque el cordón de seguridad parece el de un sultán árabe. Y eso que ni siquiera se trata de un día grande ni el cartel de artistas es el más suculento. Es solo un sábado más en los 52 años que la discoteca Pachá lleva abierta en Ibiza. Mucho ha caído desde que Ricardo Urgell desembarcara en 1973 en la isla para levantar en mitad de la nada una casa payesa que sin saberlo iba a constituir todo un imperio de la noche. Pachá vio la luz en Sitges (Barcelona) seis años antes, pero fue aquí donde florecieron las simbólicas cerezas que hoy son todo un icono en el mundo entero. Muy bien dice saberlo Aloki Batra, desde hace año y medio director general del grupo Pachá, que recibe a ABC de madrugada en la mítica habitación de la discoteca en la que Urgell montaba fiestas privadas para sus amistades. «Pachá es una cultura y las cerezas son un legado», acierta a decir el nuevo rey de la noche, con un aura muy distinto al del fundador, más curtido en la opulenta vida nocturna emiratí que en el ‘hippismo’ que inspiró el nacimiento de la compañía que ahora dirige.

Aloki Batra, nuevo director general de Pachá
ABC

Son 320 millones de euros los que el grupo FIVE Holdings, sociedad instalada en Dubái propiedad del magnate indio Kabir Mulchandani, abonó al fondo británico Trilantic (todavía primer accionista de Talgo) en el verano de 2023 por hacerse con casi todo el perímetro de Pachá (fuera de la operación quedaron los cabarets Lío), que incluye las discotecas y restaurantes, además de los hoteles. Casi dos años después, Batra asegura que han superado todas las expectativas. «Incluso con el ‘merchandising’ hacemos mucho negocio».

Es el magnetismo de las cerezas que siguen haciendo de fortaleza a la marca. Detrás de su origen no hay una anécdota grandilocuente. El primer logo de la discoteca fue el ojo de la actriz Carmen Sevilla, hasta que Urgell se inspiró en el nombre de la sociedad bajo la que se abrió el Pachá de Sitges, Guinda SL, y se formó el icono. Ocurrió justo después de que el ‘arquitecto de la noche’ levantara su segundo Pachá, como se suele decir, cuando en Ibiza todo era campo y a la isla pitiusa solo se acercaban los hippies a practicar el amor libre.

El origen del nombre

El primero de los Pachá fue abierto el 22 de julio de 1967 en una masía abandonada en la urbanización Vallpineda en Sitges que tenían que refrescar mojando el techo porque no tenían dinero para poner aire acondicionado. La ideóloga del nombre fue la esposa de Ricardo Urgell. «Ponle Pachá que vivirás como un pachá», le dijo. Y así, con Ricardo (en aquel entonces tenía 28 años) poniendo copas y su hermano Piti pinchando la música, comenzó la leyenda.

Pachá abrió sus puertas en Ibiza en 1973
ABC

De ahí, seis años después Urgell llegó a Ibiza donde en un descampado en mitad de la nada logró forjar la sala de fiestas más conocida hoy en el planeta, dejando además un legado de fiestas míticas como la Flower Power, la más esperada cada año en la isla. Luego vino la expansión. En el imperio de la noche llegó un momento en el que no salía el sol. Las cerezas se esparcieron primero por Madrid en 1980, pero acabaron también llegando a Buenos Aires, Nueva York, Japón o Australia. Urgell encontró en el sistema de franquicia la vía para aliviar su ansia de hacer crecer la marca, cuanto más rápido mejor. A ello ayudó que también fue un visionario en la escena musical y en la década de los 90 hizo una fuerte apuesta por la música electrónica, que es la que todavía hoy sigue llenando las salas con las actuaciones de los mejores dj’s del mundo. Hoy, la estrella es el italiano Marco Carola, pero antes también escribieron su historia el francés David Guetta o el holandés Tiësto entre otros centenares de artistas.

El problema fue que del propio Pachá surgió un ecosistema de fiestas y discotecas que poco a poco le fueron comiendo terreno. El gigante del ocio nocturno empezó a flaquear con un modelo de franquicias que ya no carburaba como antaño. Y con ese panorama, en 2017 la familia Urgell decidió vender el grupo. 350 millones de euros fueron los culpables, -años después Urgell dijo arrepentirse de haber firmado la venta- el montante total que pagó Trilantic para heredar un negocio al que aún veían margen para seguir expandiendo. Pero en 2020 llegó el Covid-19 e hizo temblar los cimientos del imperio. La pandemia dio cerrojazo a la noche con toques de queda y unos requisitos sanitarios totalmente incompatibles con su operativa. En 2020 y 2021 el grupo sumó perdidas por valor de 100 millones de euros y el fondo de capital riesgo pidió auxilio al Estado español. A través del Fondo de Recapitalización gestionado por Cofides (Ministerio de Industria) el grupo recibió a finales de 2021 una polémica inyección de 18 millones de euros, que suscitó las quejas de empresarios y oposición, quienes cuestionaban la urgencia de rescatar a una empresa de discotecas, cuando había otras decenas de firmas del turismo y la industria que llevaban meses ahogados esperando un balón de oxígeno, en este caso de la SEPI.

Nueve meses después de aquello, tras un verano de 2022 en el que la vida nocturna volvió a la normalidad, Trilantic empezó a buscar comprador para Pachá y en el verano de 2023 apareció la oferta de FIVE Holdings, grupo también dedicado al mundo de la noche y propietario del hotel FIVE Palm Jumeirah en Dubái, donde también pinchan algunos de los mejores dj’s del mundo en su club Bohemia Beach. «Nos dedicamos a la hostelería y tenemos clubes diurnos y nocturnos. Nuestro negocio ya era muy parecido al de Pachá», explica Batra después de asegurar que el compromiso del ‘holding’ es el de permanecer a largo plazo en la compañía. «Somos una empresa, no un fondo de inversión. Venimos a cuidar la marca».

Apuesta por el lujo

La nueva vocación del grupo, también como firma hotelera, es la de dirigir Pachá al cliente de lujo al que tienen perfectamente estudiado desde su cuartel general en Dubái. Por el momento han elevado de cuatro a cinco estrellas gran lujo al hotel Destino Pachá Ibiza, el cual era uno de los orgullos de Urgell. Eso sí, con un pequeño matiz: ahora Pachá ha desaparecido del nombre y se llama Destino Five Ibiza. Pero Batra insiste en el «poder» de la marca. «Simboliza amor, libertad, conexión, música, baile…».

El ahora primer espada del grupo también dice no tener relación con Urgell. «Lo hemos visto algunas veces, pero no lo conocemos realmente. Cuando quiera venir aquí él y su familia serán invitados VIP», asegura. Y piensa que la esencia del Pachá de los 70 nunca se ha ido. «Los tiempos cambian pero la gente sigue queriendo divertirse y celebrar. Mientras sigamos teniendo emociones humanas, Pachá siempre existirá».

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