El rostro de una mujer. Es lo único que queda en una fotografía analógica restaurada tras la dana del 29 de octubre. Lo demás es el blanco del papel. Los pigmentos han desaparecido. Un técnico de laboratorio muestra el objeto en una escena del documental Las capas de la memoria. “Lo que se ha perdido, se ha perdido”, sentencia el trabajador.
La Academia de Cine y la Universitat de València reflexionan en Alaquàs sobre ‘resignificar’ los recuerdos dañados por la catástrofe en el documental ‘Las capas de la memoria’
El rostro de una mujer. Es lo único que queda en una fotografía analógica restaurada tras la dana del 29 de octubre. Lo demás es el blanco del papel. Los pigmentos han desaparecido. Un técnico de laboratorio muestra el objeto en una escena del documental Las capas de la memoria. “Lo que se ha perdido, se ha perdido”, sentencia el trabajador.
“Aunque en esa imagen nosotras no veamos nada, cuando se devuelve, la familia sigue viendo lo que ya no está”, dice Marisa Vázquez, coordinadora del proyecto Salvem les fotos impulsado por la Universitat de València, la UV, y sobre el que versa este documental.
La Academia de Cine y la universidad han presentado en el municipio de Alaquàs, en la provincia de Valencia, este documental resultado de unos talleres en los que participaron 15 alumnos de Comunicación Audiovisual, Sociología, Periodismo e Historia del Arte de la UV. La cinta, recién montada, no se ha estrenado ante el público general, pero la Academia de Cine explica que habrá un pase en su sede y que piensan en futuras proyecciones, aunque no concretan fechas.
El proyecto audiovisual lo han coordinado los cineastas Nuria Giménez Lorang, Sergio Oksman y Victor Serna, que han participado en la presentación dentro de una pequeña sala del castillo renacentista de Alaquàs, en un día de junio no especialmente caluroso.
El documental se centra en la resignificación: las fotos dañadas no se pierden del todo, sino que pueden ser entendidas de otra forma.
“Es es el pequeño misterio detrás de esta fotografía. Nunca sabremos realmente qué estaba pasando, porque siempre va a estar desde un punto más subjetivo”, señala una de las participantes en el documental sobre las imágenes afectadas.
Además de cercenar 228 vidas humanas y anegar 75 municipios ―entre ellos, Alaquàs― la riada arrasó los álbumes de fotos. “Trabajamos con más de un millón y medio de fotografías relacionadas con un millar de familias”, explica Marisa Vázquez en la cinta.

“Las emulsiones han hecho unos efectos estéticos maravillosos en las fotografías. La riada ha dejado dejado una pátina histórica e incluso una capa artística sobre las imágenes. Pero hay una tercera capa de memoria que tiene que ver con la del 29 de octubre del 2024. Y es que da igual que sea de Algemesí, Torrent, Alfafar, Utiel, todos comparten la huella del barro”, explica Vázquez.
El documental reivindica los álbumes de fotos como el patrimonio gráfico de lo cotidiano. “Si las miras detenidamente, cualquiera de las fotografías rescatadas te suscita algo”, arguye Oksman. “El paso de la tragedia por las fotografías hace que tengan algo colectivo, ya no son solo fotos familiares”, considera.
“Cuando fuimos a Torrent, vislumbramos la magnitud de los hechos”, recuerda la cineasta Giménez Lorang. “Me impactó mucho la caja con el cartel de lo que era recuperable y lo que no, miramos lo que había y cualquiera de esas fotografías era recuperable”, asegura.
“No tenéis que centraros en el proyecto o en la historia que cuenta la foto en sí misma, sino encontrar nuevos relatos”, explica Vázquez.
El documental reflexiona sobre la legitimidad de usar fotografías ajenas. “Si me centro en lo creativo, resignificar una fotografía sacada de contexto y erigirla como una representación de la memoria colectiva, me parece una maravilla. Pero entiendo que a las víctimas de la tragedia, esto les cueste un poco más”, explica Giménez. “¿Hasta qué punto podemos fabular sobre fotografías ajenas?”, se pregunta Oksman.

En el acto de presentación ha intervenido Fernando Méndez-Leite, el presidente de la Academia de Cine quien ha señalado que “la pérdida del patrimonio fílmico es una de las consecuencias de la catástrofe”. El acto se enmarca dentro de la cuarta edición Campus de Verano organizado por la institución. También intervino la responsable de Relaciones Institucionales de Netflix, Beatriz Álvarez, que reivindicó el papel de los jóvenes en la reconstrucción de las zonas afectadas.
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