Leiva arrasa en Madrid: en su sitio, mutando en Andrés y por encima de los tópicos

<p>’Gigante’ lleva el nombre de la gira 2025 de Leiva. Y ‘Gigante’ es precisamente un título que invita a caer en tópicos calificativos sobre un artista al que precisamente se le quedaría corta esta definición. Por eso, enfrentarse a la crónica del concierto de un coloso como él implica siempre un plus de responsabilidad ante la dificultad -mejor dicho, la quimera- de estar a la altura del espectáculo.</p>

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 ‘Gigante’ lleva el nombre de la gira 2025 de Leiva. Y ‘Gigante’ es precisamente un título que invita a caer en tópicos calificativos sobre un artista al que precisamente se le q  

‘Gigante’ lleva el nombre de la gira 2025 de Leiva. Y ‘Gigante’ es precisamente un título que invita a caer en tópicos calificativos sobre un artista al que precisamente se le quedaría corta esta definición. Por eso, enfrentarse a la crónica del concierto de un coloso como él implica siempre un plus de responsabilidad ante la dificultad -mejor dicho, la quimera- de estar a la altura del espectáculo.

Al preparar la cita y leer lo último sobre el genio, por el camino se descubren citas maravillosas. ¿Saben la mejor? Pues que después de muchos años, Leiva dice haber asumido lo que es. «Es lo que hay», confesó recientemente a Mondo Sonoro. Visto lo visto, si esto es lo que hay, bendito sea, pues lo que hubo este sábado noche en Madrid fue otra demostración de estar ante un artista monumental al que no se le vislumbra el techo. Venga, sí, lo diré cuanto antes, la sensación de estar ante un verdadero gigante.

Si redondo fue su reciente paso por Sevilla, «una locura imposible de abarcar», lo de Madrid, en la primera parada de los dos «no hay billetes» del Movistar Arena, ha sido otro ejemplo más de que con Leiva se apuesta sobre seguro. Y es que la palabra decepción no se concibe dentro del diccionario de los asistentes a sus directos, marcados, como éste, por una fuerza titánica, un sonido sideral y un talento innato para contagiar al público del dinamismo que por momentos convirtió el recinto en un manicomio.

Se saltó su habitual puntualidad torera Leiva por apenas 10 minutos para arrancar con ‘Bajo presión’, que inicia diciendo «estás en tu mejor momento de largo / puedes decirlo bien alto». Nada más lejos de la realidad, pues a esta mejor versión del artista ya no se la lleva el aire como pasaba en ‘Pólvora’ hace más de una década.

Ha llovido desde entonces y todo en Leiva ha ido cogiendo un poso de solidez y de autocrontrol. Precisamente la lluvia, la de los zapatos, dio continuidad a un inicio que metió de golpe a todos en el directo. Después brotó la canción que da título al tour (y al tópico), para seguir terriblemente cruel antes de llegar al temazo ‘Superpoderes’, que siempre, siempre, siempre, emociona.

Hizo una pausa Leiva para hacer una confesión: el retiro el campo durante dos años alejado de los directos estuvo acompañado de una operación en la voz que le tuvo varios meses de convalecencia. Y explicó que al volver a los escenarios sintió esa especie de dependencia a actuar frente al público: «Este es mi sitio», dijo.

Tras ‘Breakind bad’ llegó ‘El polvo de los días raros’, con una letra profunda, rota, desgarrada, con la que narra esa especie de duelo que supone la dura y desnortada travesía tras la ruptura amorosa. Ésa en la que siempre «huele demasiado ti». Es aquí cuando Leiva se vistió de Andrés, de su admirado Andrés. Tanto que hasta el propio músico siente que ‘Gigante’ es su particular ‘Honestidad Brutal’, aquel disco de Calamaro que marcó a una generación a la que él pertenece.

Hubo otro guiño a Calamaro. No, Leiva no sacó el capote. Pero sí pidió al gentío olvidarse, aunque fuera por un momento, de los móviles. Como hiciera el argentino en el entonces WiZink. Y rogó que ‘Vis a vis’ quedase en la retina de todos, sin grabaciones, como en los conciertos de antes, como uno de los recuerdos que de verdad importan. Fue maravilloso. Brutal. Gigantesco, maldita sea.

Eso dio pie a la traca final, garantía de éxito por el ‘factor Pereza’: ‘Como lo tienes tú’, ‘Estrella Polar’, y ‘Lady Madrid’ antes de parar y coger carrerilla para acabar con ‘Princesas’ que, como tantas veces, supuso un cierre superlativo y por encima de tópicos.

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