Los mercados bursátiles se rinden a la era de la ciberseguridad

La primera mitad de este año ha sido especialmente positiva para las cotizadas del sector de la ciberseguridad . En Estados Unidos, las acciones de CrowdStrike acumulan una subida cercana al 40% desde enero, mientras que Zscaler se dispara más de un 60%. Aunque con un crecimiento más moderado, firmas como Palo Alto Networks o Fortinet también han registrado avances, con repuntes de entre el 5% y el 6%. La tendencia muestra un mercado claramente volcado con un sector que no deja de ganar protagonismo.Desde Renta 4 Gestora avalan esta buena dinámica. El fondo Renta 4 Megatendencias Tecnología mantiene desde hace años una apuesta decidida por la ciberseguridad, que actualmente representa el 10% de su cartera, señala su gestor, Diego Santo Domingo. Entre sus principales posiciones figura Zscaler, con un peso cercano al 4% y una revalorización anual del 74,5% en dólares. También destacan los avances de Check Point y CyberArk , con subidas del 20%, frente al comportamiento más discreto de otras como Palo Alto y Fortinet.Esta revalorización bursátil responde a factores estructurales de fondo. Javier Cabrera, analista de mercados, atribuye el rally de las compañías de ciberseguridad al auge de la inteligencia artificial (IA) y al aumento de las tensiones geopolíticas, que han obligado a gobiernos y empresas a reforzar sus defensas digitales ante amenazas más complejas. En España, apunta que cerca del 10% del aumento del gasto en defensa previsto para este año se destinará a ciberseguridad, una cifra mayor si se incluyen otras partidas ligadas a infraestructuras digitales.Noticia Relacionada estandar Si ‘Pentesting’: aprender a pensar como el enemigo para blindar la ciberseguridad Adrián Espallargas La IA ha democratizado estos ataques controlados que sirven de test de solidez de unos escudos defensivos cercados por amenazas cada vez más sofisticadasEsta tendencia, también visible a nivel global, está impulsando los ingresos del sector, con un crecimiento esperado del 15% en 2024. El mercado, dice, ya anticipa un ciclo de expansión más amplio, lo que está elevando los múltiplos de las cotizadas.Además de Zscaler o Palo Alto, Nacho García Egea, CISO de Gigas, subraya el empuje de CrowdStrike y Cloudflare , «que marcan la pauta con soluciones nativas en la nube y arquitecturas Zero Trust». Comenta que Europa «empieza a mover ficha, como muestran la revalorización de Eviden (Atos) o los movimientos estratégicos de Thales en servicios gestionados y nube soberana». En el ámbito nacional, destaca la solidez de Indra , que combina capacidades en defensa, tecnología y ciberseguridad crítica. Sus acciones han subido casi un 120% en lo que va de año, rondando actualmente los 37 euros.En el plano europeo, TRC encarna, según Gustavo Martínez, profesor de Finanzas en la Universidad Francisco Marroquín, el esfuerzo más coherente por parte de España para liderar una ciberseguridad menos dependiente del exterior. Valora su evolución desde el software sanitario hacia soluciones como Cervus o Frontek, además de su implicación en el desarrollo de un catálogo europeo propio. Iniciativas como esta, sostiene, «son esenciales en un momento en el que Europa busca blindarse ante amenazas digitales sin recurrir sistemáticamente a proveedores de EE.UU. o Israel».Nuevos actoresPara avanzar hacia una ciberseguridad europea más autónoma no basta con reforzar lo que ya existe: hacen falta nuevos actores y una estrategia de consolidación. José Fernández Tamames, director del Grado en Ingeniería Informática en la UNIE Universidad, destaca el papel de firmas como Telefónica Tech o Indra-Minsait, claves para blindar infraestructuras críticas , sistemas OT o inteligencia de amenazas. Aunque su visibilidad internacional aún es limitada, podrían ganar peso global si apuestan por nichos de alto valor –como el IoT o la autenticación digital– y se apoyan en el marco normativo comunitario para escalar en sectores regulados.Más allá de los grandes grupos, el ecosistema también se nutre de empresas capaces de detectar brechas concretas. Fernando Mateus, CEO y fundador de Kymatio, defiende su apuesta por el riesgo humano, «un flanco poco cubierto por las soluciones tradicionales». Su plataforma SaaS, modular y alineada con normativas como NIS2, DORA o ENS , ya opera en España y Latinoamérica con el respaldo de Wayra. Aunque anticipa una etapa de concentración, cree que las firmas especializadas seguirán «siendo clave por su capacidad de adaptarse rápido y ofrecer soluciones innovadoras».Esa agilidad innovadora contrasta con la creciente complejidad del panorama de amenazas. Juan José Sánchez Peña, director del Máster en Ciberseguridad de UAX, advierte sobre el avance de los ‘ deepfakes ‘ y del ‘malware’ adaptativo, capaces de esquivar barreras en tiempo real. También señala los riesgos «de confiar en exceso en herramientas de IA, que pueden generar falsos positivos o reproducir sesgos desde el entrenamiento». En ese contexto, las pymes tecnológicas «ganan protagonismo por su rapidez de reacción ante desafíos más sofisticados».Este auge de amenazas más avanzadas está generando respuestas divergentes según el enfoque regional. Mientras Estados Unidos prioriza la automatización en la nube para escalar protección y eficiencia, Europa apuesta por la soberanía digital, el control del dato y la adaptación regulatoria. Según Pedro Viana, Head of Presales de Kaspersky para Iberia, «la clave está en un enfoque mixto que combine IA y análisis predictivo con despliegues locales o híbridos, ajustados a las necesidades de cada cliente. Un modelo que, más allá del contexto geográfico, busca equilibrio entre innovación, resiliencia y confianza».También desde Fortinet hay intentos por integrar la IA de forma más estructural. Acacio Martín, vicepresidente de Fortinet Iberia, explica que la compañía lleva «más de 15 años trabajando en este terreno y acumula más de 500 patentes relacionadas con IA. Frente a soluciones más puntuales, Fortinet apuesta por una integración nativa que abarca desde los chips hasta el sistema operativo, con el objetivo de anticiparse a las amenazas, reducir costes y simplificar la operativa mediante automatización e interfaces de lenguaje natural apoyadas en IA generativa».En cuanto a los retos estratégicos que afrontan estas compañías para sostener su ritmo de crecimiento en un mercado tan fragmentado y competitivo, Santo Domingo, de Renta 4, señala que la ciberseguridad «ha pasado de ser un gasto defensivo a convertirse en una garantía de continuidad operativa. Aunque los ciclos de venta se han ralentizado por la incertidumbre macroeconómica, los presupuestos en este ámbito siguen siendo prioritarios».Santo Domingo añade que la consolidación del sector «favorece a los actores con plataformas amplias y modelos de ingresos recurrentes». Pese a la presión sobre márgenes y la exigencia tecnológica constante, cree que los líderes «seguirán creciendo con solidez en un sector cada vez más percibido como refugio dentro del universo tecnológico».Marcar diferenciasA esa lectura sectorial se suma el análisis competitivo de Cabrera, analista de mercados, quien apunta que el mayor reto para estas compañías es «construir servicios diferenciales con altos costes de cambio. Si el cliente percibe que puede cambiar de proveedor sin fricción, el valor cae». En cambio, una solución integrada y conectada al proceso del cliente crea fidelidad y permite subir precios. El problema, añade, es que «sin innovación constante y capacidad para fijar precios, los retornos se deterioran y el mercado castiga rápidamente a las empresas más débiles»Sobre el potencial de revalorización, Cabrera cree que el sector «puede corregir si las expectativas de crecimiento no se cumplen, aunque su tendencia estructural es positiva». A medio plazo, la ciberseguridad seguirá siendo esencial, incluso si los conflictos geopolíticos se enfrían. Algunas compañías podrían verse penalizadas por valoraciones infladas, pero el mercado aún se expande. En su opinión, el ciclo no ha tocado techo y ciertas empresas podrían normalizar sus múltiplos si la liquidez persiste, prolongando el atractivo bursátil del sector. La primera mitad de este año ha sido especialmente positiva para las cotizadas del sector de la ciberseguridad . En Estados Unidos, las acciones de CrowdStrike acumulan una subida cercana al 40% desde enero, mientras que Zscaler se dispara más de un 60%. Aunque con un crecimiento más moderado, firmas como Palo Alto Networks o Fortinet también han registrado avances, con repuntes de entre el 5% y el 6%. La tendencia muestra un mercado claramente volcado con un sector que no deja de ganar protagonismo.Desde Renta 4 Gestora avalan esta buena dinámica. El fondo Renta 4 Megatendencias Tecnología mantiene desde hace años una apuesta decidida por la ciberseguridad, que actualmente representa el 10% de su cartera, señala su gestor, Diego Santo Domingo. Entre sus principales posiciones figura Zscaler, con un peso cercano al 4% y una revalorización anual del 74,5% en dólares. También destacan los avances de Check Point y CyberArk , con subidas del 20%, frente al comportamiento más discreto de otras como Palo Alto y Fortinet.Esta revalorización bursátil responde a factores estructurales de fondo. Javier Cabrera, analista de mercados, atribuye el rally de las compañías de ciberseguridad al auge de la inteligencia artificial (IA) y al aumento de las tensiones geopolíticas, que han obligado a gobiernos y empresas a reforzar sus defensas digitales ante amenazas más complejas. En España, apunta que cerca del 10% del aumento del gasto en defensa previsto para este año se destinará a ciberseguridad, una cifra mayor si se incluyen otras partidas ligadas a infraestructuras digitales.Noticia Relacionada estandar Si ‘Pentesting’: aprender a pensar como el enemigo para blindar la ciberseguridad Adrián Espallargas La IA ha democratizado estos ataques controlados que sirven de test de solidez de unos escudos defensivos cercados por amenazas cada vez más sofisticadasEsta tendencia, también visible a nivel global, está impulsando los ingresos del sector, con un crecimiento esperado del 15% en 2024. El mercado, dice, ya anticipa un ciclo de expansión más amplio, lo que está elevando los múltiplos de las cotizadas.Además de Zscaler o Palo Alto, Nacho García Egea, CISO de Gigas, subraya el empuje de CrowdStrike y Cloudflare , «que marcan la pauta con soluciones nativas en la nube y arquitecturas Zero Trust». Comenta que Europa «empieza a mover ficha, como muestran la revalorización de Eviden (Atos) o los movimientos estratégicos de Thales en servicios gestionados y nube soberana». En el ámbito nacional, destaca la solidez de Indra , que combina capacidades en defensa, tecnología y ciberseguridad crítica. Sus acciones han subido casi un 120% en lo que va de año, rondando actualmente los 37 euros.En el plano europeo, TRC encarna, según Gustavo Martínez, profesor de Finanzas en la Universidad Francisco Marroquín, el esfuerzo más coherente por parte de España para liderar una ciberseguridad menos dependiente del exterior. Valora su evolución desde el software sanitario hacia soluciones como Cervus o Frontek, además de su implicación en el desarrollo de un catálogo europeo propio. Iniciativas como esta, sostiene, «son esenciales en un momento en el que Europa busca blindarse ante amenazas digitales sin recurrir sistemáticamente a proveedores de EE.UU. o Israel».Nuevos actoresPara avanzar hacia una ciberseguridad europea más autónoma no basta con reforzar lo que ya existe: hacen falta nuevos actores y una estrategia de consolidación. José Fernández Tamames, director del Grado en Ingeniería Informática en la UNIE Universidad, destaca el papel de firmas como Telefónica Tech o Indra-Minsait, claves para blindar infraestructuras críticas , sistemas OT o inteligencia de amenazas. Aunque su visibilidad internacional aún es limitada, podrían ganar peso global si apuestan por nichos de alto valor –como el IoT o la autenticación digital– y se apoyan en el marco normativo comunitario para escalar en sectores regulados.Más allá de los grandes grupos, el ecosistema también se nutre de empresas capaces de detectar brechas concretas. Fernando Mateus, CEO y fundador de Kymatio, defiende su apuesta por el riesgo humano, «un flanco poco cubierto por las soluciones tradicionales». Su plataforma SaaS, modular y alineada con normativas como NIS2, DORA o ENS , ya opera en España y Latinoamérica con el respaldo de Wayra. Aunque anticipa una etapa de concentración, cree que las firmas especializadas seguirán «siendo clave por su capacidad de adaptarse rápido y ofrecer soluciones innovadoras».Esa agilidad innovadora contrasta con la creciente complejidad del panorama de amenazas. Juan José Sánchez Peña, director del Máster en Ciberseguridad de UAX, advierte sobre el avance de los ‘ deepfakes ‘ y del ‘malware’ adaptativo, capaces de esquivar barreras en tiempo real. También señala los riesgos «de confiar en exceso en herramientas de IA, que pueden generar falsos positivos o reproducir sesgos desde el entrenamiento». En ese contexto, las pymes tecnológicas «ganan protagonismo por su rapidez de reacción ante desafíos más sofisticados».Este auge de amenazas más avanzadas está generando respuestas divergentes según el enfoque regional. Mientras Estados Unidos prioriza la automatización en la nube para escalar protección y eficiencia, Europa apuesta por la soberanía digital, el control del dato y la adaptación regulatoria. Según Pedro Viana, Head of Presales de Kaspersky para Iberia, «la clave está en un enfoque mixto que combine IA y análisis predictivo con despliegues locales o híbridos, ajustados a las necesidades de cada cliente. Un modelo que, más allá del contexto geográfico, busca equilibrio entre innovación, resiliencia y confianza».También desde Fortinet hay intentos por integrar la IA de forma más estructural. Acacio Martín, vicepresidente de Fortinet Iberia, explica que la compañía lleva «más de 15 años trabajando en este terreno y acumula más de 500 patentes relacionadas con IA. Frente a soluciones más puntuales, Fortinet apuesta por una integración nativa que abarca desde los chips hasta el sistema operativo, con el objetivo de anticiparse a las amenazas, reducir costes y simplificar la operativa mediante automatización e interfaces de lenguaje natural apoyadas en IA generativa».En cuanto a los retos estratégicos que afrontan estas compañías para sostener su ritmo de crecimiento en un mercado tan fragmentado y competitivo, Santo Domingo, de Renta 4, señala que la ciberseguridad «ha pasado de ser un gasto defensivo a convertirse en una garantía de continuidad operativa. Aunque los ciclos de venta se han ralentizado por la incertidumbre macroeconómica, los presupuestos en este ámbito siguen siendo prioritarios».Santo Domingo añade que la consolidación del sector «favorece a los actores con plataformas amplias y modelos de ingresos recurrentes». Pese a la presión sobre márgenes y la exigencia tecnológica constante, cree que los líderes «seguirán creciendo con solidez en un sector cada vez más percibido como refugio dentro del universo tecnológico».Marcar diferenciasA esa lectura sectorial se suma el análisis competitivo de Cabrera, analista de mercados, quien apunta que el mayor reto para estas compañías es «construir servicios diferenciales con altos costes de cambio. Si el cliente percibe que puede cambiar de proveedor sin fricción, el valor cae». En cambio, una solución integrada y conectada al proceso del cliente crea fidelidad y permite subir precios. El problema, añade, es que «sin innovación constante y capacidad para fijar precios, los retornos se deterioran y el mercado castiga rápidamente a las empresas más débiles»Sobre el potencial de revalorización, Cabrera cree que el sector «puede corregir si las expectativas de crecimiento no se cumplen, aunque su tendencia estructural es positiva». A medio plazo, la ciberseguridad seguirá siendo esencial, incluso si los conflictos geopolíticos se enfrían. Algunas compañías podrían verse penalizadas por valoraciones infladas, pero el mercado aún se expande. En su opinión, el ciclo no ha tocado techo y ciertas empresas podrían normalizar sus múltiplos si la liquidez persiste, prolongando el atractivo bursátil del sector.  

La primera mitad de este año ha sido especialmente positiva para las cotizadas del sector de la ciberseguridad. En Estados Unidos, las acciones de CrowdStrike acumulan una subida cercana al 40% desde enero, mientras que Zscaler se dispara más de un 60%. Aunque con un crecimiento más moderado, firmas como Palo Alto Networks o Fortinet también han registrado avances, con repuntes de entre el 5% y el 6%. La tendencia muestra un mercado claramente volcado con un sector que no deja de ganar protagonismo.

Desde Renta 4 Gestora avalan esta buena dinámica. El fondo Renta 4 Megatendencias Tecnología mantiene desde hace años una apuesta decidida por la ciberseguridad, que actualmente representa el 10% de su cartera, señala su gestor, Diego Santo Domingo. Entre sus principales posiciones figura Zscaler, con un peso cercano al 4% y una revalorización anual del 74,5% en dólares. También destacan los avances de Check Point y CyberArk, con subidas del 20%, frente al comportamiento más discreto de otras como Palo Alto y Fortinet.

Esta revalorización bursátil responde a factores estructurales de fondo. Javier Cabrera, analista de mercados, atribuye el rally de las compañías de ciberseguridad al auge de la inteligencia artificial (IA) y al aumento de las tensiones geopolíticas, que han obligado a gobiernos y empresas a reforzar sus defensas digitales ante amenazas más complejas. En España, apunta que cerca del 10% del aumento del gasto en defensa previsto para este año se destinará a ciberseguridad, una cifra mayor si se incluyen otras partidas ligadas a infraestructuras digitales.

Esta tendencia, también visible a nivel global, está impulsando los ingresos del sector, con un crecimiento esperado del 15% en 2024. El mercado, dice, ya anticipa un ciclo de expansión más amplio, lo que está elevando los múltiplos de las cotizadas.

Además de Zscaler o Palo Alto, Nacho García Egea, CISO de Gigas, subraya el empuje de CrowdStrike y Cloudflare, «que marcan la pauta con soluciones nativas en la nube y arquitecturas Zero Trust». Comenta que Europa «empieza a mover ficha, como muestran la revalorización de Eviden (Atos) o los movimientos estratégicos de Thales en servicios gestionados y nube soberana». En el ámbito nacional, destaca la solidez de Indra, que combina capacidades en defensa, tecnología y ciberseguridad crítica. Sus acciones han subido casi un 120% en lo que va de año, rondando actualmente los 37 euros.

En el plano europeo, TRC encarna, según Gustavo Martínez, profesor de Finanzas en la Universidad Francisco Marroquín, el esfuerzo más coherente por parte de España para liderar una ciberseguridad menos dependiente del exterior. Valora su evolución desde el software sanitario hacia soluciones como Cervus o Frontek, además de su implicación en el desarrollo de un catálogo europeo propio. Iniciativas como esta, sostiene, «son esenciales en un momento en el que Europa busca blindarse ante amenazas digitales sin recurrir sistemáticamente a proveedores de EE.UU. o Israel».

Nuevos actores

Para avanzar hacia una ciberseguridad europea más autónoma no basta con reforzar lo que ya existe: hacen falta nuevos actores y una estrategia de consolidación. José Fernández Tamames, director del Grado en Ingeniería Informática en la UNIE Universidad, destaca el papel de firmas como Telefónica Tech o Indra-Minsait, claves para blindar infraestructuras críticas, sistemas OT o inteligencia de amenazas. Aunque su visibilidad internacional aún es limitada, podrían ganar peso global si apuestan por nichos de alto valor –como el IoT o la autenticación digital– y se apoyan en el marco normativo comunitario para escalar en sectores regulados.

Más allá de los grandes grupos, el ecosistema también se nutre de empresas capaces de detectar brechas concretas. Fernando Mateus, CEO y fundador de Kymatio, defiende su apuesta por el riesgo humano, «un flanco poco cubierto por las soluciones tradicionales». Su plataforma SaaS, modular y alineada con normativas como NIS2, DORA o ENS, ya opera en España y Latinoamérica con el respaldo de Wayra. Aunque anticipa una etapa de concentración, cree que las firmas especializadas seguirán «siendo clave por su capacidad de adaptarse rápido y ofrecer soluciones innovadoras».

Esa agilidad innovadora contrasta con la creciente complejidad del panorama de amenazas. Juan José Sánchez Peña, director del Máster en Ciberseguridad de UAX, advierte sobre el avance de los ‘deepfakes‘ y del ‘malware’ adaptativo, capaces de esquivar barreras en tiempo real. También señala los riesgos «de confiar en exceso en herramientas de IA, que pueden generar falsos positivos o reproducir sesgos desde el entrenamiento». En ese contexto, las pymes tecnológicas «ganan protagonismo por su rapidez de reacción ante desafíos más sofisticados».

Este auge de amenazas más avanzadas está generando respuestas divergentes según el enfoque regional. Mientras Estados Unidos prioriza la automatización en la nube para escalar protección y eficiencia, Europa apuesta por la soberanía digital, el control del dato y la adaptación regulatoria. Según Pedro Viana, Head of Presales de Kaspersky para Iberia, «la clave está en un enfoque mixto que combine IA y análisis predictivo con despliegues locales o híbridos, ajustados a las necesidades de cada cliente. Un modelo que, más allá del contexto geográfico, busca equilibrio entre innovación, resiliencia y confianza».

También desde Fortinet hay intentos por integrar la IA de forma más estructural. Acacio Martín, vicepresidente de Fortinet Iberia, explica que la compañía lleva «más de 15 años trabajando en este terreno y acumula más de 500 patentes relacionadas con IA. Frente a soluciones más puntuales, Fortinet apuesta por una integración nativa que abarca desde los chips hasta el sistema operativo, con el objetivo de anticiparse a las amenazas, reducir costes y simplificar la operativa mediante automatización e interfaces de lenguaje natural apoyadas en IA generativa».

En cuanto a los retos estratégicos que afrontan estas compañías para sostener su ritmo de crecimiento en un mercado tan fragmentado y competitivo, Santo Domingo, de Renta 4, señala que la ciberseguridad «ha pasado de ser un gasto defensivo a convertirse en una garantía de continuidad operativa. Aunque los ciclos de venta se han ralentizado por la incertidumbre macroeconómica, los presupuestos en este ámbito siguen siendo prioritarios».

Santo Domingo añade que la consolidación del sector «favorece a los actores con plataformas amplias y modelos de ingresos recurrentes». Pese a la presión sobre márgenes y la exigencia tecnológica constante, cree que los líderes «seguirán creciendo con solidez en un sector cada vez más percibido como refugio dentro del universo tecnológico».

Marcar diferencias

A esa lectura sectorial se suma el análisis competitivo de Cabrera, analista de mercados, quien apunta que el mayor reto para estas compañías es «construir servicios diferenciales con altos costes de cambio. Si el cliente percibe que puede cambiar de proveedor sin fricción, el valor cae». En cambio, una solución integrada y conectada al proceso del cliente crea fidelidad y permite subir precios. El problema, añade, es que «sin innovación constante y capacidad para fijar precios, los retornos se deterioran y el mercado castiga rápidamente a las empresas más débiles»

Sobre el potencial de revalorización, Cabrera cree que el sector «puede corregir si las expectativas de crecimiento no se cumplen, aunque su tendencia estructural es positiva». A medio plazo, la ciberseguridad seguirá siendo esencial, incluso si los conflictos geopolíticos se enfrían. Algunas compañías podrían verse penalizadas por valoraciones infladas, pero el mercado aún se expande. En su opinión, el ciclo no ha tocado techo y ciertas empresas podrían normalizar sus múltiplos si la liquidez persiste, prolongando el atractivo bursátil del sector.

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