Marta González-Corró, médica, avisa a España: «Tomar café nada más levantarte dispara la ansiedad y altera tus hormonas»

Tomar café al despertar puede parecer inofensivo, pero afecta a tu ansiedad y desajusta el equilibrio hormonal, según la Dra. González-Corró.
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El café es una de las bebidas más consumidas de todo el mundo, siendo un imprescindible en la gran mayoría de hogares españoles a la hora del desayuno. Nos acompaña en la primera comida del día, pero también en otros muchos momentos, como la sobremesa o la merienda.

Hoy en día es una costumbre social, pero a pesar de lo que se cree, esa primera taza de café a primera hora del día, lejos de ayudarnos, puede ser perjudicial para nosotros, tal y como asegura la médica, Marta González-Corró.

Para muchos, tomar café por la mañana se ha convertido en toda una necesidad, pero son cada vez más los expertos en el terreno de la salud que aseguran que la hora en la que se toma puede interferir en nuestros ritmos naturales.

González-Corró recalca que sería mejor esperar un tiempo después de levantarse para tomarlo, ya que al ingerir café nada más levantarnos hace que interfiera con el cortisol y nos haga más dependientes.

La cafeína estimula la producción de cortisol, la hormona del estrés que se produce de una forma natural en la corteza suprarrenal. Es un compuesto que, además de llegar en momentos de tensión, también influye en el estado de alerta, la energía y el rendimiento del día a día.

Nuestro organismo sigue sus ritmos circadianos y produce cortisol de una manera cíclica con determinados picos naturales a lo largo del día. Según la experta, tienen lugar a las 8-9 de la mañana, a las 12-13 y entre las 17:30-18:30 de la tarde.

Esto significa que a esas horas ya se cuenta con cortisol circulante en sangre, por lo que no sería necesario tomar el café, al tener activado el cortisol. Así lo asegura a través de su cuenta en la red social Instagram (@dramargocorro).

El café tempranero nos puede perjudicar

La Dra. Marta González-Corró deja claro que agregar cafeína en los momentos mencionados no solo no es necesario, sino que puede afectarnos negativamente, puesto que puede interferir en el equilibrio hormonal encargado de la regulación de nuestra energía.

Además, al alterar estos ritmos hormonales, el café consumido justo al despertar puede contribuir a una mayor sensación de ansiedad, especialmente en personas sensibles al estrés. “Jamás tomes café nada más levantarte, dispara el cortisol y multiplica la ansiedad”, advierte la doctora Marta González-Corró.

En vez de ayudarnos, el café tempranero puede tener incluso el efecto contrario al deseado, haciendo que la cafeína pierda eficacia y se vea alterado el ritmo con el que nuestro organismo gestiona la vigilia y el estrés.

En este sentido, la experta asegura que si se trata de una persona muy cafetera y lo toma a las horas en las que el organismo ya fabrica cortisol de manera natural, cada vez se fabricará menos cortisol, y esto hará que se sea más dependiente del café para mantenerse con energía y en alerta.

La cafeína, además, impide que la adenosina pueda actuar sobre el sistema nervioso, y aunque esto puede evitar sentirse somnoliento, el cuerpo es capaz de adaptarse. Si se consume cafeína con regularidad, el cuerpo produce más adenosina.

Esto supone que será necesaria más cafeína a medida que pasa el tiempo para poder tener esa misma sensación de estar despierto que se podría tener sin estar acostumbrado al café. Por este motivo, la médica tiene claro que es mejor tomar el primer café 90 minutos después de despertarse.

Aunque su recomendación general invita a retrasar el primer café del día, hay determinadas excepciones, ya que Marta González-Corró explica que tomar café en ayunas puede ser válido en el caso de que se vaya a realizar ejercicio físico.

La cafeína actúa como un potente ergogénico, es decir, una sustancia que mejora el rendimiento deportivo al mismo tiempo que incrementa el nivel de resistencia y reduce la propia percepción del esfuerzo durante la actividad.

Es por ello por lo que, si la mañana incluye una sesión de entrenamiento o una caminata exigente, la taza de café nada más despertar y en ayunas puede llegar a convertirse en una buena decisión.

La mejor hora para tomar un café

El café es una de las bebidas más populares en todo el planeta, y muchos no solo lo toman a diario, sino que lo hacen en más de una ocasión, considerando que así es clave para rendir en los estudios, en su trabajo o para simplemente estar más activos para cualquier actividad.

La cafeína que contiene una taza de café consigue activar una serie de células de la glándula pituitaria que ponen al cuerpo en posición de alerta generando adrenalina y esto quiere que nos sintamos más activos y con mayor capacidad mental.

La hora más común para tomar un café suele ser nada más levantarnos, pero hay algunos estudios científicos que aseguran que el mejor momento para consumir esta bebida no es a primera hora de la mañana, como indica Marta González-Corró.

De hecho, explican que la mejor opción es tomarlo entre las 9:30 y las 11:30 horas. Esto es debido a que los niveles de cortisol disminuyen y es el mejor momento para que al organismo le pueda entrar cafeína.

Así pues, según la ciencia y los diferentes estudios realizados al respecto, el café se tiene que tomar por la mañana y tras ingerir alimentos, lo que permite obtener todas sus cualidades y beneficios para la salud.

El café, además de ser un estimulante, también tiene un componente social, ya que es una excusa para quedar, hablar con otras personas o simplemente para tomarse un descanso en el trabajo o entre clases, siendo otro punto muy a tener en cuenta.

 elespanol – Salud

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