Ocurrió el pasado viernes en una finca de la localidad oscense de Fraga, epicentro frutero en Aragón y en plena campaña de recogida. La Guardia Civil investiga el fallecimiento de un trabajador agrícola, un temporero de origen pakistaní, que murió poco después de ser trasladado por sus compañeros al centro de salud del municipio tras encontrarse mal en el tajo, según adelantó el Diario El Segre de Lleida. Los hechos ocurrieron en una de estas jornadas de altas temperaturas, pero la causa de la muerte no se ha concretado todavía a la espera del informe forense. El juzgado número 1 de Fraga ha sido el encargado de este caso.
El temporero, un hombre sin papeles de origen pakistaní, se encontró mal en una finca de Fraga donde recogía fruta y, tras fallecer, se comprobó que su identidad no correspondía con el alta laboral
Ocurrió el pasado viernes en una finca de la localidad oscense de Fraga, epicentro frutero en Aragón y en plena campaña de recogida. La Guardia Civil investiga el fallecimiento de un trabajador agrícola, un temporero de origen pakistaní, que murió poco después de ser trasladado por sus compañeros al centro de salud del municipio tras encontrarse mal en el tajo, según adelantó el Diario El Segre de Lleida. Los hechos ocurrieron en una de estas jornadas de altas temperaturas, pero la causa de la muerte no se ha concretado todavía a la espera del informe forense. El juzgado número 1 de Fraga ha sido el encargado de este caso.
El temporero se desvaneció en la finca, una gran explotación que actualmente, según ha confirmado EL PAÍS, tiene contratados a más de 200 trabajadores para la campaña de recogida de la fruta. Un grupo de compañeros lo trasladaron en furgoneta al centro de salud del municipio, donde quedó al cargo de los sanitarios que ya nada pudieron hacer por su vida.
Al conocer los hechos, la Guardia Civil inició una investigación y alertó a la Inspección de Trabajo, que este lunes acudió a inspeccionar la finca y a recoger testimonios. En el transcurso de esta visita, los inspectores descubrieron la presencia de tres trabajadores irregulares y pudieron comprobar que el fallecido era un hombre sin papeles de origen pakistaní cuya identidad no se correspondía con la del trabajador que había dado de alta la empresa.
Se trata de un caso de suplantación de identidad, relativamente frecuente en el campo, explican fuentes de la investigación, lo que revela, según cuentan, las dificultades de control en explotaciones que ahora mismo contratan a un elevado número de trabajadores para los picos de las campañas como esta. A veces estos temporeros se intercambian sin que la compañía o su encargado sea consciente.
“Yo sé quién son mis trabajadores cuando son diez, pero ya no alcanzo cuando son 25, así que imagina con 200” nos dice el responsable del sector frutícola y agricultor en el sindicato UAGA COAG (Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón) Oscar Moret, que reconoce a la vez “que esto no es excusa, y es responsabilidad de la empresa, pero en momentos de tanto trabajo es muy difícil de controlar”.
Con hechos como el de este viernes, relata Moret, “si antes acudía por la mañana a ver si Juan es Juan, ahora ya voy varias veces”. En algunas explotaciones, de hecho, se están planteando la opción de contar con aplicaciones que permitan la identificación con parámetros biométricos para evitar las suplantaciones, aunque de momento son solo ideas y está por ver si podrían adecuarse a la normativa existente.
“Fraga ―asegura Moret― es un polvorín, coincide la gran necesidad de mano de obra con la llegada de mucha gente y algunos actúan como mafias”. Este mismo mes, recuerda, fue desarticulado por la Guardia Civil un hostal sin actividad en el cercano municipio de Candasnos donde se alojaba, en condiciones insalubres, a un centenar de temporeros, la mayoría estaban empleados en un almacén de fruta. Esta investigación sigue abierta. Aunque, desde Inspección de Trabajo también relatan todo lo que se ha avanzado en el sector, en concienciación de los empresarios, contratación en origen y mejoras en el alojamiento, a pesar de estos casos puntuales.
A esto se añaden varios días ya de elevadas temperaturas, que se sufren especialmente en trabajos a la intemperie como los agrícolas. El viernes pasado, el municipio alcanzó los 39 grados de temperatura. Para este fin de semana se esperan más de 40. Fraga, capital de la comarca del Bajo Cinca, en el sureste de Huesca, se extiende entre contrastes, por un lado, la árida zona de los Monegros y por otro el valle del río Cinca, fértil y frutero, con numerosas explotaciones agrícolas, y muy próximo el embalse de Mequinenza.
Mientras avanza la investigación y se confirmen las causas de la muerte del trabajador, sus compatriotas están recogiendo fondos para repatriar su cuerpo a Pakistán.
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