El experto habló sobre las estrategias y perspectivas sobre la compra de viviendas okupadas, un negocio en el que adquirir una vivienda es muy barato.
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En Madrid hay 691 pisos ocupados ilegalmente publicados en el portal inmobiliario Idealista, todos en venta por precios considerablemente más bajos que el verdadero valor del inmueble, con una condición: «El comprador se encarga del okupa«.
La mayoría de las descripciones de estas viviendas también leen: «Gran oportunidad de inversión». Por esto, muchos de los profesionales que se dedican a esta actividad de invertir en inmuebles son quienes acaban comprando dichas viviendas.
Pau Antó es uno de los inversores que ha visto dicho listado y ha optado por comprar estas viviendas a precios baratos, desokuparlas, reformarlas y venderlas. Así, lo explicó en un vídeo publicado en su canal de YouTube: «A mí no me preocupa comprar viviendas okupadas«.
«Dan más miedo que la realidad»
El inversor comenzó explicando: «Si yo voy a comprar a un banco o a un fondo de inversión, que es generalmente quien tiene pisos okupados, una casa que vale 100.000 euros y la puedo conseguir en 80.000 euros porque está okupada, yo puedo pactar con ese okupa».
Así, expuso el segundo motivo detrás del auge de la compra de viviendas ocupadas ilegalmente: «Por muy mal que se esté saltando la ley, puedo pagarle 5.000 euros o incluso 10.000 euros para que se vaya».
«Tengo ahí un diferencial de precio, puedo tener ahí un beneficio«, continuó. De forma matemática, si una vivienda de 100.000 euros fue comprada por 80.000 euros, aunque haya que pagarle al okupa 10.000 euros para que la desaloje, supone un beneficio de 10.000 euros.
Dicha ganancia puede ser utilizada después para las reformas, cambios o, dependiendo del estado del inmueble, limpieza de la vivienda para después ponerla en venta por 100.000 euros o más.
«Los okupas dan más miedo que la realidad», declaró sin miramientos. «Hay muchísimas viviendas en España y el índice de okupación es bajísimo, pero son cosas que hacen tanto ruido que la gente se asusta».
Por muy poco real que pueda parecer, es cierto que, según el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior, en 2024 se reportaron 16.426 denuncias por allanamiento o usurpación de inmuebles.
A esto se suma que, según el Consejo General del Poder Judicial, en 2025 se han presentado únicamente 592 demandas judiciales por ocupación ilegal de viviendas. Estas cifras representan un aumento del 7,4% y 5,2% respectivamente con respecto al año anterior.
Teniendo presentes estos datos, es cierto que ha habido un repunte en los últimos años, pero, en efecto, «los índices de ocupación ilegal son bajísimos», como expuso Antó.
«Entonces, no es como un gran problema estadístico, a mí no me preocupa comprar viviendas con okupas. Hemos comprado y siempre hemos buscado una solución, de consenso o de llegar a acuerdos», declaró el inversor.
Añadió que dichos acuerdos suelen ser caracterizados por «entregar una cantidad de dinero para que se vaya». Por este punto se suele creer que muchos okupas eligen entrar a viviendas de bancos, porque siempre vendrá un inversor.
«Hay gente que lo ve mal y lo ve como que personas como yo, que hemos comprado muchas viviendas en nuestra vida, estamos fomentando o alentando a que las personas okupen porque tienen el premio, el caramelo a okupar», concluyó el inversor inmobiliario.
elespanol – Sociedad