¿Qué pasa ahora? Las cinco claves tras el ataque de EE.UU. a Irán

¿Instalaciones nucleares «destruidas» o solo un impacto reversible?La primera incógnita por resolver es cuál es el impacto de los ataques de EE.UU. a tres instalaciones nucleares de Irán. Donald Trump aseguró en un mensaje televisado a su país que la operación fue un «éxito militar espectacular» y que las «instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido completamente y totalmente destruidas». Los objetivos eran las plantas de enriquecimiento de Fordo y de Natanz, además del centro de tecnología nuclear de Isfahan. La participación de EE.UU. se tenía por necesaria en especial para atacar la de Fordo, que es subterránea, y para la que el Ejército estadounidense pudo usar una bomba anti-búnker de casi 15.000 kilogramos de peso, la primera vez que se lanza contra un objetivo militar.Algunas autoridades iraníes, sin embargo, aseguraron que los daños en Fordo «no son irreversibles» y que el uranio enriquecido había sido traslado a otros lugares.Noticia Relacionada estandar Si ¿Atacar a Irán es MAGA? La posibilidad de que EE.UU. entre en guerra divide al ‘trumpismo’ Javier AnsorenaDurante los próximos días, las autoridades de Irán, Israel, EE.UU. y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la organización de la ONU que ha vigilado el programa nuclear de Irán y que había advertido de incumplimientos en su informe más reciente, harán su análisis de los efectos de estos ataques. La inteligencia de EE.UU. había determinado que los ataques ejecutados por Israel habían sido capaces de retrasar el desarrollo potencial de armas nucleares por parte de Irán en un periodo de solo seis meses. Y que Israel no tiene capacidad militar para debilitarlo más.La respuesta de Irán: amenaza las bases de EE.UU. en la regiónLa consecuencia inmediata del ataque de EE.UU. puede ser una respuesta de Irán. El Ejército iraní ha lanzado cientos de misiles contra Israel desde que el Gobierno de Benjamin Netanyahu iniciara su operación contra instalaciones nucleares y civiles de Irán el pasado 13 de junio. «Señor Trump, usted lo comenzó, nosotros lo acabaremos», amenazaba un presentador de la televisión pública iraní tras los ataques, acompañado de un gráfico con las bases estadounidenses en Oriente Próximo. «Al alcance de tiro», añadió.La última vez que EE.UU. ejecutó una operación militar contra Irán fue en enero de 2020, cuando Trump aprobó el asesinato con drones de Qassem Soleimani , el jefe de la Guardia Revolucionaria. Irán respondió con ataques a dos bases militares de EE.UU. en la región, que se saldaron sin víctimas mortales.La respuesta de Irán podría depender del análisis del impacto del ataque de EE.UU. a sus tres instalaciones nucleares. Pero el objetivo más inmediato sería, otra vez, las bases estadounidenses en Oriente Próximo. «Cuando hay guerra, ambos bandos se atacan, eso es sencillo de entender», dijo el viernes a la cadena NBC News el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi . «La defensa propia es un derecho legítimo de todos los países».EE.UU. tiene decenas de bases militares, que juntan decenas de miles de soldados, en toda la región, desde los países del Golfo Pérsico hasta Irak, Siria, Jordania o Egipto. Además de atacarlas, Irán también podría explotar minas navales en el Golfo y cerrar el estrecho de Hormuz.De forma paralela, los ataques podrían venir de grupos afiliados a Irán, como los hutíes de Yemén o Hizbolá en Líbano y Hamás en Gaza, estos dos últimos debilitados por Israel.«Si los estadounidenses se implican en el ataque contra Irán junto al enemigo israelí, nuestras fuerzas armadas atacarán sus naves y barcos de guerra en el mar Rojo», aseguró uno de los portavoces de los hutíes poco antes del ataque estadounidense.La posible contra-réplica de Trump: «ataques de fuerza mucho mayor»El secretario general de la ONU, Antonio Guterres , no tardó en reaccionar al ataque de EE.UU, a Irán. Aseguró estar «gravemente alarmado» por la operación militar, que calificó de «escalada peligrosa en una región que ya estaba al límite y que es una amenaza directa a la paz y a la seguridad internacionales».La semana pasada se celebraron dos sesiones de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la crisis en Oriente Próximo. En la última, el pasado viernes, la representante estadounidense ante el órgano de poder de la ONU, Dorothy Shea , defendió que «no es demasiado tarde para que Irán haga lo correcto».Ahora, Guterres asegura que hay un «riesgo creciente de que este conflicto se descontrole rápidamente, con consecuencias catastróficas para civiles, la región y el mundo».Para empezar, Irán solicitó pocas horas después del ataque la celebración «sin retraso» de una nueva reunión en el Consejo de Seguridad. Ninguna solución ni resolución saldrá de allí, dado que EE.UU. es uno de los cinco miembros permanentes –los otros son Rusia, China, Reino Unido y Francia– con derecho a veto. Pero servirá para ver si cambia el tono de Rusia y China, que mantienen vínculos de afinidad con el régimen iraní, pero que hasta ahora han parecido poco interesadas en implicarse en el conflicto .La recepción en EE.UU. de otra guerra en Oriente PróximoDespués de presentarse como el ‘pacificador’, después de prometer no llevar a EE.UU. a otra de esas ‘guerras eternas’ , Trump implica a su país en un conflicto en Oriente Próximo. La reacción inmediata ha sido la esperada. Los demócratas han condenado la decisión del presidente de EE.UU., la han calificado de irresponsable e incluso de inconstitucional por no contar con el visto bueno del Congreso. Entre las voces más fuertes, la de la diputada izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez , que ha exigido el ‘impeachment’ o juicio político contra Trump, al que acusó de «arriesgar de forma impulsiva una guerra que nos puede atrapar durante generaciones».Los líderes republicanos han mostrado su apoyo a la decisión de Trump. Por ejemplo, el senador John Thune , que lidera la mayoría de su partido en la Cámara Alta y que defendió que Irán «ha rechazado todas las vías diplomáticas a la paz». «Apoyo al presidente Trump y rezo por nuestras tropas», dijo. Lo decisivo, sin embargo, será ver la reacción en las bases del ‘trumpismo’, que defienden el aislacionismo de la ideología ‘America First’, ‘EE.UU. primero’, que no concuerda con el ataque a Irán. En los últimos días se han visto críticas tanto de figuras influyentes del ‘trumpismo’ –el presentador Tucker Carlson , el ideólogo populista Steve Bannon – y congresistas –la diputada Marjorie Taylor Greene , el senador Rand Paul – muy contrarios a la intervención. Una encuesta de Economist/YouGov de esta semana aseguraba que solo el 16% de los estadounidenses estaba a favor de un ataque militar de EE.UU. contra Irán, mientras que el 60% estaba en contra y el 24% no estaba seguro. El 65% de los demócratas, el 61% de los independientes y el 53% de los republicanos estaba en contra de la intervención militar. Sin embargo, otro sondeo, esta vez de ‘The Washington Post’ mostraba que casi el 70% de los estadounidenses consideran que el programa nuclear de Irán supone una amenaza «inmediata y seria» o «algo seria» para EE.UU. ¿Instalaciones nucleares «destruidas» o solo un impacto reversible?La primera incógnita por resolver es cuál es el impacto de los ataques de EE.UU. a tres instalaciones nucleares de Irán. Donald Trump aseguró en un mensaje televisado a su país que la operación fue un «éxito militar espectacular» y que las «instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido completamente y totalmente destruidas». Los objetivos eran las plantas de enriquecimiento de Fordo y de Natanz, además del centro de tecnología nuclear de Isfahan. La participación de EE.UU. se tenía por necesaria en especial para atacar la de Fordo, que es subterránea, y para la que el Ejército estadounidense pudo usar una bomba anti-búnker de casi 15.000 kilogramos de peso, la primera vez que se lanza contra un objetivo militar.Algunas autoridades iraníes, sin embargo, aseguraron que los daños en Fordo «no son irreversibles» y que el uranio enriquecido había sido traslado a otros lugares.Noticia Relacionada estandar Si ¿Atacar a Irán es MAGA? La posibilidad de que EE.UU. entre en guerra divide al ‘trumpismo’ Javier AnsorenaDurante los próximos días, las autoridades de Irán, Israel, EE.UU. y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la organización de la ONU que ha vigilado el programa nuclear de Irán y que había advertido de incumplimientos en su informe más reciente, harán su análisis de los efectos de estos ataques. La inteligencia de EE.UU. había determinado que los ataques ejecutados por Israel habían sido capaces de retrasar el desarrollo potencial de armas nucleares por parte de Irán en un periodo de solo seis meses. Y que Israel no tiene capacidad militar para debilitarlo más.La respuesta de Irán: amenaza las bases de EE.UU. en la regiónLa consecuencia inmediata del ataque de EE.UU. puede ser una respuesta de Irán. El Ejército iraní ha lanzado cientos de misiles contra Israel desde que el Gobierno de Benjamin Netanyahu iniciara su operación contra instalaciones nucleares y civiles de Irán el pasado 13 de junio. «Señor Trump, usted lo comenzó, nosotros lo acabaremos», amenazaba un presentador de la televisión pública iraní tras los ataques, acompañado de un gráfico con las bases estadounidenses en Oriente Próximo. «Al alcance de tiro», añadió.La última vez que EE.UU. ejecutó una operación militar contra Irán fue en enero de 2020, cuando Trump aprobó el asesinato con drones de Qassem Soleimani , el jefe de la Guardia Revolucionaria. Irán respondió con ataques a dos bases militares de EE.UU. en la región, que se saldaron sin víctimas mortales.La respuesta de Irán podría depender del análisis del impacto del ataque de EE.UU. a sus tres instalaciones nucleares. Pero el objetivo más inmediato sería, otra vez, las bases estadounidenses en Oriente Próximo. «Cuando hay guerra, ambos bandos se atacan, eso es sencillo de entender», dijo el viernes a la cadena NBC News el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi . «La defensa propia es un derecho legítimo de todos los países».EE.UU. tiene decenas de bases militares, que juntan decenas de miles de soldados, en toda la región, desde los países del Golfo Pérsico hasta Irak, Siria, Jordania o Egipto. Además de atacarlas, Irán también podría explotar minas navales en el Golfo y cerrar el estrecho de Hormuz.De forma paralela, los ataques podrían venir de grupos afiliados a Irán, como los hutíes de Yemén o Hizbolá en Líbano y Hamás en Gaza, estos dos últimos debilitados por Israel.«Si los estadounidenses se implican en el ataque contra Irán junto al enemigo israelí, nuestras fuerzas armadas atacarán sus naves y barcos de guerra en el mar Rojo», aseguró uno de los portavoces de los hutíes poco antes del ataque estadounidense.La posible contra-réplica de Trump: «ataques de fuerza mucho mayor»El secretario general de la ONU, Antonio Guterres , no tardó en reaccionar al ataque de EE.UU, a Irán. Aseguró estar «gravemente alarmado» por la operación militar, que calificó de «escalada peligrosa en una región que ya estaba al límite y que es una amenaza directa a la paz y a la seguridad internacionales».La semana pasada se celebraron dos sesiones de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la crisis en Oriente Próximo. En la última, el pasado viernes, la representante estadounidense ante el órgano de poder de la ONU, Dorothy Shea , defendió que «no es demasiado tarde para que Irán haga lo correcto».Ahora, Guterres asegura que hay un «riesgo creciente de que este conflicto se descontrole rápidamente, con consecuencias catastróficas para civiles, la región y el mundo».Para empezar, Irán solicitó pocas horas después del ataque la celebración «sin retraso» de una nueva reunión en el Consejo de Seguridad. Ninguna solución ni resolución saldrá de allí, dado que EE.UU. es uno de los cinco miembros permanentes –los otros son Rusia, China, Reino Unido y Francia– con derecho a veto. Pero servirá para ver si cambia el tono de Rusia y China, que mantienen vínculos de afinidad con el régimen iraní, pero que hasta ahora han parecido poco interesadas en implicarse en el conflicto .La recepción en EE.UU. de otra guerra en Oriente PróximoDespués de presentarse como el ‘pacificador’, después de prometer no llevar a EE.UU. a otra de esas ‘guerras eternas’ , Trump implica a su país en un conflicto en Oriente Próximo. La reacción inmediata ha sido la esperada. Los demócratas han condenado la decisión del presidente de EE.UU., la han calificado de irresponsable e incluso de inconstitucional por no contar con el visto bueno del Congreso. Entre las voces más fuertes, la de la diputada izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez , que ha exigido el ‘impeachment’ o juicio político contra Trump, al que acusó de «arriesgar de forma impulsiva una guerra que nos puede atrapar durante generaciones».Los líderes republicanos han mostrado su apoyo a la decisión de Trump. Por ejemplo, el senador John Thune , que lidera la mayoría de su partido en la Cámara Alta y que defendió que Irán «ha rechazado todas las vías diplomáticas a la paz». «Apoyo al presidente Trump y rezo por nuestras tropas», dijo. Lo decisivo, sin embargo, será ver la reacción en las bases del ‘trumpismo’, que defienden el aislacionismo de la ideología ‘America First’, ‘EE.UU. primero’, que no concuerda con el ataque a Irán. En los últimos días se han visto críticas tanto de figuras influyentes del ‘trumpismo’ –el presentador Tucker Carlson , el ideólogo populista Steve Bannon – y congresistas –la diputada Marjorie Taylor Greene , el senador Rand Paul – muy contrarios a la intervención. Una encuesta de Economist/YouGov de esta semana aseguraba que solo el 16% de los estadounidenses estaba a favor de un ataque militar de EE.UU. contra Irán, mientras que el 60% estaba en contra y el 24% no estaba seguro. El 65% de los demócratas, el 61% de los independientes y el 53% de los republicanos estaba en contra de la intervención militar. Sin embargo, otro sondeo, esta vez de ‘The Washington Post’ mostraba que casi el 70% de los estadounidenses consideran que el programa nuclear de Irán supone una amenaza «inmediata y seria» o «algo seria» para EE.UU.  

¿Instalaciones nucleares «destruidas» o solo un impacto reversible?

La primera incógnita por resolver es cuál es el impacto de los ataques de EE.UU. a tres instalaciones nucleares de Irán. Donald Trump aseguró en un mensaje televisado a su país que la operación fue un «éxito militar espectacular» y que las « … instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido completamente y totalmente destruidas». Los objetivos eran las plantas de enriquecimiento de Fordo y de Natanz, además del centro de tecnología nuclear de Isfahan.

La participación de EE.UU. se tenía por necesaria en especial para atacar la de Fordo, que es subterránea, y para la que el Ejército estadounidense pudo usar una bomba anti-búnker de casi 15.000 kilogramos de peso, la primera vez que se lanza contra un objetivo militar.

Algunas autoridades iraníes, sin embargo, aseguraron que los daños en Fordo «no son irreversibles» y que el uranio enriquecido había sido traslado a otros lugares.

Durante los próximos días, las autoridades de Irán, Israel, EE.UU. y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la organización de la ONU que ha vigilado el programa nuclear de Irán y que había advertido de incumplimientos en su informe más reciente, harán su análisis de los efectos de estos ataques.

La inteligencia de EE.UU. había determinado que los ataques ejecutados por Israel habían sido capaces de retrasar el desarrollo potencial de armas nucleares por parte de Irán en un periodo de solo seis meses. Y que Israel no tiene capacidad militar para debilitarlo más.

La respuesta de Irán: amenaza las bases de EE.UU. en la región

La consecuencia inmediata del ataque de EE.UU. puede ser una respuesta de Irán. El Ejército iraní ha lanzado cientos de misiles contra Israel desde que el Gobierno de Benjamin Netanyahu iniciara su operación contra instalaciones nucleares y civiles de Irán el pasado 13 de junio.

«Señor Trump, usted lo comenzó, nosotros lo acabaremos», amenazaba un presentador de la televisión pública iraní tras los ataques, acompañado de un gráfico con las bases estadounidenses en Oriente Próximo. «Al alcance de tiro», añadió.

La última vez que EE.UU. ejecutó una operación militar contra Irán fue en enero de 2020, cuando Trump aprobó el asesinato con drones de Qassem Soleimani, el jefe de la Guardia Revolucionaria. Irán respondió con ataques a dos bases militares de EE.UU. en la región, que se saldaron sin víctimas mortales.

La respuesta de Irán podría depender del análisis del impacto del ataque de EE.UU. a sus tres instalaciones nucleares. Pero el objetivo más inmediato sería, otra vez, las bases estadounidenses en Oriente Próximo.

«Cuando hay guerra, ambos bandos se atacan, eso es sencillo de entender», dijo el viernes a la cadena NBC News el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi. «La defensa propia es un derecho legítimo de todos los países».

EE.UU. tiene decenas de bases militares, que juntan decenas de miles de soldados, en toda la región, desde los países del Golfo Pérsico hasta Irak, Siria, Jordania o Egipto. Además de atacarlas, Irán también podría explotar minas navales en el Golfo y cerrar el estrecho de Hormuz.

De forma paralela, los ataques podrían venir de grupos afiliados a Irán, como los hutíes de Yemén o Hizbolá en Líbano y Hamás en Gaza, estos dos últimos debilitados por Israel.

«Si los estadounidenses se implican en el ataque contra Irán junto al enemigo israelí, nuestras fuerzas armadas atacarán sus naves y barcos de guerra en el mar Rojo», aseguró uno de los portavoces de los hutíes poco antes del ataque estadounidense.

La posible contra-réplica de Trump: «ataques de fuerza mucho mayor»

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, no tardó en reaccionar al ataque de EE.UU, a Irán. Aseguró estar «gravemente alarmado» por la operación militar, que calificó de «escalada peligrosa en una región que ya estaba al límite y que es una amenaza directa a la paz y a la seguridad internacionales».

La semana pasada se celebraron dos sesiones de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la crisis en Oriente Próximo. En la última, el pasado viernes, la representante estadounidense ante el órgano de poder de la ONU, Dorothy Shea, defendió que «no es demasiado tarde para que Irán haga lo correcto».

Ahora, Guterres asegura que hay un «riesgo creciente de que este conflicto se descontrole rápidamente, con consecuencias catastróficas para civiles, la región y el mundo».

Para empezar, Irán solicitó pocas horas después del ataque la celebración «sin retraso» de una nueva reunión en el Consejo de Seguridad. Ninguna solución ni resolución saldrá de allí, dado que EE.UU. es uno de los cinco miembros permanentes –los otros son Rusia, China, Reino Unido y Francia– con derecho a veto. Pero servirá para ver si cambia el tono de Rusia y China, que mantienen vínculos de afinidad con el régimen iraní, pero que hasta ahora han parecido poco interesadas en implicarse en el conflicto.

La recepción en EE.UU. de otra guerra en Oriente Próximo

Después de presentarse como el ‘pacificador’, después de prometer no llevar a EE.UU. a otra de esas ‘guerras eternas’, Trump implica a su país en un conflicto en Oriente Próximo. La reacción inmediata ha sido la esperada. Los demócratas han condenado la decisión del presidente de EE.UU., la han calificado de irresponsable e incluso de inconstitucional por no contar con el visto bueno del Congreso. Entre las voces más fuertes, la de la diputada izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez, que ha exigido el ‘impeachment’ o juicio político contra Trump, al que acusó de «arriesgar de forma impulsiva una guerra que nos puede atrapar durante generaciones».

Los líderes republicanos han mostrado su apoyo a la decisión de Trump. Por ejemplo, el senador John Thune, que lidera la mayoría de su partido en la Cámara Alta y que defendió que Irán «ha rechazado todas las vías diplomáticas a la paz». «Apoyo al presidente Trump y rezo por nuestras tropas», dijo.

Lo decisivo, sin embargo, será ver la reacción en las bases del ‘trumpismo’, que defienden el aislacionismo de la ideología ‘America First’, ‘EE.UU. primero’, que no concuerda con el ataque a Irán. En los últimos días se han visto críticas tanto de figuras influyentes del ‘trumpismo’ –el presentador Tucker Carlson, el ideólogo populista Steve Bannon– y congresistas –la diputada Marjorie Taylor Greene, el senador Rand Paul– muy contrarios a la intervención.

Una encuesta de Economist/YouGov de esta semana aseguraba que solo el 16% de los estadounidenses estaba a favor de un ataque militar de EE.UU. contra Irán, mientras que el 60% estaba en contra y el 24% no estaba seguro. El 65% de los demócratas, el 61% de los independientes y el 53% de los republicanos estaba en contra de la intervención militar. Sin embargo, otro sondeo, esta vez de ‘The Washington Post’ mostraba que casi el 70% de los estadounidenses consideran que el programa nuclear de Irán supone una amenaza «inmediata y seria» o «algo seria» para EE.UU.

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