Sánchez ultima los cambios en un PSOE expectante

,El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en Sevilla.

Acabó la cumbre de la ONU en Sevilla y volvió la cruda realidad del Gobierno y del PSOE. Después de cinco días con discursos y reuniones centrados en la cooperación al desarrollo, el multilateralismo, y la batalla contra la ultraderecha mundial liderada por Donald Trump, asuntos en los que se siente muy cómodo, Pedro Sánchez volvió en la tarde del jueves a Madrid para rematar las decisiones más importantes sobre los cambios en el PSOE, no solo de personas, sino también de formas de actuar, del código ético y las estructuras, que tiene previstos para intentar salir del agujero de credibilidad en el que le ha sumido el escándalo del caso Cerdán.

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 El presidente del Gobierno se reúne este viernes con feministas del partido tras los audios de la trama  

Acabó la cumbre de la ONU en Sevilla y volvió la cruda realidad del Gobierno y del PSOE. Después de cinco días con discursos y reuniones centrados en la cooperación al desarrollo, el multilateralismo, y la batalla contra la ultraderecha mundial liderada por Donald Trump, asuntos en los que se siente muy cómodo, Pedro Sánchez volvió en la tarde del jueves a Madrid para rematar las decisiones más importantes sobre los cambios en el PSOE, no solo de personas, sino también de formas de actuar, del código ético y las estructuras, que tiene previstos para intentar salir del agujero de credibilidad en el que le ha sumido el escándalo del caso Cerdán.

La entrada este lunes en la cárcel del ex secretario de organización, en el que el líder del PSOE confió hasta el último minuto, ha sumido en un gran shock al PSOE y al Gobierno, donde se multiplican los rumores y los nervios de quién puede caer y subir en la nueva cúpula. Sánchez ha hablado en las últimas tres semanas con casi todos los dirigentes clave del partido, a excepción de los críticos, y ha escuchado sus ideas, pero apenas les ha dado pistas sobre lo que piensa hacer. Eso solo lo ha debatido y con información parcial con su núcleo duro más cercano. La gran discusión interna pasa por saber si Sánchez hará un gran cambio o solo un retoque fruto de la salida de Cerdán, con un nuevo o nueva -muchos apuestan por una mujer- secretaria de organización.

No está claro aún cuantas personas saldrán de la cúpula, y es una decisión que Sánchez puede cambiar hasta el último momento porque se ejecutará este sábado por la mañana, pero distintas fuentes apuntan que los dirigentes más cercanos a Cerdán sí serán relevados de sus puestos clave. El cambio será pues profundo en el área de Organización, la que más poder ha tenido tradicionalmente en el partido.

Juan Francisco Serrano, el número dos de Cerdán en Ferraz, y Javier Cendón, secretario provincial de León y que también formaba parte del grupo exclusivo de diputados que no se separaba del ex número tres del PSOE en el Congreso, son dos de los dirigentes que, según varias fuentes del partido, Sánchez tiene previsto relevar de sus puestos actuales en la Ejecutiva, desde los que dirigían el partido con Cerdán. El plan del secretario general es proponer los cambios el sábado por la mañana en una Ejecutiva antes del comité federal, que tendrá que ratificar la decisión.

Otros miembros de la ejecutiva también saldrán, pero no por pertenecer al equipo de Cerdán o ser especialmente cercanos sino por un motivo muy distinto. Compaginaban sus responsabilidades en la ejecutiva con otras funciones orgánicas en sus territorios. Los estatutos del PSOE solo permiten que lo hagan el 10% de los miembros de la dirección estatal y ese porcentaje se superaba. El principal caso, según coinciden varias fuentes a este diario, es el de Esther Peña, que es secretaria provincial en Burgos y en el Congreso Federal de finales del año pasado en Sevilla fue ratificada como portavoz del partido.

Los recambios en el PSOE se van consolidando, aunque todo está abierto hasta la decisión final del líder, después de que el presidente del Gobierno se reuniese con la número dosdel Ejecutivo y del PSOE, María Jesús Montero, este jueves por la mañana en Sevilla, donde ha concluido la Cuarta Conferencia de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo, para abordar las primeras medidas con las que tratará de voltear la peor crisis desde que llegó hace siete años a La Moncloa.

Después de cinco días en la capital andaluza, Sánchez volvió a Madrid y tenía la agenda despejada la tarde del jueves y todo el viernes para reuniones y llamadas para rematar con su núcleo duro las decisiones que anunciará el sábado y también el discurso ante el Comité Federal, en el que deberá explicar qué ha pasado, cómo han podido fallar todos los controles, por qué confió hasta el final en Cerdán y sobre todo qué piensa hacer para asumir la responsabilidad política y garantizar que algo así no puede volver a suceder. Su equipo trabaja en el discurso, especialmente relevante, y también en las medidas, que se están hablando primero con Sumar, el socio de la coalición, que ha sido muy crítico con el “inmovilismo” del PSOE, en palabras de Yolanda Díaz.

La vicesecretaria general y la dirección colegiada que ha asumido de manera interina las funciones de Organización desde la renuncia de Cerdán hace tres semanas han comunicado a lo largo de este jueves a casi una decena de mandos de la ejecutiva federal que no seguirán.

El número de afectados que se quedan fuera de la dirección socialista varía entre cinco y ocho según las fuentes consultadas. Sánchez ha insistido en distinguir entre quienes pertenecían al núcleo de Cerdán y quienes no lo eran para no hacer “una caza de brujas”, según ha expresado a su entorno.

El presidente también ha convocado este viernes a las 16.30 en Ferraz a un grupo de feministas dirigentes del PSOE para hablar de las medidas que va a tomar el partido frente al durísimo desgaste que ha supuesto la publicación de grabaciones en las que José Luis Ábalos y Koldo García hablan de prostitutas.

Las fuentes consultadas especifican que no será un acto de partido sino una reunión a puerta cerrada en la que Sánchez tiene intención de explicar a las mujeres de mayor rango del partido cambios como el del código ético para expulsar a cualquier militante o dirigente que utilice la prostitución, algo que el PSOE quieren prohibir de manera generalizada en toda España. Esta parte del escándalo ha provocado casi el mismo desgaste que la propia corrupción, y Sánchez debatirá posibles medidas con un grupo grande de dirigentes del PSOE, entre ellas diputadas, senadoras y altos cargos del Gobierno.

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