«Me preocupa mucho la popularización de estos fármacos a través de ‘celebrities’ que quieren perder peso» / «Tenemos que hacer lo posible por estar sanos con dieta y deporte» / «Lo único que quería era sacar un fármaco para la diabetes».
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Los agonistas del GLP-1 han supuesto una de las revoluciones farmacológicas más importantes de los últimos años. Pensados en un principio para la diabetes, en estudios posteriores han demostrado ser muy efectivos en la pérdida de peso.
Sin embargo, las sorpresas continúan y algunos estudios han confirmado que también podrían ser útiles en otros campos, como el de las adicciones o incluso algunas enfermedades neurológicas.
Svetlana Mojsov fue, precisamente, la científica que descubrió y caracterizó la forma biológicamente activa de la hormona péptido similar al glucagón (GLP-1) que ha permitido el posterior desarrollo de todos estos fármacos.
Por esta contribución, la Fundación BBVA le ha otorgado el Premio Fronteras del Conocimiento de la categoría Biología y Biomedicina, que comparte con otros cuatro investigadores que sentaron los fundamentos biológicos de esta revolución farmacológica.
La primera aplicación que tuvo la identificación del GLP-1 fue en fármacos para la diabetes, pero estos pacientes ya tenían otros medicamentos. ¿Qué supusieron estos nuevos?
Marcaron una enorme diferencia. Cuando los empezamos a desarrollar vimos que GLP-1 regula el nivel de glucosa en sangre de manera muy fácil y sólo trabaja cuando incrementa ese nivel de glucosa. Si no tienes un caso de diabetes demasiado grave, es excelente.
Es decir, el GLP-1 no va a estimular la liberación de insulina cuando no estás tomando ningún tipo de dulce, porque no es necesario. Si tienes un caso grave de diabetes, tienes las inyecciones de insulina, pero también puede ser interesante el GLP-1.
En este caso funciona como prevención del aumento de la glucosa, pero también tiene beneficios para el corazón y para los riñones. Mejora el estado metabólico incluso cuando estás tomando insulina y si empiezas pronto a tomarlo no desarrollas el peor tipo de diabetes.
Pero ¡ojo! hay que dejar claro que no puede sustituir a la insulina.
Cuando empezó a estudiar el GLP-1, ¿sospechaba que podía llegar a convertirse en algo tan relevante?
No, no. Lo único que quería era sacar un fármaco para la diabetes. Entre los años 80 y 90 no había pruebas de que hubiese hormonas que pudiesen regular la obesidad. La obesidad es una enfermedad porque hay un desequilibrio hormonal.
Sólo cuando los pacientes empezaron a tomar GLP-1 vimos que esto era así. Los estudios científicos señalan la importancia de analizar a los pacientes, porque no era algo esperado. Novo Nordisk sacó Ozempic pensando en un fármaco para la diabetes fácil de administrar.
Pero fue luego cuando vieron que los que habían recibido Ozempic perdían un 15% de su peso corporal. Yo pensaba que el GLP-1 se quedaba en el intestino, pero está claro que tiene un efecto en el cerebro.
Además, como lo tomas una vez a la semana y en una dosis 100 veces más alta de la cantidad que normalmente hay en el cuerpo, debe haber un receptor en el cerebro que es bombardeado de forma continua porque se mantiene el efecto.
Lo único que vemos es lo que nos cuenta el paciente, lo que vamos observando. Tienen una reducción del apetito y tenemos que seguir investigando los mecanismos.
¿Comparte la ilusión por los resultados de GLP-1 en obesidad?
Sí, primero porque los obesos generalmente tienen diabetes y, una vez pierden el peso, la enfermedad desaparece. También tiene impacto en las enfermedades cardiovasculares. Forma todo parte del mismo proceso metabólico.
Hemos aprendido mucho, no sólo sobre diabetes. El GLP-1 impacta en el corazón, los riñones, la glucosa. Todo eso está relacionado.
¿Le preocupa que la popularización del GLP-1 venga en muchos casos de celebridades que quieren perder peso por simples motivos estéticos?
Sí, me preocupa mucho. Pienso que no es correcto y que tiene que darse sólo a las personas que realmente lo necesitan para mejorar su estado de salud. Tenemos que hacer lo posible por estar sanos con una dieta y deporte. Sé que no es fácil perder peso.
El GLP-1 no es un milagro, no podemos limitarnos a tomarlo y no hacer nada más. No debería hacerse de este modo y los médicos están de acuerdo. Pero bueno, en nuestra sociedad pasan estas cosas, todos lo sabemos.
Debido a que la obesidad es tan frecuente en el mundo, ¿estamos preparados para dar el GLP-1 a gran escala? Europa ha asociado Ozempic con más riesgo de pérdida de visión en diabéticos.
Pienso que todo es más anecdótico que otra cosa. No entendemos del todo cómo funciona el medicamento en el cerebro. Sí, hemos visto informes, pero es que tienes que ver el estado de cada persona que toma GLP-1 primero.
Porque igual esas personas ya tenían algo en la vista. En cualquier caso, el GLP-1 no es para todo el mundo, tu médico va a observar tu historial y ahí va a considerar si debes o no tomarlo. Siempre tiene que estar prescrito por un médico.
También hemos observado un aumento de las investigaciones con GLP-1 aplicado a otros problemas, como los de adicciones.
Esto es algo que tenemos que explorar. No lo habíamos previsto, pero parece que GLP-1 actúa en el factor de recompensa aparte de en su propio receptor del cerebro. Hay muchísimas neuronas en el cerebro y estos receptores tienen muchísimas neuronas.
Algunas neuronas sí que irán al comportamiento de adicción, otras al control del apetito. Tenemos que ver cuáles son todas las neuronas afectadas. Cuando hablamos de adicción tenemos que tener mucho cuidado.
Y esto es porque las personas que toman drogas suelen ser muy delgados y, por eso, no queremos que pierdan más peso. Por lo tanto, entender esos efectos secundarios es un desafío. Lo bonito de la ciencia es que un descubrimiento lleva a otro.
¿Nos va a dar más sorpresas el GLP-1?
Yo creo que sí, puede haberlas. Aunque creo que hemos cubierto bien el campo del GLP-1. Lo que ha dejado claro es que todo el metabolismo parece afectar al corazón, los riñones, las enfermedades hepáticas…
Habrá que ver si funciona para la drogadicción, también hay quien dice que puede ser útil para la enfermedad de Parkinson. En cualquier caso, hay que hacer más ensayos y estudios. Pero, de momento, hemos cubierto bastante campo.
¿Va a seguir el GLP-1 en diabetes o ya lo veremos casi exclusivamente para obesidad?
Va a seguir en diabetes porque ya está demostrado y tiene pocos efectos secundarios. Parece que ahora también lo vamos a enfocar más a obesidad, pero tenemos el reto de prevenir la pérdida de músculo cuando lo damos.
La pérdida de músculo es muy grave y, sobre todo, en personas mayores. La clave ahora es dar con otro fármaco que mantenga ese músculo. Algo diferente al GLP-1, por supuesto.
Es un importante efecto colateral y la gente debe saber que si le recetan Ozempic, nada más empezar, tiene que reforzar el tejido muscular. Es muy importante.
elespanol – Salud