Un tratamiento de bienestar para acelerar el viaje de reinvención turística

¿Se imagina darse un baño de sonidos con cuencos tibetanos para conectar con lo más profundo de su ser interior? ¿O acudir a una sesión de fotobiomodulación cerebral, una innovadora técnica que aplica luz LED en diferentes longitudes de onda, para combatir su estrés, insomnio y ansiedad? ¿O quizá prefiera un circuito de talasoterapia con agua del mar para mejorar sus problemas musculares y osteoarticulares? Con terapias centenarias y avanzadas tecnologías como estas despega un renacido turismo del bienestar y de la salud que busca nuevas experiencias y destinos para mejorar la calidad de vida del viajero, diversificando y desestacionalizando así la oferta de un sector centrado en un modelo de sol y playa que empieza a dar síntomas de agotamiento.Viajar en busca de lugares donde cuidarnos y nos cuiden seduce cada vez a más personas. A nivel global, este nuevo estilo de turismo movió más de 830.000 millones de dólares en 2023, según los datos del Global Wellness Institute (GWI), una institución sin ánimo de lucro que promueve el bienestar en todo el mundo y cuyos informes se toman de referencia en el sector. Esta organización estima que la tasa de crecimiento anual de este turismo entre 2019 y 2023 fue de 4,5%, un valor que refleja unos años convulsos ya que esta actividad sufrió la recesión que provocó la pandemia y luego su recuperación. Si no suceden más sobresaltos, el GWI prevé que el sector reanudará su trayectoria de rápido crecimiento (a un 10,2% anual), alcanzando los 1.351.000 millones de dólares en 2028. «Hoy ya no es una moda sino una industrial. O como dice el Global Wellness Institute, el bienestar ya no es un lujo, es una necesidad», valora Gerard Costa, profesor del departamento de Marketing de Esade.No faltan razones para creer con firmeza que el turismo ‘wellness’, como también se denomina, tiene todo un futuro por delante, sobre todo después del Covid. Ahora el interés por conseguir mejor calidad de vida, por nuestro bienestar, por prevenir afecciones y llegar en mejores condiciones a la edad dorada se ha disparado.Noticia Relacionada estandar Si Los fascinantes viajes al fondo del mar emergen como motor de diversificación turística Charo Barroso La innovación y la tecnología abren camino a un nicho aún exclusivo, pero que apunta a la democratización bajo el compromiso de la sostenibilidadSomos más longevos Y no debemos olvidar un fenómeno: nuestra esperanza de vida es mucho mayor. En los países más desarrollados entre los 75 y 84 años. Y queremos envejecer de forma saludable. «El sistema médico vigente está enfocado a actuar una vez que el individuo se encuentra enfermo. Así que un tercio de nuestra vida estamos padeciendo dolencias relacionadas con nuestros estilos de vida, por tanto son prevenibles y evitables. Estamos viendo y cada vez de manera más argumentada y científica que es posible disfrutar de todo nuestro potencial en todas nuestras etapas de la vida. ‘Wellness’ es un estado de bienestar donde disfrutar de un estado de salud óptima», afirma Alejandro Bataller, cofundador y vicepresidente de SHA España, uno de los centros de referencia mundial del turismo de bienestar y salud. Ocurre además que el ritmo de vida en grandes ciudades (y no tan grandes) absorbe la propia vida. «Hay una clase media-alta que se siente muy estresada por la hiperconectividad, las ciudades saturadas, la soledad, la exigencia… Se cuida y premia con alimentación, con tratamientos de yoga, pilates… Hay otras personas que quieren darse un escape consciente del ruido de la vida actual. Otros huyen del estrés que provoca el turismo convencional (subir a un avión es estrés, colas, controles, retrasos…)», añade el profesor Costa. Y todos son potenciales clientes del turismo ‘wellness’.En España esta actividad ha crecido un 27% de 2022 a 2023Pues en este sector, España tiene cartas que jugar. De hecho, en uno de los recientes informes del Global Wellness Institute (GWI), nuestro país figuraba entre los 20 principales destinos del turismo de bienestar, en concreto en la posición 13. Y además este sector también está aquí en auge, pues ha tenido un crecimiento del 27% entre 2022 y 2023. Potencial tenemos, desde luego. «Estamos viendo un incremento importante de la demanda y la oferta del turismo de bienestar y salud. Y se va a producir un crecimiento de este tipo de turismo en España por nuestro clima y ubicación. Podemos realizar actividades al aire libre gran parte del año. Eso unido a la capacitación de nuestros profesionales (médicos, nutricionistas, fisioterapeutas…), que cuentan con formación de primer orden a nivel mundial, va a propiciar el crecimiento del sector», cree Joaquín Farnós, director de Palasiet Wellness Clinic & Thalasso, otro de los establecimientos ‘wellness’ de referencia del país.Centros reconocidosAdemás, en nuestra geografía tenemos el privilegio de encontrar centros ‘wellness’ reconocidos a nivel internacional, desarrollados tanto con capital de empresas españolas como de inversores extranjeros. «La propuestas de bienestar y spa en hoteles de lujo es altísima. Está introducida en el ideario de las grandes cadenas hoteleras y de pequeños hoteles. También contamos con establecimientos de gran prestigio mundial que desarrollan terapias muy avanzadas en instalaciones muy innovadoras. En España, la oferta es amplia: el viajero se puede relajar durante una escapada en un lujoso spa a seguir un programa para recuperarse de afecciones físicas o psicológicas en un gran resort con las mejores terapias médicas. Son lugares sorprendentes que han hibridado el espacio de recreo y el de sanación», cuenta Germán Jiménez, director de Turium, la división de Turismo de Excelencia de Vocento. Aún así, para crecer, será necesario crear nuevas experiencias, como apunta el profesor Costa. «No es una oferta fácil de diseñar: no es un cocinero famoso o una localización única o una foto en Instagram, es crear una experiencia. Hoteles, balnearios, spas… no necesitan crear una oferta nueva sino modificar la actual». Porque ya no solo se trata de recibir un tratamiento en un lujoso spa o balneario, o participar en una sesión de yoga al aire libre o realizar una ruta de senderismo, el turismo ‘wellness’ va más allá porque oferta programas muy personalizados donde se combinan técnicas terapéuticas innovadoras y tradicionales, nutrición, deporte, meditación, relajación… El objetivo es encontrar el bienestar y mejorar nuestra salud, pero también cambiar nuestro estilo de vida para que perdure en el tiempo.Un mercado en auge Los viajes ‘wellness’ (que alcanzaron los 1.034 millones en 2023) suponen el 7,8% de todos los desplazamientos turísticos que se realizan en el mundo, y el 17,9% de los gastos del sector, según el GWI. A la luz de estos datos, el informe de este organismo supone que los turistas del bienestar y la salud tienden a gastar mucho más por viaje que el turista medio. Eligen destinos sobre todo nacionales (son el 87% de sus viajes). Y es un tipo de turismo que destaca mucho en países como Estados Unidos, Canadá, China, Australia, India, Japón, Tailandia, Corea del Sur, Taiwán y Malasia. El GWI espera que este mercado crezca de los 830.000 millones de dólares actuales a los 1.351.000 millones en 2028.Buscar la longevidadConsiderado como una de las máximas referencias en medicina en longevidad, SHA España ha sido pionera en desarrollar un modelo híbrido que combina el cuidado holístico y el bienestar, la hostelería de lujo y las terapias para un envejecimiento saludable. Sus programas abarcan desde la reducción de estrés, la desintoxicación del organismo, tratamientos de estética y bienestar emocional hasta la mejora del rendimiento físico y del sueño, o saber gestionar la fatiga crónica en enfermedades como la fibromialgia, o aliviar el dolor muscular o articular.Este tipo de turismo aumentará un 10% anual en los próximos añosSu última innovación es Tailor-Made que emplea un algoritmo inteligente para diseñar un programa de salud hiperpersonalizado según las necesidades de cada huésped. «Ayuda a detectar desequilibrios antes de que aparezca la enfermedad. A través de un test en el que recabamos características fisiológicas, estilo de vida, problemas que se hayan padecido y otros datos, junto con nuestros protocolos y técnicas que hemos almacenado durante dos décadas, somos capaces de crear programas personalizados según las necesidades del cliente», explica Bataller.Desde que abrió sus puertas en 2008, en este complejo se han tratado más de 100.000 viajeros de todo el mundo. «Desde líderes de empresas del mundo del diseño, la arquitectura, moda, entretenimiento, modelos, deportistas de élite… y personas anónimas. Una estancia en SHA durante una semana con un programa de salud, alojamiento, alimentación, consulta y tratamiento arranca en torno a los 8.000 euros por persona», dice Bataller. Una experiencia que no está al alcance de todos los bolsillos, sin duda. No obstante, guarda un gran valor. «Somos capaces de adelantarnos en el tiempo -destaca- y no esperar un diagnóstico clínico. Un nivel alto de cortisol, un proceso inflamatorio iniciado, una composición corporal no óptima… estos indicadores que no serían alarmantes para un médico, en nuestra clínicas los hilamos muy fino. Con analítica de biomarcadores y tecnología, en cuestión de horas, podemos conocer las oportunidades de optimizar su salud».SHA España es un complejo donde se dan cita las tecnologías más innovadoras, un bello entorno natural, la hostelería de lujo, el cuidado holístico y del bienestar y terapias de longevidadLa innovación constante es uno de los pilares que ha dado el éxito a SHA España, que también ha abierto otros dos centros, en México (península de Yucatán) y en Emiratos Árabes (Abu Dhabi). «Contamos con la última tecnología y colaboramos en estudios de investigación con varias universidades a nivel internacional», dice Bataller. Además, el complejo se levanta en un enclave privilegiado: en el Parque Natural de la Sierra Helada, frente a la bahía del Albir y junto al pueblo de Altea (Alicante), con vistas a la montaña y al mar Mediterráneo. «Era nuestra casa de veraneo. Y tenemos una excepcional climatología», asegura Bataller.Hace más de cincuenta años que el conocido Palasiet Wellness Clinic&Thalasso (Benicasim) fue pionero en la aplicación de la talasoterapia en España. Esto son diferentes técnicas que utilizan el agua de mar (y otros elementos como lodos, algas y clima marino) para tratar diversas dolencias. «El agua del mar tiene capacidad de regeneración y es relajante, su composición es similar al plasma sanguíneo. Aprovechamos sus características y diferentes temperaturas y movimientos para realizar técnicas tanto terapéuticas para rehabilitación como para mejorar las condiciones físicas», cuenta Joaquín Farnos, director de Palasiet Wellness Clinic & Thalasso.Oferta ampliadaHoy, entre esplendorosos jardines, parterres y árboles frente al Mediterráneo, estas instalaciones son una referencia en Europa. Y el centro que nació con vocación terapéutica para tratar enfermedades osteoarticulares ha ampliado su oferta para integrar talasoterapia, nutrición, actividad física, tratamientos médicos especializados y equilibrio emocional. «En los últimos años hemos visto una eclosión de retiros con un enfoque de vida más saludable y que quieren también cambiar su mentalidad en esa línea. Así que desde 2019 ampliamos el enfoque terapéutico y preventivo al turismo basado en una visión más holística e integradora», destaca Farnos. «El perfil del cliente ha cambiado -añade- pasamos de huéspedes con dolencias crónicas y reumas a otros más heterogéneos, de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, que quieren mejorar sus capacidades para afrontar en mejores condiciones y con más calidad de vida el envejecimiento».Así que a las piscinas de contraste, bañeras de hidromasajes, chorros cervicales, saunas, jacuzzis y masajes bajo el agua se han añadido programas de longevidad para un envejecimiento activo y saludable; de menopausia, para disfrutar de mayor bienestar durante esa etapa; de pérdida de peso, antiestrés o depurativos del organismos, entre otros. Cerca de 180.000 clientes pueden dar cuenta de ello. «Intentamos transmitir un cambio de hábito en su vida rutinaria para mejorar su estado físico de cara a ir cumpliendo años con una salud óptima. Así se multiplican las posibilidades de llegar con menos afecciones», recomienda Farnos.Diversos tratamientos en las instalaciones de Palasiet Wellness Clinic&Thalasso, un centro que es referencia en la aplicación de la tasaloterapiaNadie podría imaginar que en el valle del Duero se puede encontrar un spa de mil metros cuadrados, excavado a ocho metros bajo tierra y con una suave luz natural, donde disfrutar de baños de sonidos a través de cuencos tibetanos para lograr un estado profundo de relajación, que rompe nuestros bloqueos energéticos y emocionales. Pues es una de las experiencias que vivir en la Abadía Retuerta, un oasis de historia, tradición y naturaleza al que viajar para conectar con nuestro interior. «Queríamos construir una experiencia más holística, que el motivo del viaje no fuera conocer un lugar y hacer una foto, sino que la estancia dure más allá del viaje. Es el ‘bien ser’, una experiencia personal e individual para conectar y encontrarse con uno mismo, para descubrir la mejor versión de cada uno de nosotros», cuenta Enrique Valero, director general de Abadía Retuerta.Localizada en las inmediaciones de la localidad vallisoletana de Sardón del Duero, este complejo tiene una gran historia que contar. A finales del pasado siglo, la farmacéutica suiza Novartis, como parte de su estrategia de responsabilidad social corporativa, buscaba un proyecto que generará negocio y tuviera un impacto sobre el territorio donde estuviera ubicado. Descubrió este refugio en la ribera del Duero: una abadía del siglo XII que había pertenecido a los monjes premostratenses. Convirtió el monasterio en un hotel, conservando las 30 celdas de los religiosos que hoy son habitaciones, y comenzó a recuperar el viñedo. En 2009, esta finca de 700 hectáreas y las instalaciones cayeron en manos de Enrique Valero. Hoy la abadía es un hotel de cinco estrellas que conserva la arquitectura del siglo XII y su cocina ha conseguido una estrella Michelín. Además, guarda en su interior una pinacoteca. «Al desplazarse por el hotel se viven sensaciones muy placenteras. En su interior podemos estar a 28 grados de temperatura sin aire acondicionado cuando fuera hay 35 grados», sonríe Valero. Spa de la Abadía Retuerta, piscina exterior y maridaje de vinos en el spa.La bodega produce vinos que han sido galardonados con premios internacionales y ha recibido su propia Denominación de Origen Protegida. Y bajo lo que antes eran las caballerizas, se ha excavado el Santuario Wellness&Spa, un templo de bienestar. Aquí el agua se obtiene de un pozo subterráneo situado a 120 metros de profundidad. Y se utiliza una de las tecnologías más avanzadas que existe, la ósmosis inversa, un sistema de filtros, para reducir la salinidad y las impurezas del agua que baña el spa. «Está inspirado en patios romanos por criterios de la compañía y de Patrimonio Nacional. El 80% de la iluminación es natural», asegura Valero.El Huerto de los Monjes, los Jardines de los Monjes, degustaciones gastronómicas, yoga al aire libre, el programa Spa Sommelier, paseos a caballo o en bicicleta… Experiencias para no olvidar, pero sobre todo para meditar y encontrarnos con nosotros mismos. «El 60% de los huéspedes son internacionales y la estancia media es de 3 o 4 días», dice. Un refugio sostenibleEste lugar también busca la sostenibilidad: «Una depuradora recicla el agua del hotel y la utilizamos para regar jardines y la huerta. También reutilizamos el agua de la bodega. Acabamos de inaugurar una planta fotovoltaica que va a proporcionar el 45% de toda la energía de las operaciones de Abadía Retuerta. Compostamos la materia orgánica del restaurante en abono. Estamos recuperando variedades de cereal y viña, y reforestando con encinas y pinos. Hay instalados sistemas de geotermia para climatizar con calor y frío la abadía», enumera Valero. Un complejo con propósito, donde «gestionamos el bienestar y la felicidad», asegura. La nueva apuesta de un tipo de turismo que puede revitalizar el futuro del sector. ¿Se imagina darse un baño de sonidos con cuencos tibetanos para conectar con lo más profundo de su ser interior? ¿O acudir a una sesión de fotobiomodulación cerebral, una innovadora técnica que aplica luz LED en diferentes longitudes de onda, para combatir su estrés, insomnio y ansiedad? ¿O quizá prefiera un circuito de talasoterapia con agua del mar para mejorar sus problemas musculares y osteoarticulares? Con terapias centenarias y avanzadas tecnologías como estas despega un renacido turismo del bienestar y de la salud que busca nuevas experiencias y destinos para mejorar la calidad de vida del viajero, diversificando y desestacionalizando así la oferta de un sector centrado en un modelo de sol y playa que empieza a dar síntomas de agotamiento.Viajar en busca de lugares donde cuidarnos y nos cuiden seduce cada vez a más personas. A nivel global, este nuevo estilo de turismo movió más de 830.000 millones de dólares en 2023, según los datos del Global Wellness Institute (GWI), una institución sin ánimo de lucro que promueve el bienestar en todo el mundo y cuyos informes se toman de referencia en el sector. Esta organización estima que la tasa de crecimiento anual de este turismo entre 2019 y 2023 fue de 4,5%, un valor que refleja unos años convulsos ya que esta actividad sufrió la recesión que provocó la pandemia y luego su recuperación. Si no suceden más sobresaltos, el GWI prevé que el sector reanudará su trayectoria de rápido crecimiento (a un 10,2% anual), alcanzando los 1.351.000 millones de dólares en 2028. «Hoy ya no es una moda sino una industrial. O como dice el Global Wellness Institute, el bienestar ya no es un lujo, es una necesidad», valora Gerard Costa, profesor del departamento de Marketing de Esade.No faltan razones para creer con firmeza que el turismo ‘wellness’, como también se denomina, tiene todo un futuro por delante, sobre todo después del Covid. Ahora el interés por conseguir mejor calidad de vida, por nuestro bienestar, por prevenir afecciones y llegar en mejores condiciones a la edad dorada se ha disparado.Noticia Relacionada estandar Si Los fascinantes viajes al fondo del mar emergen como motor de diversificación turística Charo Barroso La innovación y la tecnología abren camino a un nicho aún exclusivo, pero que apunta a la democratización bajo el compromiso de la sostenibilidadSomos más longevos Y no debemos olvidar un fenómeno: nuestra esperanza de vida es mucho mayor. En los países más desarrollados entre los 75 y 84 años. Y queremos envejecer de forma saludable. «El sistema médico vigente está enfocado a actuar una vez que el individuo se encuentra enfermo. Así que un tercio de nuestra vida estamos padeciendo dolencias relacionadas con nuestros estilos de vida, por tanto son prevenibles y evitables. Estamos viendo y cada vez de manera más argumentada y científica que es posible disfrutar de todo nuestro potencial en todas nuestras etapas de la vida. ‘Wellness’ es un estado de bienestar donde disfrutar de un estado de salud óptima», afirma Alejandro Bataller, cofundador y vicepresidente de SHA España, uno de los centros de referencia mundial del turismo de bienestar y salud. Ocurre además que el ritmo de vida en grandes ciudades (y no tan grandes) absorbe la propia vida. «Hay una clase media-alta que se siente muy estresada por la hiperconectividad, las ciudades saturadas, la soledad, la exigencia… Se cuida y premia con alimentación, con tratamientos de yoga, pilates… Hay otras personas que quieren darse un escape consciente del ruido de la vida actual. Otros huyen del estrés que provoca el turismo convencional (subir a un avión es estrés, colas, controles, retrasos…)», añade el profesor Costa. Y todos son potenciales clientes del turismo ‘wellness’.En España esta actividad ha crecido un 27% de 2022 a 2023Pues en este sector, España tiene cartas que jugar. De hecho, en uno de los recientes informes del Global Wellness Institute (GWI), nuestro país figuraba entre los 20 principales destinos del turismo de bienestar, en concreto en la posición 13. Y además este sector también está aquí en auge, pues ha tenido un crecimiento del 27% entre 2022 y 2023. Potencial tenemos, desde luego. «Estamos viendo un incremento importante de la demanda y la oferta del turismo de bienestar y salud. Y se va a producir un crecimiento de este tipo de turismo en España por nuestro clima y ubicación. Podemos realizar actividades al aire libre gran parte del año. Eso unido a la capacitación de nuestros profesionales (médicos, nutricionistas, fisioterapeutas…), que cuentan con formación de primer orden a nivel mundial, va a propiciar el crecimiento del sector», cree Joaquín Farnós, director de Palasiet Wellness Clinic & Thalasso, otro de los establecimientos ‘wellness’ de referencia del país.Centros reconocidosAdemás, en nuestra geografía tenemos el privilegio de encontrar centros ‘wellness’ reconocidos a nivel internacional, desarrollados tanto con capital de empresas españolas como de inversores extranjeros. «La propuestas de bienestar y spa en hoteles de lujo es altísima. Está introducida en el ideario de las grandes cadenas hoteleras y de pequeños hoteles. También contamos con establecimientos de gran prestigio mundial que desarrollan terapias muy avanzadas en instalaciones muy innovadoras. En España, la oferta es amplia: el viajero se puede relajar durante una escapada en un lujoso spa a seguir un programa para recuperarse de afecciones físicas o psicológicas en un gran resort con las mejores terapias médicas. Son lugares sorprendentes que han hibridado el espacio de recreo y el de sanación», cuenta Germán Jiménez, director de Turium, la división de Turismo de Excelencia de Vocento. Aún así, para crecer, será necesario crear nuevas experiencias, como apunta el profesor Costa. «No es una oferta fácil de diseñar: no es un cocinero famoso o una localización única o una foto en Instagram, es crear una experiencia. Hoteles, balnearios, spas… no necesitan crear una oferta nueva sino modificar la actual». Porque ya no solo se trata de recibir un tratamiento en un lujoso spa o balneario, o participar en una sesión de yoga al aire libre o realizar una ruta de senderismo, el turismo ‘wellness’ va más allá porque oferta programas muy personalizados donde se combinan técnicas terapéuticas innovadoras y tradicionales, nutrición, deporte, meditación, relajación… El objetivo es encontrar el bienestar y mejorar nuestra salud, pero también cambiar nuestro estilo de vida para que perdure en el tiempo.Un mercado en auge Los viajes ‘wellness’ (que alcanzaron los 1.034 millones en 2023) suponen el 7,8% de todos los desplazamientos turísticos que se realizan en el mundo, y el 17,9% de los gastos del sector, según el GWI. A la luz de estos datos, el informe de este organismo supone que los turistas del bienestar y la salud tienden a gastar mucho más por viaje que el turista medio. Eligen destinos sobre todo nacionales (son el 87% de sus viajes). Y es un tipo de turismo que destaca mucho en países como Estados Unidos, Canadá, China, Australia, India, Japón, Tailandia, Corea del Sur, Taiwán y Malasia. El GWI espera que este mercado crezca de los 830.000 millones de dólares actuales a los 1.351.000 millones en 2028.Buscar la longevidadConsiderado como una de las máximas referencias en medicina en longevidad, SHA España ha sido pionera en desarrollar un modelo híbrido que combina el cuidado holístico y el bienestar, la hostelería de lujo y las terapias para un envejecimiento saludable. Sus programas abarcan desde la reducción de estrés, la desintoxicación del organismo, tratamientos de estética y bienestar emocional hasta la mejora del rendimiento físico y del sueño, o saber gestionar la fatiga crónica en enfermedades como la fibromialgia, o aliviar el dolor muscular o articular.Este tipo de turismo aumentará un 10% anual en los próximos añosSu última innovación es Tailor-Made que emplea un algoritmo inteligente para diseñar un programa de salud hiperpersonalizado según las necesidades de cada huésped. «Ayuda a detectar desequilibrios antes de que aparezca la enfermedad. A través de un test en el que recabamos características fisiológicas, estilo de vida, problemas que se hayan padecido y otros datos, junto con nuestros protocolos y técnicas que hemos almacenado durante dos décadas, somos capaces de crear programas personalizados según las necesidades del cliente», explica Bataller.Desde que abrió sus puertas en 2008, en este complejo se han tratado más de 100.000 viajeros de todo el mundo. «Desde líderes de empresas del mundo del diseño, la arquitectura, moda, entretenimiento, modelos, deportistas de élite… y personas anónimas. Una estancia en SHA durante una semana con un programa de salud, alojamiento, alimentación, consulta y tratamiento arranca en torno a los 8.000 euros por persona», dice Bataller. Una experiencia que no está al alcance de todos los bolsillos, sin duda. No obstante, guarda un gran valor. «Somos capaces de adelantarnos en el tiempo -destaca- y no esperar un diagnóstico clínico. Un nivel alto de cortisol, un proceso inflamatorio iniciado, una composición corporal no óptima… estos indicadores que no serían alarmantes para un médico, en nuestra clínicas los hilamos muy fino. Con analítica de biomarcadores y tecnología, en cuestión de horas, podemos conocer las oportunidades de optimizar su salud».SHA España es un complejo donde se dan cita las tecnologías más innovadoras, un bello entorno natural, la hostelería de lujo, el cuidado holístico y del bienestar y terapias de longevidadLa innovación constante es uno de los pilares que ha dado el éxito a SHA España, que también ha abierto otros dos centros, en México (península de Yucatán) y en Emiratos Árabes (Abu Dhabi). «Contamos con la última tecnología y colaboramos en estudios de investigación con varias universidades a nivel internacional», dice Bataller. Además, el complejo se levanta en un enclave privilegiado: en el Parque Natural de la Sierra Helada, frente a la bahía del Albir y junto al pueblo de Altea (Alicante), con vistas a la montaña y al mar Mediterráneo. «Era nuestra casa de veraneo. Y tenemos una excepcional climatología», asegura Bataller.Hace más de cincuenta años que el conocido Palasiet Wellness Clinic&Thalasso (Benicasim) fue pionero en la aplicación de la talasoterapia en España. Esto son diferentes técnicas que utilizan el agua de mar (y otros elementos como lodos, algas y clima marino) para tratar diversas dolencias. «El agua del mar tiene capacidad de regeneración y es relajante, su composición es similar al plasma sanguíneo. Aprovechamos sus características y diferentes temperaturas y movimientos para realizar técnicas tanto terapéuticas para rehabilitación como para mejorar las condiciones físicas», cuenta Joaquín Farnos, director de Palasiet Wellness Clinic & Thalasso.Oferta ampliadaHoy, entre esplendorosos jardines, parterres y árboles frente al Mediterráneo, estas instalaciones son una referencia en Europa. Y el centro que nació con vocación terapéutica para tratar enfermedades osteoarticulares ha ampliado su oferta para integrar talasoterapia, nutrición, actividad física, tratamientos médicos especializados y equilibrio emocional. «En los últimos años hemos visto una eclosión de retiros con un enfoque de vida más saludable y que quieren también cambiar su mentalidad en esa línea. Así que desde 2019 ampliamos el enfoque terapéutico y preventivo al turismo basado en una visión más holística e integradora», destaca Farnos. «El perfil del cliente ha cambiado -añade- pasamos de huéspedes con dolencias crónicas y reumas a otros más heterogéneos, de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, que quieren mejorar sus capacidades para afrontar en mejores condiciones y con más calidad de vida el envejecimiento».Así que a las piscinas de contraste, bañeras de hidromasajes, chorros cervicales, saunas, jacuzzis y masajes bajo el agua se han añadido programas de longevidad para un envejecimiento activo y saludable; de menopausia, para disfrutar de mayor bienestar durante esa etapa; de pérdida de peso, antiestrés o depurativos del organismos, entre otros. Cerca de 180.000 clientes pueden dar cuenta de ello. «Intentamos transmitir un cambio de hábito en su vida rutinaria para mejorar su estado físico de cara a ir cumpliendo años con una salud óptima. Así se multiplican las posibilidades de llegar con menos afecciones», recomienda Farnos.Diversos tratamientos en las instalaciones de Palasiet Wellness Clinic&Thalasso, un centro que es referencia en la aplicación de la tasaloterapiaNadie podría imaginar que en el valle del Duero se puede encontrar un spa de mil metros cuadrados, excavado a ocho metros bajo tierra y con una suave luz natural, donde disfrutar de baños de sonidos a través de cuencos tibetanos para lograr un estado profundo de relajación, que rompe nuestros bloqueos energéticos y emocionales. Pues es una de las experiencias que vivir en la Abadía Retuerta, un oasis de historia, tradición y naturaleza al que viajar para conectar con nuestro interior. «Queríamos construir una experiencia más holística, que el motivo del viaje no fuera conocer un lugar y hacer una foto, sino que la estancia dure más allá del viaje. Es el ‘bien ser’, una experiencia personal e individual para conectar y encontrarse con uno mismo, para descubrir la mejor versión de cada uno de nosotros», cuenta Enrique Valero, director general de Abadía Retuerta.Localizada en las inmediaciones de la localidad vallisoletana de Sardón del Duero, este complejo tiene una gran historia que contar. A finales del pasado siglo, la farmacéutica suiza Novartis, como parte de su estrategia de responsabilidad social corporativa, buscaba un proyecto que generará negocio y tuviera un impacto sobre el territorio donde estuviera ubicado. Descubrió este refugio en la ribera del Duero: una abadía del siglo XII que había pertenecido a los monjes premostratenses. Convirtió el monasterio en un hotel, conservando las 30 celdas de los religiosos que hoy son habitaciones, y comenzó a recuperar el viñedo. En 2009, esta finca de 700 hectáreas y las instalaciones cayeron en manos de Enrique Valero. Hoy la abadía es un hotel de cinco estrellas que conserva la arquitectura del siglo XII y su cocina ha conseguido una estrella Michelín. Además, guarda en su interior una pinacoteca. «Al desplazarse por el hotel se viven sensaciones muy placenteras. En su interior podemos estar a 28 grados de temperatura sin aire acondicionado cuando fuera hay 35 grados», sonríe Valero. Spa de la Abadía Retuerta, piscina exterior y maridaje de vinos en el spa.La bodega produce vinos que han sido galardonados con premios internacionales y ha recibido su propia Denominación de Origen Protegida. Y bajo lo que antes eran las caballerizas, se ha excavado el Santuario Wellness&Spa, un templo de bienestar. Aquí el agua se obtiene de un pozo subterráneo situado a 120 metros de profundidad. Y se utiliza una de las tecnologías más avanzadas que existe, la ósmosis inversa, un sistema de filtros, para reducir la salinidad y las impurezas del agua que baña el spa. «Está inspirado en patios romanos por criterios de la compañía y de Patrimonio Nacional. El 80% de la iluminación es natural», asegura Valero.El Huerto de los Monjes, los Jardines de los Monjes, degustaciones gastronómicas, yoga al aire libre, el programa Spa Sommelier, paseos a caballo o en bicicleta… Experiencias para no olvidar, pero sobre todo para meditar y encontrarnos con nosotros mismos. «El 60% de los huéspedes son internacionales y la estancia media es de 3 o 4 días», dice. Un refugio sostenibleEste lugar también busca la sostenibilidad: «Una depuradora recicla el agua del hotel y la utilizamos para regar jardines y la huerta. También reutilizamos el agua de la bodega. Acabamos de inaugurar una planta fotovoltaica que va a proporcionar el 45% de toda la energía de las operaciones de Abadía Retuerta. Compostamos la materia orgánica del restaurante en abono. Estamos recuperando variedades de cereal y viña, y reforestando con encinas y pinos. Hay instalados sistemas de geotermia para climatizar con calor y frío la abadía», enumera Valero. Un complejo con propósito, donde «gestionamos el bienestar y la felicidad», asegura. La nueva apuesta de un tipo de turismo que puede revitalizar el futuro del sector.  

¿Se imagina darse un baño de sonidos con cuencos tibetanos para conectar con lo más profundo de su ser interior? ¿O acudir a una sesión de fotobiomodulación cerebral, una innovadora técnica que aplica luz LED en diferentes longitudes de onda, para combatir su estrés, … insomnio y ansiedad? ¿O quizá prefiera un circuito de talasoterapia con agua del mar para mejorar sus problemas musculares y osteoarticulares? Con terapias centenarias y avanzadas tecnologías como estas despega un renacido turismo del bienestar y de la salud que busca nuevas experiencias y destinos para mejorar la calidad de vida del viajero, diversificando y desestacionalizando así la oferta de un sector centrado en un modelo de sol y playa que empieza a dar síntomas de agotamiento.

Viajar en busca de lugares donde cuidarnos y nos cuiden seduce cada vez a más personas. A nivel global, este nuevo estilo de turismo movió más de 830.000 millones de dólares en 2023, según los datos del Global Wellness Institute (GWI), una institución sin ánimo de lucro que promueve el bienestar en todo el mundo y cuyos informes se toman de referencia en el sector. Esta organización estima que la tasa de crecimiento anual de este turismo entre 2019 y 2023 fue de 4,5%, un valor que refleja unos años convulsos ya que esta actividad sufrió la recesión que provocó la pandemia y luego su recuperación. Si no suceden más sobresaltos, el GWI prevé que el sector reanudará su trayectoria de rápido crecimiento (a un 10,2% anual), alcanzando los 1.351.000 millones de dólares en 2028. «Hoy ya no es una moda sino una industrial. O como dice el Global Wellness Institute, el bienestar ya no es un lujo, es una necesidad», valora Gerard Costa, profesor del departamento de Marketing de Esade.

No faltan razones para creer con firmeza que el turismo ‘wellness’, como también se denomina, tiene todo un futuro por delante, sobre todo después del Covid. Ahora el interés por conseguir mejor calidad de vida, por nuestro bienestar, por prevenir afecciones y llegar en mejores condiciones a la edad dorada se ha disparado.

Somos más longevos

Y no debemos olvidar un fenómeno: nuestra esperanza de vida es mucho mayor. En los países más desarrollados entre los 75 y 84 años. Y queremos envejecer de forma saludable. «El sistema médico vigente está enfocado a actuar una vez que el individuo se encuentra enfermo. Así que un tercio de nuestra vida estamos padeciendo dolencias relacionadas con nuestros estilos de vida, por tanto son prevenibles y evitables. Estamos viendo y cada vez de manera más argumentada y científica que es posible disfrutar de todo nuestro potencial en todas nuestras etapas de la vida. ‘Wellness’ es un estado de bienestar donde disfrutar de un estado de salud óptima», afirma Alejandro Bataller, cofundador y vicepresidente de SHA España, uno de los centros de referencia mundial del turismo de bienestar y salud.

Ocurre además que el ritmo de vida en grandes ciudades (y no tan grandes) absorbe la propia vida. «Hay una clase media-alta que se siente muy estresada por la hiperconectividad, las ciudades saturadas, la soledad, la exigencia… Se cuida y premia con alimentación, con tratamientos de yoga, pilates… Hay otras personas que quieren darse un escape consciente del ruido de la vida actual. Otros huyen del estrés que provoca el turismo convencional (subir a un avión es estrés, colas, controles, retrasos…)», añade el profesor Costa. Y todos son potenciales clientes del turismo ‘wellness’.

En España esta actividad ha crecido un 27% de 2022 a 2023

Pues en este sector, España tiene cartas que jugar. De hecho, en uno de los recientes informes del Global Wellness Institute (GWI), nuestro país figuraba entre los 20 principales destinos del turismo de bienestar, en concreto en la posición 13. Y además este sector también está aquí en auge, pues ha tenido un crecimiento del 27% entre 2022 y 2023. Potencial tenemos, desde luego. «Estamos viendo un incremento importante de la demanda y la oferta del turismo de bienestar y salud. Y se va a producir un crecimiento de este tipo de turismo en España por nuestro clima y ubicación. Podemos realizar actividades al aire libre gran parte del año. Eso unido a la capacitación de nuestros profesionales (médicos, nutricionistas, fisioterapeutas…), que cuentan con formación de primer orden a nivel mundial, va a propiciar el crecimiento del sector», cree Joaquín Farnós, director de Palasiet Wellness Clinic & Thalasso, otro de los establecimientos ‘wellness’ de referencia del país.

Centros reconocidos

Además, en nuestra geografía tenemos el privilegio de encontrar centros ‘wellness’ reconocidos a nivel internacional, desarrollados tanto con capital de empresas españolas como de inversores extranjeros. «La propuestas de bienestar y spa en hoteles de lujo es altísima. Está introducida en el ideario de las grandes cadenas hoteleras y de pequeños hoteles. También contamos con establecimientos de gran prestigio mundial que desarrollan terapias muy avanzadas en instalaciones muy innovadoras. En España, la oferta es amplia: el viajero se puede relajar durante una escapada en un lujoso spa a seguir un programa para recuperarse de afecciones físicas o psicológicas en un gran resort con las mejores terapias médicas. Son lugares sorprendentes que han hibridado el espacio de recreo y el de sanación», cuenta Germán Jiménez, director de Turium, la división de Turismo de Excelencia de Vocento. Aún así, para crecer, será necesario crear nuevas experiencias, como apunta el profesor Costa. «No es una oferta fácil de diseñar: no es un cocinero famoso o una localización única o una foto en Instagram, es crear una experiencia. Hoteles, balnearios, spas… no necesitan crear una oferta nueva sino modificar la actual».

Porque ya no solo se trata de recibir un tratamiento en un lujoso spa o balneario, o participar en una sesión de yoga al aire libre o realizar una ruta de senderismo, el turismo ‘wellness’ va más allá porque oferta programas muy personalizados donde se combinan técnicas terapéuticas innovadoras y tradicionales, nutrición, deporte, meditación, relajación… El objetivo es encontrar el bienestar y mejorar nuestra salud, pero también cambiar nuestro estilo de vida para que perdure en el tiempo.

Buscar la longevidad

Considerado como una de las máximas referencias en medicina en longevidad, SHA España ha sido pionera en desarrollar un modelo híbrido que combina el cuidado holístico y el bienestar, la hostelería de lujo y las terapias para un envejecimiento saludable. Sus programas abarcan desde la reducción de estrés, la desintoxicación del organismo, tratamientos de estética y bienestar emocional hasta la mejora del rendimiento físico y del sueño, o saber gestionar la fatiga crónica en enfermedades como la fibromialgia, o aliviar el dolor muscular o articular.

Este tipo de turismo aumentará un 10% anual en los próximos años

Su última innovación es Tailor-Made que emplea un algoritmo inteligente para diseñar un programa de salud hiperpersonalizado según las necesidades de cada huésped. «Ayuda a detectar desequilibrios antes de que aparezca la enfermedad. A través de un test en el que recabamos características fisiológicas, estilo de vida, problemas que se hayan padecido y otros datos, junto con nuestros protocolos y técnicas que hemos almacenado durante dos décadas, somos capaces de crear programas personalizados según las necesidades del cliente», explica Bataller.

Desde que abrió sus puertas en 2008, en este complejo se han tratado más de 100.000 viajeros de todo el mundo. «Desde líderes de empresas del mundo del diseño, la arquitectura, moda, entretenimiento, modelos, deportistas de élite… y personas anónimas. Una estancia en SHA durante una semana con un programa de salud, alojamiento, alimentación, consulta y tratamiento arranca en torno a los 8.000 euros por persona», dice Bataller. Una experiencia que no está al alcance de todos los bolsillos, sin duda. No obstante, guarda un gran valor. «Somos capaces de adelantarnos en el tiempo -destaca- y no esperar un diagnóstico clínico. Un nivel alto de cortisol, un proceso inflamatorio iniciado, una composición corporal no óptima… estos indicadores que no serían alarmantes para un médico, en nuestra clínicas los hilamos muy fino. Con analítica de biomarcadores y tecnología, en cuestión de horas, podemos conocer las oportunidades de optimizar su salud».

Imagen principal - SHA España es un complejo donde se dan cita las tecnologías más innovadoras, un bello entorno natural, la hostelería de lujo, el cuidado holístico y del bienestar y terapias de longevidad
Imagen secundaria 1 - SHA España es un complejo donde se dan cita las tecnologías más innovadoras, un bello entorno natural, la hostelería de lujo, el cuidado holístico y del bienestar y terapias de longevidad
Imagen secundaria 2 - SHA España es un complejo donde se dan cita las tecnologías más innovadoras, un bello entorno natural, la hostelería de lujo, el cuidado holístico y del bienestar y terapias de longevidad
SHA España es un complejo donde se dan cita las tecnologías más innovadoras, un bello entorno natural, la hostelería de lujo, el cuidado holístico y del bienestar y terapias de longevidad

La innovación constante es uno de los pilares que ha dado el éxito a SHA España, que también ha abierto otros dos centros, en México (península de Yucatán) y en Emiratos Árabes (Abu Dhabi). «Contamos con la última tecnología y colaboramos en estudios de investigación con varias universidades a nivel internacional», dice Bataller. Además, el complejo se levanta en un enclave privilegiado: en el Parque Natural de la Sierra Helada, frente a la bahía del Albir y junto al pueblo de Altea (Alicante), con vistas a la montaña y al mar Mediterráneo. «Era nuestra casa de veraneo. Y tenemos una excepcional climatología», asegura Bataller.

Hace más de cincuenta años que el conocido Palasiet Wellness Clinic&Thalasso (Benicasim) fue pionero en la aplicación de la talasoterapia en España. Esto son diferentes técnicas que utilizan el agua de mar (y otros elementos como lodos, algas y clima marino) para tratar diversas dolencias. «El agua del mar tiene capacidad de regeneración y es relajante, su composición es similar al plasma sanguíneo. Aprovechamos sus características y diferentes temperaturas y movimientos para realizar técnicas tanto terapéuticas para rehabilitación como para mejorar las condiciones físicas», cuenta Joaquín Farnos, director de Palasiet Wellness Clinic & Thalasso.

Oferta ampliada

Hoy, entre esplendorosos jardines, parterres y árboles frente al Mediterráneo, estas instalaciones son una referencia en Europa. Y el centro que nació con vocación terapéutica para tratar enfermedades osteoarticulares ha ampliado su oferta para integrar talasoterapia, nutrición, actividad física, tratamientos médicos especializados y equilibrio emocional. «En los últimos años hemos visto una eclosión de retiros con un enfoque de vida más saludable y que quieren también cambiar su mentalidad en esa línea. Así que desde 2019 ampliamos el enfoque terapéutico y preventivo al turismo basado en una visión más holística e integradora», destaca Farnos. «El perfil del cliente ha cambiado -añade- pasamos de huéspedes con dolencias crónicas y reumas a otros más heterogéneos, de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, que quieren mejorar sus capacidades para afrontar en mejores condiciones y con más calidad de vida el envejecimiento».

Así que a las piscinas de contraste, bañeras de hidromasajes, chorros cervicales, saunas, jacuzzis y masajes bajo el agua se han añadido programas de longevidad para un envejecimiento activo y saludable; de menopausia, para disfrutar de mayor bienestar durante esa etapa; de pérdida de peso, antiestrés o depurativos del organismos, entre otros. Cerca de 180.000 clientes pueden dar cuenta de ello. «Intentamos transmitir un cambio de hábito en su vida rutinaria para mejorar su estado físico de cara a ir cumpliendo años con una salud óptima. Así se multiplican las posibilidades de llegar con menos afecciones», recomienda Farnos.

Imagen principal - Diversos tratamientos en las instalaciones de Palasiet Wellness Clinic&Thalasso, un centro que es referencia en la aplicación de la tasaloterapia
Imagen secundaria 1 - Diversos tratamientos en las instalaciones de Palasiet Wellness Clinic&Thalasso, un centro que es referencia en la aplicación de la tasaloterapia
Imagen secundaria 2 - Diversos tratamientos en las instalaciones de Palasiet Wellness Clinic&Thalasso, un centro que es referencia en la aplicación de la tasaloterapia
Diversos tratamientos en las instalaciones de Palasiet Wellness Clinic&Thalasso, un centro que es referencia en la aplicación de la tasaloterapia

Nadie podría imaginar que en el valle del Duero se puede encontrar un spa de mil metros cuadrados, excavado a ocho metros bajo tierra y con una suave luz natural, donde disfrutar de baños de sonidos a través de cuencos tibetanos para lograr un estado profundo de relajación, que rompe nuestros bloqueos energéticos y emocionales. Pues es una de las experiencias que vivir en la Abadía Retuerta, un oasis de historia, tradición y naturaleza al que viajar para conectar con nuestro interior. «Queríamos construir una experiencia más holística, que el motivo del viaje no fuera conocer un lugar y hacer una foto, sino que la estancia dure más allá del viaje. Es el ‘bien ser’, una experiencia personal e individual para conectar y encontrarse con uno mismo, para descubrir la mejor versión de cada uno de nosotros», cuenta Enrique Valero, director general de Abadía Retuerta.

Localizada en las inmediaciones de la localidad vallisoletana de Sardón del Duero, este complejo tiene una gran historia que contar. A finales del pasado siglo, la farmacéutica suiza Novartis, como parte de su estrategia de responsabilidad social corporativa, buscaba un proyecto que generará negocio y tuviera un impacto sobre el territorio donde estuviera ubicado. Descubrió este refugio en la ribera del Duero: una abadía del siglo XII que había pertenecido a los monjes premostratenses. Convirtió el monasterio en un hotel, conservando las 30 celdas de los religiosos que hoy son habitaciones, y comenzó a recuperar el viñedo.

En 2009, esta finca de 700 hectáreas y las instalaciones cayeron en manos de Enrique Valero. Hoy la abadía es un hotel de cinco estrellas que conserva la arquitectura del siglo XII y su cocina ha conseguido una estrella Michelín. Además, guarda en su interior una pinacoteca. «Al desplazarse por el hotel se viven sensaciones muy placenteras. En su interior podemos estar a 28 grados de temperatura sin aire acondicionado cuando fuera hay 35 grados», sonríe Valero.

Imagen principal - Spa de la Abadía Retuerta, piscina exterior y maridaje de vinos en el spa.
Imagen secundaria 1 - Spa de la Abadía Retuerta, piscina exterior y maridaje de vinos en el spa.
Imagen secundaria 2 - Spa de la Abadía Retuerta, piscina exterior y maridaje de vinos en el spa.
Spa de la Abadía Retuerta, piscina exterior y maridaje de vinos en el spa.

La bodega produce vinos que han sido galardonados con premios internacionales y ha recibido su propia Denominación de Origen Protegida. Y bajo lo que antes eran las caballerizas, se ha excavado el Santuario Wellness&Spa, un templo de bienestar. Aquí el agua se obtiene de un pozo subterráneo situado a 120 metros de profundidad. Y se utiliza una de las tecnologías más avanzadas que existe, la ósmosis inversa, un sistema de filtros, para reducir la salinidad y las impurezas del agua que baña el spa. «Está inspirado en patios romanos por criterios de la compañía y de Patrimonio Nacional. El 80% de la iluminación es natural», asegura Valero.

El Huerto de los Monjes, los Jardines de los Monjes, degustaciones gastronómicas, yoga al aire libre, el programa Spa Sommelier, paseos a caballo o en bicicleta… Experiencias para no olvidar, pero sobre todo para meditar y encontrarnos con nosotros mismos. «El 60% de los huéspedes son internacionales y la estancia media es de 3 o 4 días», dice.

Un refugio sostenible

Este lugar también busca la sostenibilidad: «Una depuradora recicla el agua del hotel y la utilizamos para regar jardines y la huerta. También reutilizamos el agua de la bodega. Acabamos de inaugurar una planta fotovoltaica que va a proporcionar el 45% de toda la energía de las operaciones de Abadía Retuerta. Compostamos la materia orgánica del restaurante en abono. Estamos recuperando variedades de cereal y viña, y reforestando con encinas y pinos. Hay instalados sistemas de geotermia para climatizar con calor y frío la abadía», enumera Valero. Un complejo con propósito, donde «gestionamos el bienestar y la felicidad», asegura. La nueva apuesta de un tipo de turismo que puede revitalizar el futuro del sector.

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