Una joven española, en Australia: «Tengo alojamiento gratis y me han pagado 655 € por una semana de trabajo»

Nerea es una joven que está trabajando en la temporada del grano en Australia y compartió su nómina.
Más información: Guillem Clemente, un joven español que ha tenido varios trabajos en Australia: «En sólo dos semanas se ganan 3.000 €» Nerea es una joven que está trabajando en la temporada del grano en Australia y compartió su nómina.
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Las claves

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Nerea, una joven española, trabaja en la temporada del grano en Australia y consigue 655 € por una semana de trabajo.

Australia ofrece sueldos mínimos más altos y una cultura de meritocracia, atrayendo a jóvenes españoles en busca de mejores condiciones laborales.

A través de visados flexibles, los jóvenes pueden trabajar y viajar en Australia, beneficiándose de salarios más altos y alojamiento gratuito en algunos casos.

Nerea destaca que los altos ingresos en Australia requieren trabajar largas horas y aceptar vivir en lugares remotos con pocas opciones de ocio.

Con la situación que vive España con salarios bajos, un acceso a la vivienda complicado y una incertidumbre política, son muchos los jóvenes que ven mejor marcharse al extranjero.

Acuden a países europeos como Suiza o Irlanda, o incluso optan por marcharse más lejos, con destinos como Australia entre los preferidos por sus grandes salarios y amplia variedad de puestos de trabajo.

Uno de esos casos es el de Nerea, una joven española trabajando en Australia (@nereaexplora) en la temporada del grano y que ha compartido su experiencia de una semana de trabajo.

Trabajando en Australia

Cada año son más los jóvenes españoles que hacen las maletas rumbo a Australia, atraídos por la promesa de mejores salarios, estabilidad laboral y calidad de vida.

Frente a un mercado nacional marcado por la precariedad, Australia se ha consolidado como uno de los destinos favoritos para quienes buscan empezar de cero.

El país oceánico ofrece programas de visado flexible que permiten trabajar y viajar durante un año, algo especialmente atractivo para los jóvenes.

Así, en Australia los sueldos mínimos son más altos, el mercado laboral es dinámico y existe una mayor cultura de meritocracia: el esfuerzo y la experiencia laboral suelen traducirse en mejores condiciones y oportunidades reales de progreso.

«Al fin recibo la nómina», contaba Nerea. «Trabajé el lunes, el miércoles, el viernes y el domingo, que por cuatro días trabajados está como dios. Menos mal que trabajé el domingo porque se cobra el doble».

La joven confesaba que no es mentira lo que se ve de los otros sueldos astronómicos en Australia, solo que con un gran trabajo por detrás.

«Esas cifras que se ven de 20.000 dólares o 10.000 dólares al mes no es porque paguen muy bien sino porque si haces 70 u 80 horas a la semana, al final te forras«, aseguraba.

«Aquí una semana corriente son 37 horas, no porque trabajes menos que son 40 sino porque hay media hora de almuerzo que no te pagan», afirmaba Nerea. «Un día de 8 horas normales te lo pagan a esto: 36,5 dólares australianos«.

«Luego si haces más, de esas diez horas, las dos últimas te pagan más, a 51,12 dólares australianos. Y si haces 12 horas, estas dos últimas te las pagan a más a 65,73 dólares australianos». Todo eso se traduce en que recibiese 655 euros por una semana de trabajo.

«Aparte de esto, los sábados y los domingos se paga más: 51,12 dólares la hora y 65,73 respectivamente», indicaba la joven. «Tuve suerte de trabajar un domingo y también tengo suerte de que han dado alojamiento gratis. A no todo el mundo se lo dan gratis».

Por ello, ante todas las promesas de unas mejores condiciones en Australia, la joven explicó cómo sí que es posible pero con unos matices.

«Si ganas dinero es porque echas más horas que un reloj y unas condiciones de venirte a vivir al desierto en el que no tienes nada que hacer, así que no puedes gastarlo», afirmaba Nerea.

De hecho comparó sus condiciones anteriores con las actuales: «Antes estaba en la fábrica y cobraba el salario mínimo y contrato casual: 1.070 dólares australianos a la semana (602 euros). Cobraba un poquito más porque no tenía beneficios como seguro, pensiones o bajas».

Casos como el de Nerea reflejan cómo España pierde a jóvenes que se ven atraídos por las condiciones laborales del extranjero. Un problema que afecta a un país marcado por el envejecimiento poblacional de la demografía.

 elespanol – Sociedad

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