Con 54 años, Juan Carlos dejó atrás su carrera como directivo farmacéutico y encontró en la interpretación una nueva e inesperada vocación.
Más información: Un propietario de Madrid no se calla y estalla contra los narcos del edificio okupado: «Tienes que llevar un spray pimienta» Con 54 años, Juan Carlos dejó atrás su carrera como directivo farmacéutico y encontró en la interpretación una nueva e inesperada vocación.
Más información: Un propietario de Madrid no se calla y estalla contra los narcos del edificio okupado: «Tienes que llevar un spray pimienta»
La vida de Juan Carlos cambió radicalmente a los 54 años. Hasta entonces, había ocupado un puesto como directivo en una empresa farmacéutica, una trayectoria profesional sólida y consolidada.
Pero un despido inesperado le obligó a replantearse su rumbo vital. Hoy, lejos del mundo corporativo, Juan Carlos ha encontrado una nueva vocación en el mundo de la interpretación.
En una entrevista concedida al programa ‘Y Ahora Sonsoles’, dirigido por Sonsoles Ónega, relató cómo dio el salto del sector farmacéutico al campo de la interpretación.
Un cambio de rumbo
«Lo tuyo es realmente un giro de guión vital, porque tú eras directivo de una empresa farmacéutica y te conviertes en actor«, comentó la presentadora, sorprendida por la transformación profesional del entrevistado.
Juan Carlos, por su parte, aclaró: «Bueno, estoy en el mundo de la interpretación, me gusta afinar más ahí, en ese ámbito».
El cambio no fue inmediato ni sencillo, ya que la edad era un factor determinante al momento de encontrar otro trabajo similar.
Cuando Sonsoles le preguntó por su trayectoria anterior, él respondió con franqueza: «¿Con qué edad me despidieron? ¿Esa es la pregunta? Con 54 años«.
A partir de ahí, intentó reincorporarse al sector farmacéutico, pero pronto se dio cuenta de que no sería fácil.
«Intentas volver al sector en el que estabas, pero es bastante complicado porque pasan los procesos de selección y, al final, dicen que eligen a otro candidato y ya está«, explicó.
Su incursión en la interpretación se produjo casi por accidente. «Me metió mi hija Paula», comentó Juan Carlos.
Malagueño de nacimiento, recordó que en su ciudad se han rodado muchas producciones, un factor clave en esta historia.
Paula, entonces estudiante de biología, decidió participar como figurante en una de ellas, simplemente por diversión.
«A mí, como si me dice que se ha comprado un pantalón en una tienda, ¿sabes? No le hago ningún caso porque no tengo ningún interés en eso«, subrayó.
Pero esa indiferencia inicial pronto se transformó en curiosidad. «A la semana, me llaman por teléfono: ‘Oye, Juan Carlos, que tenemos aquí tus datos, que si te quieres venir aquí a Málaga, al rodaje’ Eran cinco días para hacer de policía«, recuerda.
Y sin experiencia previa ni expectativas, se lanzó a la aventura. «Como yo estaba mano sobre mano, pues fui, por lo menos para divertirme«, añadió.
Aquella experiencia le impactó profundamente. «Tienes una cámara como la que tienes aquí o una de cine que todavía es peor. Te quedas allí, chocado, pero tiras para adelante«, destacó.
Y desde entonces, no ha dejado de buscar oportunidades en este nuevo camino: «Ahora hago lo que puedo. También hago teatro, publicidad, en fin, todas las oportunidades que puedo, porque en es una profesión bastante complicada», señaló.
Su historia es el ejemplo de que nunca es tarde para reinventarse. Juan Carlos encontró en la interpretación no solo una vía profesional, sino también una forma de mantenerse activo, creativo y conectado.
La industria audiovisual, a pesar de sus dificultades, le ha abierto una puerta cuando otras se cerraron. Y, sobre todo, le ha ofrecido un nuevo sentido tras un cambio vital tan abrupto como inesperado.
elespanol – Sociedad